viernes, 15 de mayo de 2015

27 años después de la matanza de Cayara



   
Jueves, 14 de Mayo de 2015 08:59
 









La herida continúa abierta por falta de justicia. Un día como hoy, hace 27 años, un contingente de malos militares irrumpió la tranquilidad de los pobladores del distrito de Cayara (Fajardo) y asesinaron de la manera más cruel a 39 comuneros acusándolos falazmente de ser miembros de la agrupación terrorista Sendero Luminoso.
Luego de casi tres décadas, David Ccayo, hoy burgomaestre de Cayara que en 1988 vio morir a 39 de sus con poblanos, entre ellos varios miembros de su familia a manos de militares, continúa buscando justicia y castigo ejemplar para los responsables de este crimen de lesa humanidad.
Como se recuerda, todo apunta que el presunto responsable de estos actos violentos en Cayara sería el general EP José Rolando Valdivia Dueñas, quien habría ordenado a un total de 200 soldados capturar a los delincuentes subversivos que participaron del ataque terrorista del 13 de mayo en el distrito de Erusco, donde murieron un capitán, un sargento, dos cabos y hubo otros 15 militares heridos luego de una emboscada a un camión militar, el cual habría sido tomado como pretexto para un desplazamiento militar de búsqueda en caballos a Cayara.
“Yo soy parte de esta tragedia”, refirió David luego de narrar que el día de la tragedia, cuando solo tenía nueve años, ayudaba en labores de cosecha a su abuelo en el lugar conocido como Acobamba, en la localidad de Qechua, en la zona de Qachuaypampa, donde ocurrieron los hechos.
David, que por esas paradojas de la vida ahora es el alcalde del distrito de Cayara, recordó que al promediar el mediodía del día de la matanza regresaron junto a su abuelo a casa, donde ingresó un militar preguntando por sus padres.
RELATO
¿Tu mamá? Le preguntó el militar al que el pequeño David y éste le respondió, en la chacra ¿Tu papá? En el cielo.
“Yo lo vi tranquilo, le di esas respuestas y se regresó, no dijo nada, tampoco me pareció extraño. Para mí fue normal porque siempre venían a inspeccionar de la base de Huaylla, que está a media hora de Cayara”, recuerda el alcalde.
DESENLACE
David Ccayo  dijo que los militares llegaron a Cayara al promediar las nueve de la mañana y mataron a una persona en la entrada del pueblo. Eran las celebraciones en honor a la Virgen de Fátima, los militares alegaron que los pobladores festejaban el ataque terrorista del día anterior. Detuvieron a cinco personas y las metieron dentro de la iglesia. Se escucharon disparos. Días después los cuerpos fueron encontrados en un lugar conocido como Quimsahuayco.
Fuentes periodísticas de la época dan cuenta que los soldados se desplazaban por la pampa. Separaron a las personas mayores y a los jóvenes; dejaron a las mujeres y niños juntos.
También se sabe que el ruego de las mujeres arrodilladas que pedían que no les hagan nada no fue suficiente.
Un segundo batallón que había estado bebiendo alcohol mientras saqueaban el poblado, se ensañó con más violencia contra los detenidos, a quienes incluso les colocaron pencas de tuna en la espalda hasta hacerlos sangrar a los detenidos.
Asimismo se sabe que de pronto los militares realizaron disparos al aire y botaron a todas las mujeres, niños y jóvenes. Todos empezaron a correr a su suerte, para todos lados, pero con dirección al pueblo. Estaba oscureciendo, eran seis de la tarde. Los mataron uno por uno.
“Uno de mis primos estaba regresando con mi tía llevando los documentos de su papá. Toda la gente estaba llorando, gritando, pidiendo auxilio, pero nada”, narró David Ccayo  sobre la matanza que duró cerca de tres horas.
Al día siguiente, por la mañana, aparecieron militares. Los familiares de los asesinados quisieron llegar al lugar de la masacre, pero no los dejaron. Recién dos días después, el 16 de mayo, pudieron recorrer la zona.
El alcalde recuerda que en el camino encontró la correa de su abuelo, la reconoció porque la hebilla tenía la inicial de su apellido; más allá, junto a un molle, su chaleco. Buscaron su cuerpo y no lo encontraron. En una chacra encontraron fosas, en otra chacra igual. Por la noche se hizo una pequeña misa, se prendieron velas y eso fue todo. Nadie se atrevió a desenterrar los cadáveres.
“Al día siguiente llegó un helicóptero y fuimos donde estaban las fosas y no había nada, ningún cadáver. Los habían desaparecido. Se encontraron las fosas abiertas y no encontramos nada”, señaló.
Luego, agregó: “Días después llegó el presidente Alan García a Cayara. Me acuerdo de que estuvo en el municipio, no recuerdo qué habló”.
Antes de concluir el burgomaestre dijo que después de los hechos instalaron una base militar en la escuela de Cayara. Las personas que estuvieron presentes en la matanza, como Fernandina Palomino, Justiniano Tinco, Antonio García Tipe y Jovita García Suárez, fueron desaparecidas. Pasaban una lista y se los llevaban. Nunca más se supo de ellos.
Cabe indicar que Qachuaypampa será declarado hoy Sitio de la Memoria “Kuyasqanchikuna Yuyanapaq” por la municipalidad distrital de Cayara debido a los hechos ocurridos en 1988. En ese lugar se levantará un mausoleo en memoria de los asesinados y por las muchas víctimas que allí dejó la violencia.
(“La Voz” de Ayacucho, Diario y Radio)

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