MARIÁTEGUI:
Y LA CONSTRUCCIÓN ORGÁNICA
Un
día como hoy 14 de junio de 1894, nació el fundador del socialismo
peruano. Desde 1918 Mariátegui escribe, “nauseado de política
criolla, me orienté resueltamente hacia el socialismo, rompiendo con
mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismo y
bizantinismo finiseculares, en pleno apogeo” Reiteró un propósito:
“Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la
creación del socialismo peruano”
Resultado
de un largo proceso que se inició en 1918, cuando junto a otros
peruanos formó el Comité de Propaganda y Organización Socialista.
Llega a fundar el Partido Socialista del Perú en la Reunión de
Barranco del 7 de octubre de 1928,
junto con seis activistas: Julio Portocarrero, Avelino Navarro, César
Hinojosa, Fernando Borja, Ricardo Martínez De La Torre y Bernardo
Regman. Y al mismo tiempo, alentó
la organización de la Confederación
General de Trabajadores del Perú (CGTP)
en 1929 y la "Federación de Yanaconas"
El
proyecto político de Mariátegui se puso a prueba en el Congreso
Sindical Latinoamericano de Montevideo de mayo de 1929, y
la Conferencia
Comunista Latinoamericana de
junio del mismo año. A ellas asistió el Partido Socialista del Perú
con cinco delegados que llevan planteamiento de Mariátegui: Hugo
Pesce,
Julio Portocarrero, José Bracamonte (piloto de la Marina Mercante
Nacional, fundador de la Federación de Tripulantes del Perú), Juan
Peves (dirigente campesino de Ica, fundador de la Federación de
Yanaconas) y Carlos Saldías (dirigente textil). Estos planteamientos
fueron cuestionados por el buró político de la Internacional en
Sudamérica, generando una distancia entre los planteamientos de
la III
Internacional Comunista,
y las posturas de Mariátegui. En definitiva, Mariátegui "no
aceptó subordinarse a la jerarquía comunista"
En
carta a César Vallejo del 14 de octubre de 1929, Mariátegui dice:
“… no cejaré en el empeño de dar vida a un partido de masas y
de ideas, el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra
historia republicana”
Toda
esta tarea quedó para que las siguientes generaciones pudieran
realizar. Pero, Ravines, apoyado por otros directivos, procedió a
cambiar de nombre al partido, siguiendo los dictados de la jerarquía
comunista de Moscú. Así nació el Partido
Comunista Peruano,
el 20
de mayo de 1930.
En
los 50 y 60, el Partido Comunista Peruano encabezado por Jorge del
Prado derivó en posiciones reformistas. La polémica y posterior
ruptura en 1963 entre el Partido
Comunista de la Unión Soviética y
el Partido
Comunista de China sirvió
como catalizador de aquel proceso, que tuvo un hito importante en la
IV Conferencia
Nacional realizada
en 1964, donde se consumó la primera gran ruptura orgánica. En ese
periodo también aparecieron otras organizaciones de izquierda,
inspiradas en el triunfo de la revolución cubana, el troskismo
y el foquismo.
Tras
la IV Conferencia quedaron dos sectores, el Partido Comunista del
Perú "Bandera Roja"
(encabezado por Saturnino Paredes) y el Partido Comunista Peruano
"Unidad" (dirigido por Jorge del Prado)
En
1968 diversas bases, entre las que se encontraban el Comité Regional
de Ica, la Comisión
Nacional de
Organización y el Comité Político Militar Patria Roja, conforman
una “Comisión Nacional Reorganizadora”, enfrentada a la posición
dogmática de la dirección encabezada por Saturnino Paredes. Esta
fase culmina en la VI Conferencia Nacional celebrada en 1969 donde se
decide la expulsión del grupo encabezado por Paredes y se acuerda
que el órgano central del partido lleve el nombre de "Patria
Roja".
Luego
de esta experiencia, conviene preguntarnos. ¿En estos momentos,
cuántos siguen el camino de Mariátegui, cuantos nauseado de
política criolla, se orientan resueltamente hacia el socialismo? La
respuesta a esta pregunta sólo puede ser accesible
a través de la respuesta de cada sujeto. Por cuanto, desde afuera,
no puede conocerse los detalles de lo consciente.
Para
los continuadores del Camino de Mariátegui, cada 14 de junio debe
ser un acontecimiento de continuidad y ruptura; un proceso que se
convierte en balance autocrítico de compromisos, tareas y metas
asumidas previamente, así como de proyecciones hacia los próximos
años. Todo ello para seguir esforzándose en la lucha permanente en
la ruta de la victoria del socialismo en nuestra patria.
La
ligazón con las masas en permanente lucha, es la condición más
importante en la tarea de la preparación de la organización. Todo
activista consciente debe vivir muy dentro de la vida del pueblo
trabajador. No es suficiente lanzar ideas esclarecedoras en el aire,
es preciso fijarlas orgánicamente en todos los niveles de
organización de las masas.
Domingo
Suárez 14.06.2015
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