viernes, 19 de junio de 2015

MARIÁTEGUI: Y LA CONSTRUCCIÓN ORGÁNICA


 


MARIÁTEGUI: Y LA CONSTRUCCIÓN ORGÁNICA
Un día como hoy 14 de junio de 1894, nació el fundador del socialismo peruano. Desde 1918 Mariátegui escribe, “nauseado de política criolla, me orienté resueltamente hacia el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismo y bizantinismo finiseculares, en pleno apogeo” Reiteró un propósito: “Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano”
Resultado de un largo proceso que se inició en 1918, cuando junto a otros peruanos formó el Comité de Propaganda y Organización Socialista. Llega a fundar el Partido Socialista del Perú en la Reunión de Barranco del 7 de octubre de 1928, junto con seis activistas: Julio Portocarrero, Avelino Navarro, César Hinojosa, Fernando Borja, Ricardo Martínez De La Torre y Bernardo Regman. Y al mismo tiempo, alentó la organización de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) en 1929 y la "Federación de Yanaconas"
El proyecto político de Mariátegui se puso a prueba en el Congreso Sindical Latinoamericano de Montevideo de mayo de 1929, y la Conferencia Comunista Latinoamericana de junio del mismo año. A ellas asistió el Partido Socialista del Perú con cinco delegados que llevan planteamiento de Mariátegui: Hugo Pesce, Julio Portocarrero, José Bracamonte (piloto de la Marina Mercante Nacional, fundador de la Federación de Tripulantes del Perú), Juan Peves (dirigente campesino de Ica, fundador de la Federación de Yanaconas) y Carlos Saldías (dirigente textil). Estos planteamientos fueron cuestionados por el buró político de la Internacional en Sudamérica, generando una distancia entre los planteamientos de la III Internacional Comunista, y las posturas de Mariátegui. En definitiva, Mariátegui "no aceptó subordinarse a la jerarquía comunista"
En carta a César Vallejo del 14 de octubre de 1929, Mariátegui dice: “… no cejaré en el empeño de dar vida a un partido de masas y de ideas, el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana”
Toda esta tarea quedó para que las siguientes generaciones pudieran realizar. Pero, Ravines, apoyado por otros directivos, procedió a cambiar de nombre al partido, siguiendo los dictados de la jerarquía comunista de Moscú. Así nació el Partido Comunista Peruano, el 20 de mayo de 1930.
En los 50 y 60, el Partido Comunista Peruano encabezado por Jorge del Prado derivó en posiciones reformistas. La polémica y posterior ruptura en 1963 entre el Partido Comunista de la Unión Soviética y el Partido Comunista de China sirvió como catalizador de aquel proceso, que tuvo un hito importante en la IV Conferencia Nacional realizada en 1964, donde se consumó la primera gran ruptura orgánica. En ese periodo también aparecieron otras organizaciones de izquierda, inspiradas en el triunfo de la revolución cubana, el troskismo y el foquismo.
Tras la IV Conferencia quedaron dos sectores, el Partido Comunista del Perú "Bandera Roja" (encabezado por Saturnino Paredes) y el Partido Comunista Peruano "Unidad" (dirigido por Jorge del Prado)
En 1968 diversas bases, entre las que se encontraban el Comité Regional de Ica, la Comisión Nacional de Organización y el Comité Político Militar Patria Roja, conforman una “Comisión Nacional Reorganizadora”, enfrentada a la posición dogmática de la dirección encabezada por Saturnino Paredes. Esta fase culmina en la VI Conferencia Nacional celebrada en 1969 donde se decide la expulsión del grupo encabezado por Paredes y se acuerda que el órgano central del partido lleve el nombre de "Patria Roja".
Luego de esta experiencia, conviene preguntarnos. ¿En estos momentos, cuántos siguen el camino de Mariátegui, cuantos nauseado de política criolla, se orientan resueltamente hacia el socialismo? La respuesta a esta pregunta sólo puede ser accesible a través de la respuesta de cada sujeto. Por cuanto, desde afuera, no puede conocerse los detalles de lo consciente.
Para los continuadores del Camino de Mariátegui, cada 14 de junio debe ser un acontecimiento de continuidad y ruptura; un proceso que se convierte en balance autocrítico de compromisos, tareas y metas asumidas previamente, así como de proyecciones hacia los próximos años. Todo ello para seguir esforzándose en la lucha permanente en la ruta de la victoria del socialismo en nuestra patria.
La ligazón con las masas en permanente lucha, es la condición más importante en la tarea de la preparación de la organización. Todo activista consciente debe vivir muy dentro de la vida del pueblo trabajador. No es suficiente lanzar ideas esclarecedoras en el aire, es preciso fijarlas orgánicamente en todos los niveles de organización de las masas.
Domingo Suárez 14.06.2015






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