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ESTADO DE EMERGENCIA
La realidad superficial de la pandemia del coronavirus a nivel de todos
los pueblos del mundo ha puesto los ojos de la realidad mundial solo en
sus efectos de salubridad
pública y su control, pasando a segundo plano la realidad profunda de
los elementos económicos, políticos sociales, poco investigado como poco
difundido en la situación actual creada por un mal que vine a agudizar
aún más la paralización las fuerzas productivas
en el mundo de los trabajadores.
Al respecto, hay diversos puntos de vista. Todos ellos, lejos de
pronunciarse de que solo se trataría de un mal accidental producido como
otros de modo espontaneo en la
naturaleza y contaminado al hombre, coinciden de que se trata de una
pandemia producida en laboratorios, como arma biológica, que a modo de
un misil silencioso, ha caído en el sector más productivo de la
República Popular de China; de allí, se expande al mundo
entero, tal como viene sucediendo. El portador es el hombre mismo.
En este trance, el requisitoriado es el capitalismo norteamericano, que
habiéndose alejado de la actividad productiva para solo vivir a
expensas de las rentas que le proveen
sus gigantescos bancos, cuya moneda, el dólar, carece de respaldo como
consecuencia del alejamiento de la producción.
La Unión Europea, en beneficio de su economía, decidió comerciar con
China y en su moneda. La economía China relega a segundo plano a la
hegemonía estadounidense. El capital
estadounidense se resistió a esta pérdida de uno de los principales
escenarios donde derramaba sus capitales y dependían las organizaciones
internacionales por ella controlada. Al verse acorralado en su lecho de
muerte, hasta con las uñas se aferra a la vida
y no dudo en soltar la pandemia. Sin lugar a dudas, es la crisis
terminal del capitalismo. Y de qué manera lo padecemos, lo estamos
viendo y cargando sobre nuestras espaldas ahora. Estamos dentro de una
gran recesión económica producida por aquella crisis
terminal de un sistema dominante, tal como lo fue en su momento, el
esclavismo y feudalismo, que se hundieron por aquella dolencia terminal:
régimen alcabalero o rentas.
Por otro lado, la luz al final del túnel, sin lugar a dudas, nos hace ver que vivimos como nunca el alba de la ÉPOCA SOCIALISTA.
Ojala, ahora, reflexionemos el porqué del llamamiento real, inmediato, impostergable, de:
PREPARACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN PARA EL CAMBIO SOCIAL.
Por
tanto, el estado de emergencia, mirando al futuro, o es para el
activista de la política criolla, o es para el activista del
socialismo peruano.
HFD.
23.03.2020.
Colectivo Perú Integral
23 de Marzo de 2020
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