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A diez meses de la Pandemia
A diez meses de la pandemia, cuál es el panorama actual del Perú en TRABAJO, en EDUCACIÓN, en SALUD.
En Trabajo. La desocupación crecía tanto como el subempleo y la informalidad laboral a nivel nacional, y se sumaban décadas tras décadas. La Pandemia desencadenó por cinco meses, el colapso total a nivel nacional. Entre los graves y más perjudicados fue el agro, en su pequeña y mediana producción de pan llevar y fruticultura, destinada al mercado interno del país, las mismas que se vieron forzadas a deshacerse de sus productos y de un año de sacrificado trabajo: al desperdicio, como consecuencia de una orden de Estado, que prohibía el transporte terrestre de carga. Mientras que en muchos poblados del país, familias enteras sufrían hambre. Y en estos momentos, la situación no ha cambiado. No se puede decir lo mismo con respecto al agro-exportador, que se encuentra protegido por los poderes del Estado y los míseros jornales que les pagan a sus obreros agrícolas.
El pequeño y mediano comercio como el pequeño y mediano industrial nacional, siguió el mismo destino del pequeño y mediano agricultor nacional. Respecto al trabajo en sus actividades propias cabe mencionar, que en su labor solo utilizan el trabajo familiar o de modo excepcional, y sobre todo en tiempos de aumento de demanda de sus productos, como es el caso, de la actividad manufacturera, y por lo mismo la exigencia de usar mano de obra ajena a la familia, contratan uno o dos trabajadores, de modo temporal. El productor nacional, no solo tiene un capital que le ajusta del cuello cuando desea respirar mejor, sino que tiene también otro cancerbero, los impuestos y la usura de los bancos, que suman el doble de capital de lo que le prestan al pequeño o mediano productor nacional, llámese agricultor, industrial, comerciante, etcétera. Y conste, que son ellos los que abastecen el mercado nacional, cuya labor anónima, contribuye en el engrosamiento del PBI del Estado.
Levantado al 40% de las actividades laborales en estos últimos meses, después de un encierro de seis meses, son estos sectores los que al activarse penosamente, el Estado y Gobierno echan mano fácil y hablan de “una reanimación económica del Perú”. Como siempre en la historia del Perú, nuevamente el 90% del pueblo trabajador peruano, asume como su responsabilidad, la responsabilidad de ese 10% de clase dominante parasitaria, caduca y corrupta. Después de enterrar sus muertos, no hay tiempo para llorar, inmediatamente se ponen a trabajar, pero el cancerbero Estado, no les deja laborar, les cierra los centros de trabajo. Les persigue, los detiene, los injuria y difama, los enjuicia, los condena y los encarcela. Así, ¿a dónde va el Perú? Dos cosas. El 10% de clase dominante caduca y corrupta, se va con el Hundimiento del Perú, al basurero de la historia; en cambio, el 90% del pueblo trabajador peruano, se va con el RESURGIMIENTO DEL PERÚ. Hoy, como jamás llamo a las puertas de un Perú Nuevo, tocan: La lucha resuelta POR LA REIVINDICACIÓN DEL TRABAJO. Por eso, la clave en este proceso: es: RESOLVER EL PROBLEMA DE ORGANIZACIÓN.
Héctor Félix D.
28.12.2020
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
28 de Diciembre del 2020
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