miércoles, 28 de mayo de 2025

EL FACTOR VERO

 BREVE INTRODUCCIÓN

(27 de mayo de 2025)

A continuación trascribo cuatro comentarios, publicados el día de ayer lunes 27 de mayo, en el portal de Facebook. El cuarto comentario es mío. Después no he podido ingresar a Facebook, así que no conozco si se escribieron otras opiniones. (Miguel Aragón) 


EL FACTOR VERO

Fredy León  (26 de mayo)

¿Necesita Verónika que la defiendan? Sí y no.

Sí, porque la ultraderecha -que es bruta pero no cojuda- sabe a quién debe destruir y tiene las mañas y los medios para hacerlo. Basta ver la cantidad de tinta, papel y tiempo infame que la derecha le dedica a Verónika. 

Y no, porque su conducta, consecuencia y honestidad absoluta, están muy por encima de todas esas gazmoñerías lilliputienses que agitan sus biliosos detractores.

A Vero hay que criticarla desde la razón y defenderla con pasión.

Verónika ha revolucionado la conciencia de un país, es una presencia incómoda para el poder decadente de la burguesía, una voz que remece desde los cimientos el relato dominante, una persona que cuestiona frontalmente al modelo neoliberal y ofrece una alternativa de cambio. 

Pero también es una voz crítica para esos izquierdistas sectarios con mentalidad derrotista que viven mirándose el ombligo y están marcando el paso en el mismo lugar.

Verónika es lucha y esperanza, es consecuencia y honestidad.

El principal mérito de Verónika es que con su candidatura presidencial del 2016 (19% de votos y si no pasó a la segunda vuelta fue por el sectarismo de Gregorio Santos) logró poner en el centro del debate los temas principales del país (nueva constitución, nueva política económica, derechos para todos, lucha contra la corrupción e integración regional), sacó a las izquierdas de la marginalidad política en que estaban y aceleró el proceso (aún inconcluso) de reconstrucción de las izquierdas. 

Antes de Verónika las izquierdas, divididas y reducidas casi a la insignificancia, estaban desorientadas sin saber como atravesar el desierto de su soledad. Verónika logró que las izquierdas culminen esa travesía por el desierto y con su liderazgo le dió un fuerte impulso de masas. Recordemos que en las elecciones del 2006 el histórico dirigente izquierdista, Javier Diez Canseco, obtuvo el 0.5% de votos; y el sempiterno Secretario General de Patria Roja, Alberto Moreno, un mísero 0.27%. 

Esas eran las izquierdas antes de Verónika.

Es cierto que después, por errores propios y lecturas equivocadas del momento político, Verónika no logró consolidar su liderazgo, pero nadie puede negar que con generosidad y amplitud contribuyó al triunfo electoral de Pedro Castillo.

Que luego Castillo, por sus propias limitaciones, inexperiencias y errores, haya fracasado, no es responsabilidad que se pueda atribuir a Verónika.

La responsabilidad de Verónika es que siga siendo consecuente con sus ideales y que siga batallando por la patria nueva. Nadie cree que el nuevo Perú, por el que muchos luchamos, va caer gratis del cielo. Se necesita sumar esfuerzos, trabajo colectivo, responsabilidad, sacrificio e inteligencia.

Y en esa tarea Verónika tiene todavía bastante que aportar, con sus ideas y con su liderazgo. 

No sé si Verónika aspira ser candidata en las próximas elecciones, será su decisión personal, está en su legítimo derecho y se la tiene ganada; pero si no desea, ella tiene mucho para aportar en esa otra dura y compleja batalla de ideas: la batalla por el socialismo.

Y es que el liderazgo de Verónika se construyó desde el campo de las ideas, desde el debate y confrontación de alternativas contra la derecha neoliberal (recuerden el papelón de Aldo Mariátegui) Ahí radica la fuerza y la clave del importante lugar que Verónika se ha ganado en la política.

Por eso la derecha teme a Verónika, teme a la fuerza de sus ideas, y por eso desde Perú21, Expreso o El Comercio se dedican a tirar un montón de basura con el premeditado objetivo de querer dañar su imagen y debilitar su liderazgo. Y por eso se equivocan algunos izquierdosos despistados que, con razón o sin razón, recelan de Verónika y creen que "criticar" a Verónika es reproducir las mismas intolerancias y el mismo sectarismo que comedidamente difunden los fundamentalistas neoliberales. 

Se equivocan quienes piensan que debatir o criticar en la izquierda es tirar a matar al mensajero y, cada vez que se les nubla la razón y se les ofusca el pensamiento, salen prestos a colocar ese cartelito de "oportunista" o "traidor" que llevan bajo el brazo.

A la derecha no se le va derrotar desde las voces y lamentos quejumbrosos de esas mentalidades derrotistas que no creen ni proponen nada. A la derecha podemos derrotarla desde la afirmación de una propuesta de cambio, desde la construcción de una alternativa revolucionaria donde no basta con cambiar la constitución sino que hay que transformar ese sistema capitalista que dio origen al neoliberalismo.

Y en esa lucha Verónika ha demostrado que tiene el liderazgo para transformar el rechazo y exigencia de justicia de las masas en un programa político concreto.

Esa es la fuerza revolucionaria de Vero, la que hay que cuidar y alentar a que siga adelante.



Carlos Moreno (26 de mayo)

Mientras que algunos dicen que Verónica es revolucionaria y socialista; otros para contrarrestar alguna critica a Verónica, comparando con la figura de Evo que si es de izquierda, dicen que Bolivia está en problemas por culpa del Socialismo.

En el 2016, cuando se estaba a cuatro meses de las elecciones, los partidarios de Verónica, candidatos a congresistas de Lima, proponían como táctica de campaña "que para no asustar a gran parte del electorado que siente simpatía por Verónica, era mejor decir que el Frente Amplio no es de izquierda"; como parte de los socialistas, que nos sumamos a este Frente Amplio, sustentamos que era un craso error esa táctica; posteriormente la propia Verónica al escuchar el pedido de los candidatos socialistas aceptó que se vaya con el cliché de izquierda; pero nunca Verónica admitió ser socialista, revolucionaria y menos marxista. Su comportamiento posterior demuestra que sigue en esa posición; es una progresista, socialdemócrata; por eso no simpatiza con los regímenes de Chávez y Evo, que son del Socialismo del siglo XXI. Si Verónica es consecuente con su progresismo, debe ser Antineoliberal, pero uno de sus principales adeptos como Franklie, cuando asumió el Ministerio de Economía con Pedro Castillo no hizo nada para cerrarle el paso al modelo neoliberal impuesto por EE.UU. Nuevo Perú aliado de JP en el 2021 cogoberno con Castillo; y son corresponsables de que no se aplique el Plan Bicentenario y que se convierta el primer gobierno del pueblo en una repartija de ministerios entre PL , Bloque magisterial y JP-NP.

Por eso la figura de Verónica está deteriorada. Es una líder nadie lo duda.

Como la derecha no ve esas tendencias que hay en la izquierda y el progresismo, la ataca a ella porque es la figura más visible; y demoliendola a ella piensa que entierra una opción de izquierda en el electorado.

La mejor alternativa para la izquierda es que todos los partidos inscritos y no inscritos de la izquierda y los progresistas es que formemos un solo bloque popular para las elecciones del 2026, mediante la política de alianzas y acuerdos políticos.

Esa es la posición del Movimiento Nacional Renovemos expresada en la revista mensual "Resistencia Ciudadana".


Marino Barrios Mikuylla

A la izquierda lo friega otra izquierda.

Un cajamarquino (Santos) con su 4.5% lo jodió a Verónica, en el 2016, permitiendo el pase de PPK a la segunda vuelta.

Si no es por ese Rondero terco de Goyo Santos, Verónica pasaba holgadamente a la segunda vuelta y la derrotaba a la japonesa Keiko.

Ya hubiéramos tenido Verónica de presidente, tal vez, al estilo de Michelle Bachelet.

En el 2021 apareció otro cajamarquino, pero muy improvisado sin experiencia y sin perfil de estadista. Por su propia incompetencia perdió el poder.

Y seguimos jodidos sin rumbo.

Yo soy etno nacionalista, pero voté por Verónica en dos oportunidades, en el 2016 y 2021. Ahora votaré por Antauro, si el JNE lo permite.



EL FACTOR VERO Y LA LUCHA POLITICO ELECTORAL

(26 de mayo de 2025)

(Por Miguel Aragón)

En el análisis del papel del individuo en la historia, los materialistas siempre deberíamos  partir de las condiciones concretas en que nos desenvolvemos: En última instancia,   esas condiciones determinan las necesidades y las posibilidades reales de acción,  en ese momento determinado. 

Omar Meneses ha publicado en Facebook,  un comentario de  Fredy León, titulado el El factor Vero, y  ha sido motivo de varios comentarios. Sumándome a esos comentarios, yo anoto lo siguiente.

Todos sabemos que  Verónika Mendoza nunca se ha declarado socialista y mucho menos marxista. ( ¿Cuántos autodeclarados marxistas hay en el Perú, que hayan leído El Capital de Carlos Marx,  La revolución y el estado de V. I. Lenin, y 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana de José Carlos Mariátegui ? ). 

Si  Verónika Mendoza nunca se ha declarado socialista, ni tampoco marxista, entonces, mal haríamos en reclamarle y hasta exigirle, que se comporte como tal. De quienes hay que desconfiar es de individuos como Haya de la Torre (que se declaró marxista y leninista), de Rabines (marxista-leninista), y de otros individuos que en su momento se declararon marxista-leninista-maoistas o marxista, leninista, mariateguista).

De igual manera, se sabe que Verónika Mendoza, nunca ha desarrollado una campaña contra los marxistas ni contra los socialistas. Ella es una demócrata consecuente, como en su tiempo lo fue Alfonso Barrantes, y como lo fueron muchos otros, que en este momento sería muy largo mencionar. 

No declararse marxista ni socialista, no es ningún delito y mucho menos un pecado. La inmensa mayoría de la población peruana, más del 99,9 % no se ha declarado socialista y mucho menos marxista. Entonces, ¿cuál es el problema con Verónika Mendoza?     

Volviendo a las condiciones  del presente. 

1.- Nuestro país, desde 1918 se encuentra en la etapa democrática de la revolución socialista, esta etapa todavía no ha concluido. Por lo tanto, toda  lucha democrática debe ser acogida y apoyada.

2.- Actualmente, y desde 1993, la economía peruana se encuentra en un periodo de crecimiento capitalista, y de una relativa estabilidad. Actualmente no hay situación revolucionaria en el país. Entonces, mal haríamos en este momento, pretender y exigir a  otros, que propongan objetivos revolucionarios, que no son tareas acordes con el momento actual.

3.- El Plan Bicentenario trabajado  por los dirigentes del movimiento Nuevo Perú en las elecciones de junio de 2021, fue un plan de gobierno democrático burgués, acorde con las necesidades y posibilidades de ese momento (año 2021). Considero que en lo fundamental, debería ser tomado como base para la lucha político electoral 2026, por ahora no se necesita más. 

4.- Discrepo con la propuesta de Asamblea Constituyente y Nueva Constitución. En Perú se han debatido e impuesto Doce constituciones, una constitución más (la número 13) con la misma clase dominante en el poder, solamente serviría para afianzar más a esa clase social en el poder. No nos hagamos ilusiones, revisemos la reciente experiencia de la lucha democrática en Chile, un país muy parecido al nuestro. Y a más largo plazo revisemos las experiencias constitucionales en Rusia, China y Cuba. ¿Qué cambió primero? ¿El poder, o la constitución? 

5.- Las necesidades de la inmensa mayoría de la población, en estos momentos de crecimiento económico  sin desarrollo social,  son otras. Investiguemos las condiciones de trabajo y las condiciones de vida de la población, y propongamos un Programa de Reivindicaciones Inmediatas que unifique a la mayoría del pueblo.   

6.- Este análisis y debate, de  la participación en la lucha político electoral 2026, debimos de haberlo comenzado el 28 de julio de 2021, y el análisis y debate de la participación en la lucha político electoral municipal debimos haberlo comenzado el 1° de enero de 2023.  Estamos atrasados, muy atrasados. Comencemos por autocríticamente reconocer este error nuestro.

7.- El año 2026 se van a desarrollar tres proceso electorales, el año 2026 será un año eminentemente electoral. De las tres contiendas electorales, considero que la más importante es la lucha político electoral municipal de octubre de 2026. 

Por las limitaciones, propias de nuestro atraso, deberíamos proponernos participar en la lucha electoral con  metas modestas. 

Para octubre de 2026, obtener la mayoría en por lo menos el 10% de los municipios  (es decir, en 180 municipios locales y en 20 municipios provinciales). 

Esa experiencia nos debe de servir para en la lucha político electoral municipal de octubre de 2030, la meta debería ser obtener la mayoría en el 30% de los municipios (es decir en 500 municipios locales y en 60 municipios provinciales) y también alcanzar una segunda mayoría en una cantidad similar de municipios en todo el país. 

Ninguna de las mini organizaciones en que está fraccionado el movimiento democrático en el país, está en condiciones  de realizar este trabajo, es más, parecería que  ni les interesa. Necesariamente se impone fortalecer el trabajo frente unitario  en desarrollo, trabajando desde las bases, de abajo hacia arriba. 

8.- De los tres procesos  de lucha electoral del año 2026, la más importante será la lucha municipal de octubre de 2026. Nuestra participación en los otros dos procesos (elecciones parlamentarias  y elección presidencial), sin abandonarlos,  debe supeditarse a la lucha de octubre de 2026.  

9.- Discrepo de las conclusiones de Fredy León,  sobre la participación en la lucha político electoral  del año 2016, y también discrepo de su juicio sobre el gobierno de Pedro Castillo (2021-2026). Este comentario  ya está muy extenso, en otra oportunidad lo escribiré.          

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