© Sputnik/ Vladimir Astapkovich
Cuando hace más de medio siglo —en el año 1959— el científico norteamericano Richard P. Feynman declaró que "existe la posibilidad de maniobrar todas las cosas, átomo por átomo", muy pocos le creyeron, inclusive el mundo científico dijo que su afirmación estaba más ligada a la ciencia ficción que a la realidad.
"La edad contemporánea no es la edad de la bomba atómica, la edad contemporánea es la edad del bárbaro científico". Pedro Albizu Campos, 1891-1965
Resulta que aquella declaración de Feynman abrió el camino a lo que el científico japonés, Norio Tanguchi, bautizó como nanotecnología molecular, que prometía a los seres humanos una mejoría de la calidad de vida y particularmente de su salud. Sin embargo, este optimismo fue interrumpido abruptamente por un reciente informe del portal web de noticias venezolano Aporrea.org, que denunció basándose en una investigación científica que Hugo Chávez había sido asesinado por una 'nanoarma'.
Según Aporrea, la nanoarma fue aplicada usando "nanotranspordadores o nanocápsulas con direccionamiento controlado que contenían nanopartículas inductivas con aceleradores de metástasis de dosis controlada". Los científicos explican que estas nanopartículas —nano 'bots' o robots— son capaces de penetrar células, incluyendo las de la sangre y el cerebro, para reforzar el sistema inmunológico o al revés, para dañarlo. Las nanopartículas también pueden ser programadas para hacer cualquier otra actividad en el cuerpo humano a nivel celular.
Para entender estos procesos hay que aclarar que la nanotecnología es el desarrollo y la aplicación práctica de estructuras y sistemas en una escala nanométrica: de entre uno y cien nanómetros —un nanómetro es la mil milésima parte de un metro—. La nanotecnología se ocupa por tanto de la fabricación y el control de estructuras y máquinas del tamaño de una molécula. Usando términos simples, significaría la manipulación de los átomos y moléculas para construir nuevos materiales. Actualmente, la nanotecnología se está usando en la industria de las computadoras, en la elaboración de aditivos para el combustible o el procesamiento de alimentos. También el uso de nano 'bots' está en fase experimental en la agricultura, la energía, el tratamiento de las aguas, la elaboración y administración de fármacos, el tratamiento de las enfermedades, la detección y control de plagas y el monitoreo de la salud. A la vez la nanotecnología tiene su parte oscura, según la organización británica Corporate Watch, que consiste "en la elaboración de sustancias peligrosas, el uso de nano 'bots' con fines militares que sirve para aumentar el poder corporativo en el actual mundo globalizado. En la Asamblea Parlamentaria de la OTAN de 2005 titulada 'Las Implicaciones de la Nanotecnología (NT) en la Seguridad', se habló de la revolución que está originando el uso de nano robots en la industria armamentística. Estados Unidos actualmente está destinando alrededor del 30% del presupuesto del programa federal National Nanotechnology Initiative —NNI por sus siglas en inglés, también llamada Iniciativa Nacional de Nanotecnología en español, y de la que participan 23 Agencias Federales— al Pentágono y un 28% al Departamento de Seguridad Doméstica —Homeland Security, en inglés—.
A escala mundial, el Departamento de Defensa norteamericano está gastando el 96% de todos los recursos que utilizan los 195 países de las Naciones Unidas para la investigación y el desarrollo de la tecnología nanomilitar. Lo que en términos monetarios se traduce en alrededor de unos 3.000 millones de dólares al año. Por el momento, el Pentágono está gastando mayormente este dinero en la aplicación de nano 'bots' en explosivos, aparatos de vigilancia, láseres y también en armas químicas y biológicas. Teniendo en cuenta que la mayoría de los programas del uso de la tecnología nanomilitar está clasificado, no se sabe exactamente su avance de desarrollo, que está dividido en diferentes fases.
Según la revista Signal de la Armed Forces Communication and Electronic Association, el proyecto de desarrollo y aplicación de la nanotecnología está separado en tres períodos. El primer período abarca 15 años, el segundo, se refiere al uso de la nanotecnología, en los próximos 15-30 años, y el tercero, lo que se avanzará posteriormente a 30 años vista. Precisamente en el penúltimo y en el último período se produciría una revolución tecnológica comparable solamente a la Gran Revolución Industrial —que tuvo lugar entre 1760 y 1840— debido al hecho de que los nano robots moleculares "superarán", según el asesor en nanotecnología de la Casa Blanca, Mikhail Roco, "todo lo que hemos visto en el siglo pasado".
Durante este ciclo se prestará una atención especial al desarrollo de las nanoarmas biológicas inteligentes, capaces de ubicar y dañar a miles o inclusive millones de personas indefensas. Se calcula que en una sola maleta podrían caber, según la publicación Signal, millones de armas de este tipo de una alta capacidad destructora. De acuerdo con Christine Paterson, la vicepresidenta del Foresight Institute de California, dedicado a la preparación de la sociedad para la implementación de la nanotecnología molecular, las próximas nanoarmas biológicas y químicas va a ser muy difícil de detectar y por lo tanto crear sistemas de defensa contra ellas.
Su capacidad de destrucción masiva, en la opinión del almirante norteamericano David Jeremiah, superará a la de las actuales armas nucleares, químicas y biológicas, algo que cambiaría radicalmente el equilibrio del poder militar. Además, estas nanotecnologías se convertirían en nuevas herramientas de disuasión. Lo que no toman en cuenta estos analistas es que actualmente más de diez países están en proceso de implementar nano 'bots' tanto para fines civiles como militares, siendo China el líder en la nanotecnología molecular y en la nanoelectrónica. La siguen Estados Unidos, India, Corea del Sur, Alemania, Japón, Irán, Francia, Reino Unido y Rusia. En estas condiciones sería difícil mantener la disuasión entre los países poseedores de nanoarmamento como también mantener la supremacía militar, algo a lo que actualmente aspira la Casa Blanca.
Los especialistas de la revista Signal consideran que la nanotecnología tanto para el uso militar como civil podría representar cierto peligro para la humanidad. Los nano robots moleculares se convertirían en nuevos tipos de contaminantes. El científico Eric Drexler, quien en 1986 anunció el inicio de una era de nanotecnología, advirtió también en 2004 que la industria va a utilizar nano 'bots' que van a replicarse a sí mismos creando una nanomasa informe y viscosa que podría producir una ecofagia mundial, una "grey goo" —plaga gris, en español—. Esto significaría un hipotético fin del mundo. Según esta hipótesis, un conjunto de nano robots se replicarían sin control consumiendo toda la materia viva en la tierra, creando más robots. La misma idea expresó el pionero del desarrollo de software estadounidense Bill Joy cuando afirmó que la nanotecnología representa un peligro más grande para la humanidad que toda la tecnología existente actualmente.
Recientemente, nuevos estudios han mostrado que el peligro de una plaga gris es mucho menos probable de lo que originalmente se pensó. El mismo Drexler trató de retractarse, diciendo que "desearía no haber utilizado nunca el término 'grey goo'". Pero la duda sobre las ventajas o peligros de la nanotecnología ya están presentes aunque en este mundo materialista neoliberal todas las dudas se disipan fácilmente con un simple anuncio de Wall Street sobre que la inversión en nanotecnología molecular es rentable. Los medios de comunicación globalizados propagarán en seguida las ventajas de la nanotecnología y las posibilidades de rejuvenecimiento y de una vida más longeva y saludable. Por de pronto ya aparecieron los asesores en nano capital y se formó Harris and Harris Group para dar todo el asesoramiento necesario a los inversores.
Mientras tanto en América Latina la mayoría de la gente sigue creyendo que se habría usado una nanoarma contra Hugo Chávez, tomando en cuenta también que es difícil considerar como una casualidad el hecho de que cinco presidentes latinoamericanos, todos de ideas progresistas: Fernando Lugo (Paraguay), Dilma Rousseff (Brasil), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Cristina Fernández (Argentina) y Hugo Chávez estuvieran enfermos de cáncer en menos de tres años, en el período 2009, 2010, 2011.
Fuente: Sputnik
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