El
presidente del Banco Central de Siria, Adib Mayale, consideró la
depreciación de la lira siria una consecuencia de la “guerra monetaria”
lanzada por ciertos Estados, encabezados por EE.UU., contra el país
árabe.
Para el funcionario sirio, la caída de
la lira siria es uno de los mecanismos utilizados por ciertos países
para desestabilizar y destruir la economía de Siria, informó el viernes
la cadena libanesa de televisión Al-Mayadeen.Acusó, además, a ciertas entidades internacionales monetarias de estar implicadas en esa batalla contra Siria.
La reciente y brusca depreciación de la moneda siria, agregó, es un hecho sin precedentes que demuestra la existencia de un plan determinado dirigido a golpear la economía de Siria.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria vive un conflicto armado debido a la actividad de grupos terroristas, cuya meta es derrocar al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, crisis que ha dejado hasta el momento entre 270.000 y 470.000 muertos, según distintas fuentes.
Casi desde el inicio de la crisis siria la Unión Europea (UE), EE.UU., la Liga Árabe (LA) y varias otras entidades internacionales aprobaron duras sanciones contra el Gobierno de Damasco tras acusarle de reprimir a la población civil. El pasado 27 de mayo, la UE prorrogó por un año más las sanciones que impone al Gobierno de Damasco, como parte de su política antisiria.
El embargo al petróleo, restricciones a determinadas inversiones, congelación de los haberes del Banco Central de Siria en la UE, restricciones a algunas exportaciones de equipamiento y tecnologías, así como tecnologías utilizadas para vigilar o interceptar Internet y las comunicaciones telefónicas, se encuentran entre las medidas prorrogadas de la UE.
Antes de la guerra, Siria tenía una economía diversificada. La agricultura representaba un 22 %, la extracción de petróleo y su industrialización un 25 %, la distribución de bienes de consumo masivos el 23 % y el turismo el 12 %, de acuerdo con cifras difundidas en 2009 por el Banco Central Sirio.
No obstante, la prolongada crisis, de la que Damasco acusa a EE.UU. y sus aliados, incluidos Turquía y Arabia Saudí, provocó el derrumbe del turismo, así como la drástica reducción de la producción del petróleo, esta última debido al control de los terroristas sobre algunas instalaciones petroleras del país y la destrucción de las plantas petroleras sirias durante ataques aéreos de la llamada coalición internacional antiterrorista liderada por EE.UU.
ftm/anz/nal
Fuente: HispanTV
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