Una de las bellas tradiciones del ayllu del antiguo Perú, que en los tiempos que va, de poquitos se ha ido a refugiar bajo las sombras del recuerdo en las comunidades de la sierra limeña, es el Chaskico. Los que hemos tenido la fortuna de vivirlo, alegrarnos, emocionarnos, al son de una obra cumplida, sabemos de qué se trata; para los que llegaron con tardanza de tiempo y lugar, les explicamos.
El chaskico es el descanso creativo del alma colectiva después de haber terminado el trabajo de la minga con la conclusión de la obra programada. Por ejemplo.
La necesidad de una casa para vivir en la comunidad, su construcción no era tan difícil como ahora lo es para el interesado individual. El comunero de ayer lo hacía fácil con el concurso de la Minga, que en pocas semanas y con el menor gasto de energías y peculio, entregaba la casa nueva para ser habitada. El favorecido en esta jornada de alegría- pues el trabajo se hacía con alegría y el contento afloraba en las bromas que se gastaban tanto varones como mujeres- por costumbre antiquísima, participaba a los músicos del lugar para celebrar el Chaskico, donde se armaba la ronda con la competencia sana y jocunda de las canciones, cantores y cantoras, y la danza fina que vibraba a través de un huaynito que alimenta dentro de ella los bellos momentos de un pasado pleno en contraste con un presente indiferente.
La casa terminada, lucia radiante. En sus esquinas y parte frontal, luciendo colgado unas mazorcas de maíz acompañado con unas pequeñas ollitas de barro, bendecía el hogar para que no sufra carestías.
El Chaskico (trabajo-minga), que seguramente en otros lugares de la sierra peruana, van también lentamente a ocupar las sombras del recuerdo. Lejos de desanimarse, mantiene vivo su regreso bajo una nueva luz moderna y superior de un Perú Nuevo en el Mundo Nuevo.
HFD.
26.03.17
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