Que mejor homenaje al Maestro, reivindicando su rol histórico en la lucha por un Perú nuevo en el Mundo nuevo.
MAESTRO,
CONSTRUCTOR DEL ORDEN NUEVO
“El maestro peruano quiere ocupar su puesto
en obra de reconstrucción social. No se conforma
con la supervivencia de una realidad caduca.
Se propone contribuir con su esfuerzo
a la creación de una realidad nueva”.
J.C.M. COC-T.14-65
El maestro juega un rol protagónico muy importante en la preparación de las nuevas generaciones que el Perú necesita para impulsar el cambio social y promover el desarrollo integral de la patria. Estratégicamente el maestro se encuentra en todo el territorio nacional, similar a nuestras venas y arterias que recorren por todo el organismo humano. Por eso cuando el movimiento magisterial se pone en pie de lucha por sus más sentidas reivindicaciones, se deja sentir su fuerza en todo el territorio nacional, contando con el respaldo de los padres de familia y pueblo en general.
Para que los maestros puedan cumplir conscientemente con tan digna misión, tienen que liberar sus fuerzas productivas elevandose del sindicalismo al socialismo, así como el Amauta JCM se elevó del periodismo a la doctrina; tienen que practicar la moral de productores, muy distinto y distante de la moral burguesa; tienen que enarbolar la lucha contestataria, contraria a la lucha protestataria; tiene que promover y fortalecer el frente unido con programa reivindicativo, ajeno al círculo vicioso de la vieja política criolla; tienen que formular planteamientos propositivos en vez de planteamientos suplicativos. He ahí a los maestros calificados, aptos para contribuir con eficiencia y eficacia al desarrollo de las fuerzas productivas de su entorno, potencializando la formación de nuevas generaciones para el resurgimiento del país. Esta labor, indudablemente no es nada fácil. Mejor que así sea, porque todos los trabajos difíciles dejan huellas indelebles y profundas. De allí que el profesional dedicado en cuerpo y alma al Magisterio, es un hombre de ideas renovadoras, solidario, integral, creativo e imaginativo. Como profesional propiamente dicho, instruye al factor humano con dedicación; como profesor, enseña apasionadamente a sus discípulos; y, como persona, forma con el ejemplo a sus continuadores. Que gran responsabilidad social e histórica como forjador de hombres nuevos, críticos, dinámicos, solidarios, de pensamiento y acción.
El espíritu renovador e inquieto del maestro, hace que sea exigente consigo mismo y exigente con los demás. En ese sentido es disciplinado porque reúne las siguientes cualidades.
1: Maestro histórico, porque valora su pasado, vive y siente su presente preparando sin reservas mentales a sus continuadores.
2: Maestro con moral de productor, porque al pensar con cabeza propia se esfuerza por contribuir al desarrollo de su pueblo, promoviendo trabajos de investigación.
3: Maestro Dialéctico, porque avanza en medio y a través de contradicciones, imprimiendo optimismo, confianza y vitalidad plena en sus discípulos.
4: Maestro creador, porque es un hombre imaginativo con capacidad para presentar alternativas de solución, a los diferentes problemas que se presentan en la vida diaria.
5: Maestro Solidario, porque es ajeno a todo espíritu sectario y ególatra. Promueve el trabajo en equipo, educando en colectividad, a través de la colectividad y para la colectividad.
6: Maestro Crítico, porque cuestiona el contenido de la estructura curricular oficial, dada su formación panorámica, adaptándola a la realidad concreta donde ejerce su labor educativa.
7: Maestro Transformador, porque su actitud afirmativa es consecuencia del análisis socio – económico y cultural del país y/o región donde labora, interpretando su realidad y estimulando la necesidad de transformarla, contribuyendo al cambio social. Vale decir, no basta con sólo interpretar la realidad sino que se debe luchar con razón y ventaja para su transformación.
Estas características básicas, fortalecen a los Maestros de ideas renovadoras y orientan su trabajo para fecundar con su soplo creador las inquietudes de las nuevas generaciones altruistas al servicio del pueblo. He ahí la reivindicación del Maestro líder de la Comunidad y constructor del orden nuevo.
Como líder, los maestros no pueden permanecer indiferentes ante los grandes problemas del país. Tienen que contribuir con su esfuerzo, a la creación de una realidad nueva. Tienen que ser sembradores de gérmenes de renovación, forjando el hombre nuevo que el Perú nuevo necesita.
En ese sentido, tienen que asimilar y poner en práctica los mensajes afirmativos e históricos de los ilustres maestros que representando a su generación, han dejado huellas imperecederas valorando el rol del maestro. Entonces, tener siempre presente el mensaje del ilustre maestro José Antonio Encinas, quien afirmó que “El más alto cargo que un ciudadano puede desempeñar en una democracia es el de maestro de escuela” (JAE-Un Ensayo de escuela nueva en el Perú). Asimismo reflexionar con el mensaje del Amauta José Carlos Mariátegui que a la letra dice: “De todas las victorias humanas les toca a los maestros, en gran parte, el mérito. De todas las derrotas humanas les toca, en cambio en gran parte, la responsabilidad” (JCM-T.14-62). Y, por último el maestro German Caro Ríos, discípulo de Mariátegui, con su mensaje aleccionador precisando que “El profesor es un trabajador de la enseñanza que labora con la materia prima más delicada y noble que es el niño. Su producción es la cultura que es la fuerza espiritual que impulsa el progreso general de la patria” (GCR- Las Escuelas de estudio e Trabajo en Coeducación). En efecto, estas contribuciones no hacen sino reafirmar la noble misión del maestro en su diaria labor de construir con las inquietudes de los estudiantes, nuevos conocimientos que abarca la formación Científico-Técnico; Físico-Deportivo; Ético-Espiritual. Y al aplicar el método de Aula-Taller-Proyecto, no hacen sino armonizar la teoría con la práctica para afirmar la asimilación consciente de todo conocimiento. He ahí el rol histórico del maestro, constructor del orden nuevo.
Lima-Perú, 06 julio 2018
José Félix Da
José Félix D.
05.07.18MAESTRO,
CONSTRUCTOR DEL ORDEN NUEVO
“El maestro peruano quiere ocupar su puesto
en obra de reconstrucción social. No se conforma
con la supervivencia de una realidad caduca.
Se propone contribuir con su esfuerzo
a la creación de una realidad nueva”.
J.C.M. COC-T.14-65
El maestro juega un rol protagónico muy importante en la preparación de las nuevas generaciones que el Perú necesita para impulsar el cambio social y promover el desarrollo integral de la patria. Estratégicamente el maestro se encuentra en todo el territorio nacional, similar a nuestras venas y arterias que recorren por todo el organismo humano. Por eso cuando el movimiento magisterial se pone en pie de lucha por sus más sentidas reivindicaciones, se deja sentir su fuerza en todo el territorio nacional, contando con el respaldo de los padres de familia y pueblo en general.
Para que los maestros puedan cumplir conscientemente con tan digna misión, tienen que liberar sus fuerzas productivas elevandose del sindicalismo al socialismo, así como el Amauta JCM se elevó del periodismo a la doctrina; tienen que practicar la moral de productores, muy distinto y distante de la moral burguesa; tienen que enarbolar la lucha contestataria, contraria a la lucha protestataria; tiene que promover y fortalecer el frente unido con programa reivindicativo, ajeno al círculo vicioso de la vieja política criolla; tienen que formular planteamientos propositivos en vez de planteamientos suplicativos. He ahí a los maestros calificados, aptos para contribuir con eficiencia y eficacia al desarrollo de las fuerzas productivas de su entorno, potencializando la formación de nuevas generaciones para el resurgimiento del país. Esta labor, indudablemente no es nada fácil. Mejor que así sea, porque todos los trabajos difíciles dejan huellas indelebles y profundas. De allí que el profesional dedicado en cuerpo y alma al Magisterio, es un hombre de ideas renovadoras, solidario, integral, creativo e imaginativo. Como profesional propiamente dicho, instruye al factor humano con dedicación; como profesor, enseña apasionadamente a sus discípulos; y, como persona, forma con el ejemplo a sus continuadores. Que gran responsabilidad social e histórica como forjador de hombres nuevos, críticos, dinámicos, solidarios, de pensamiento y acción.
El espíritu renovador e inquieto del maestro, hace que sea exigente consigo mismo y exigente con los demás. En ese sentido es disciplinado porque reúne las siguientes cualidades.
1: Maestro histórico, porque valora su pasado, vive y siente su presente preparando sin reservas mentales a sus continuadores.
2: Maestro con moral de productor, porque al pensar con cabeza propia se esfuerza por contribuir al desarrollo de su pueblo, promoviendo trabajos de investigación.
3: Maestro Dialéctico, porque avanza en medio y a través de contradicciones, imprimiendo optimismo, confianza y vitalidad plena en sus discípulos.
4: Maestro creador, porque es un hombre imaginativo con capacidad para presentar alternativas de solución, a los diferentes problemas que se presentan en la vida diaria.
5: Maestro Solidario, porque es ajeno a todo espíritu sectario y ególatra. Promueve el trabajo en equipo, educando en colectividad, a través de la colectividad y para la colectividad.
6: Maestro Crítico, porque cuestiona el contenido de la estructura curricular oficial, dada su formación panorámica, adaptándola a la realidad concreta donde ejerce su labor educativa.
7: Maestro Transformador, porque su actitud afirmativa es consecuencia del análisis socio – económico y cultural del país y/o región donde labora, interpretando su realidad y estimulando la necesidad de transformarla, contribuyendo al cambio social. Vale decir, no basta con sólo interpretar la realidad sino que se debe luchar con razón y ventaja para su transformación.
Estas características básicas, fortalecen a los Maestros de ideas renovadoras y orientan su trabajo para fecundar con su soplo creador las inquietudes de las nuevas generaciones altruistas al servicio del pueblo. He ahí la reivindicación del Maestro líder de la Comunidad y constructor del orden nuevo.
Como líder, los maestros no pueden permanecer indiferentes ante los grandes problemas del país. Tienen que contribuir con su esfuerzo, a la creación de una realidad nueva. Tienen que ser sembradores de gérmenes de renovación, forjando el hombre nuevo que el Perú nuevo necesita.
En ese sentido, tienen que asimilar y poner en práctica los mensajes afirmativos e históricos de los ilustres maestros que representando a su generación, han dejado huellas imperecederas valorando el rol del maestro. Entonces, tener siempre presente el mensaje del ilustre maestro José Antonio Encinas, quien afirmó que “El más alto cargo que un ciudadano puede desempeñar en una democracia es el de maestro de escuela” (JAE-Un Ensayo de escuela nueva en el Perú). Asimismo reflexionar con el mensaje del Amauta José Carlos Mariátegui que a la letra dice: “De todas las victorias humanas les toca a los maestros, en gran parte, el mérito. De todas las derrotas humanas les toca, en cambio en gran parte, la responsabilidad” (JCM-T.14-62). Y, por último el maestro German Caro Ríos, discípulo de Mariátegui, con su mensaje aleccionador precisando que “El profesor es un trabajador de la enseñanza que labora con la materia prima más delicada y noble que es el niño. Su producción es la cultura que es la fuerza espiritual que impulsa el progreso general de la patria” (GCR- Las Escuelas de estudio e Trabajo en Coeducación). En efecto, estas contribuciones no hacen sino reafirmar la noble misión del maestro en su diaria labor de construir con las inquietudes de los estudiantes, nuevos conocimientos que abarca la formación Científico-Técnico; Físico-Deportivo; Ético-Espiritual. Y al aplicar el método de Aula-Taller-Proyecto, no hacen sino armonizar la teoría con la práctica para afirmar la asimilación consciente de todo conocimiento. He ahí el rol histórico del maestro, constructor del orden nuevo.
Lima-Perú, 06 julio 2018
José Félix Da
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