Ama
sua (no seas ladrón), Ama llulla (no seas mentiroso)-Ama quella (no
seas flojo). Se desconoce en el tiempo de cuando se difundió estas tres
voces quechuas tan populares en nuestro medio y atribuido, como si se
tratara de un código moral, al Perú antiguo o el Tawuantinsuyo, lo cual
motiva observaciones a la luz de la realidad socio-económico de nuestros
antepasados del régimen incaico.
En su magnífica obra “Peruanicemos el Perú”, el Amauta José Carlos
Mariátegui, al referirse al ayllu ancestral de nuestro pasado
pre-hispánico, señala que la posesión de la tierra en el tawuantinsuyo
tenía el carácter de “comunismo agrario primitivo”. Ignoraban las bajas
pasiones que engendra el surgimiento de la propiedad privada sobre la
tierra o medios de producción; por tanto, todos trabajaban, varón y
mujer, según su capacidad y según sus fuerzas de acuerdo a la edad (aún
existe en nuestras comunidades de la sierra de hoy esta costumbre).
Todos se sentían útiles a la parcialidad, y es que en el trabajo
consciente, voluntario (minga, llankay, ayni), libre de los cálculos
individuales, por delante el interés común del ayllu como institución de
única defensa y desarrollo, no se miente ni se flojea.
El tawuantinsuyo al ser un pueblo de agricultores, cuyos magníficos
canales y lagunas aún sirve a los agricultores de hoy en algunos lugares
de nuestra sierra peruana, desconocían el valor del oro, de la Plata,
del dinero. Los productos de sus cosechas provenientes de la roturación y
cultivo de la tierra, no son atesorables, por tanto, desconocían el
acto de robar.
Conclusiones.
Toda esta reflexión tiene por objeto hacer camino a otros que pueden
mejorar con sus investigaciones el hecho de que los populares Ama sua,
Ama llulla y Ama quella, son falsas atribuciones que no corresponden al
alma indígena de nuestros antepasados del Perú antiguo, sanos
agricultores de grandes creaciones, como lo será el Perú Integral de
obreros y campesinos modernos.
Héctor Félix D.
26.08.18
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