lunes, 19 de abril de 2021

ARMANDO GALLARDO LEÓN
EL GRAN ESCAPE DE KEIKO 🐀
En una crónica anterior (“El principio del fin”), comunicamos que el fiscal José Domingo Pérez presentó acusación formal contra Keiko Fujimori por haber cometido los delitos de lavado de activos, organización criminal y obstrucción a la justicia, solicitando una pena de treinta años de prisión para ella y sus principales cómplices. En otras palabras, Keiko ya no está en condición de investigada sino en la antesala de ser juzgada, debiendo el poder judicial indicar el inicio de este proceso. La acusación alcanza también a la cúpula dirigencial de Fuerza Popular por haberse convertido en una organización delincuencial para lavar dinero y para comprar o amedrentar a los testigos de los delitos cometidos.
Por esta razón, es para ella de una importancia vital salir elegida presidenta ya que durante su mandato no podría ser procesada. Los integrantes de las organizaciones organizadas para delinquir están de plácemes pues tendrían cinco años de libertad para realizar sus fechorías impunemente pues tras la imagen de Keiko gobernaría el criminal, por ahora encarcelado, Alberto Fujimori. Recordemos que durante su gobierno de 1990 al 2000 la corrupción se generalizó y potenció en todos los aspectos de la vida nacional: fuerzas armadas, policía, ministerio público, poder judicial, sistema nacional electoral, procuradurías del Estado, ministerios, organismos supervisores, Contraloría, Tribunal Constitucional, gobiernos regionales y municipales, las entonces prefecturas y sus tenientes gobernadores, los colegios profesionales, y un largo etcétera. La corrupción era tan común que muchas personas ya la consideraban una cosa normal.
Con el gobierno de Keiko y Alberto Fujimori, previo indulto ya anunciado por la hija, volverán los comandos colina asesinando a líderes sindicalistas, sociales y universitarios; veremos la firma de nuevas actas de sujeción de los más altos mandos militares (con uniforme de gala incluido) a las órdenes de la mafia depredadora de los recursos del Estado; reaparecerá la prostitución de la administración de justicia con resurgimiento de otros cuellos blancos, chávarrys, hinostrozas y demás agentes que, cual pangolín, nos traerá peores males que la covid19. Volverán los desvíos de dineros del ministerio de defensa y del interior para cubrir los gastos de estudios y de vida a cuerpo de rey, de personas que no lo merecían ni tenían ningún derecho a gozar de estos privilegios.
Con el gobierno de Fujimori (Alberto y Keiko) volverá el congreso dominado por quienes desfilaron ante Montesinos para recibir ilegalmente dinero en la salita del SIN; volverá a surcar los aires el narco avión presidencial; volverán las esterilizaciones forzadas de mujeres de las zonas más pobres; volverán los secuestros y asesinatos de nuestros líderes andinos y amazónicos defensores de sus territorios y la naturaleza frente al poder de las grandes empresas; recrudecerá la explotación de los campesinos, obreros, trabajadores informales, etc; volverán las instituciones educativas de educación superior que buscan el lucro y no la formación de profesionales idóneos, lo que en sí es una estafa a los padres de familia.
Con el gobierno de los Fujimori volverán, no las oscuras golondrinas de Bécquer sino los hediondos gallinazos que envilecieron la política y la institucionalidad del país.
Los peruanos que queremos un país justo y solidario no podemos permitir que todo eso suceda. ¡Salvemos al país! Por el bien de nuestros hijos, de nuestros jóvenes y de nuestro pueblo, formemos una gran alianza anticorrupción para impedir que Keiko llegue al poder. ¡Votemos por el profesor Pedro Castillo para presidente del Perú! Tenemos la seguridad que con él estaremos mil veces mejor que con Keiko-Alberto Fujimori, como cogobernantes.
Lunes19abr21.