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Construcción de Perú Integral
EL FACTOR RELIGIOSO
Manuél Velázsquez Rangel
"En vida de los grandes revolucionarios, las clases opresoras les someten a constantes persecuciones, acogen sus doctrinas con la rabia más salvaje, con el odio más furioso, con la campaña más desenfrenada de mentiras y calumnias. Después de su muerte, se intenta convertirlos en iconos inofensivos, canonizarlos, por decirlo así, rodear sus NOMBRES de una cierta aureola de gloria para "consolar" y engañar a las clases oprimidas, castrando el CONTENIDO de su doctrina revolucionaria, mellando su filo revolucionario, envileciéndola." Lenin. El Estado y la Revolución.
El jueves 16 de setiembre de este año 2021, realizamos un evento vía internet con el auspicio de la Asociación Amigos de Mariátegui y de la Casa Museo Mariátegui. Contando con el invalorable apoyo de Fanny Izquierdo actual presidenta de la Asociación, y con Gustavo Espinoza, Eduardo Cáceres, Jorge Salgado y quien suscribe como expositores.
Este evento se inscribe en la idea de que el Amauta hizo en 7 Ensayos la evaluación, el balance, o como él gustaba decir, el proceso de los primeros 100 años de la República Peruana. No es casualidad que los dos primeros artículos de los 7 Ensayos hayan sido publicados el 9 de diciembre de 1924 (Abraham Valdelomar y el Movimiento Colónida y El Problema Primario del Perú).
Pues bien, resulta que la República demo liberal peruana está cumpliendo cien años más, y es tarea individual y colectiva de los socialistas peruanos, continuar haciendo el inventario, el balance, el Proceso a la República Peruana, siguiendo el ejemplo que nos dejó José Carlos Mariátegui en sus inmortales 7 Ensayos, tomándolo como modelo, no como molde, como expresión de una doctrina y un método, y no como un catecismo o una biblia que se deben tomar al pie de la letra como lo haría el famoso Capitán Paiva del también inmortal don Ricardo Palma.
Comenzando por el título. José Carlos Mariátegui La Chira, a pesar, y como dijo en alguna oportunidad el destacado siquiatra Javier Mariátegui -su hijo- y gracias a ello, de solo haber cursado el 2do grado de primaria por accidente que lo postró a la temprana edad de 7 años hasta los 11, llegó a ser un Maestro del Idioma Castellano, como lo han sido todos los Maestros del Proletariado en sus idiomas respectivos, y como tal, usaba correcta y sabiamente las palabras, ya que el lenguaje escrito es una formidable herramienta, vehículo, para transmitir las nuevas ideas.
El sustantivo masculino Factor es definido por el Pequeño Larousse Ilustrado del 2014 como: "Agente, elemento que contribuye a causar un efecto." Es decir, que para el Amauta, lo religioso era positivo, valioso, necesario, para llevar a cabo el proyecto revolucionario socialista.
Y lo primero que nos enseña, es a diferenciar lo eclesiástico con el espíritu religioso propiamente dicho. Lo eclesiástico, tiene que ver con la doctrina, con los ritos, con la organización de las jerarquías religiosas o sacerdotales, y son particulares de cada religión que hay en el mundo y que han aparecido a lo largo de la Historia de la Humanidad. En cambio, el espíritu religioso es común a todo ser humano que experimenta en menor o mayor grado esta cualidad humana. Este espíritu religioso común a todos los tiempos y a todas las religiones vivas consiste en fe, lucha, agonía, persistencia, perseverancia, paciencia, espíritu de sacrificio de los intereses personales, egoístas, mezquinos, viles, en favor de una vida dedicada a luchar por la liberación humana, por la liberación del trabajo, del arte, y de todas las complacencias del espíritu.
Este espíritu religioso es el que lleva a un militante, a soportar cualquier clase de trabajo para estar en condiciones de poder aportar, a estar dispuestos a ir a la cárcel por sus ideales, por sus principios, por sus compañeros, por el éxito de la lucha. E incluso, en el máximo de la entrega a su causa, estar dispuesto a ser herido o quizás muerto.
Esto es la Mística revolucionaria, socialista, proletaria, precisamente que tenía el gran Amauta. Inválido, desde una silla de ruedas, amputadas las dos piernas, con una esposa italiana y cuatro niños en escalera, seguía escribiendo su obra maravillosa hasta su último aliento, seguía dirigiendo a los obreros, a los campesinos, a los mineros, a los intelectuales, a los artistas, a los profesores, a todos, dejándonos su ejemplo imperecedero de lo que es el verdadero espíritu religioso. "El espíritu religioso, no se templa sino en el combate, en la agonía" escribe en sus 7 Ensayos.
Este espíritu religioso auténtico se gestó en Mariátegui desde pequeño, fue herencia de su madre querida doña Amalia La Chira, y el lo recuerda en unos dulces versos que escribió como fruto de tres días de reclusión en una celda del Convento de los Descalzos de su vieja y entrañable Lima. Estos versos escritos a los 22 años dicen así: "Cada eco me habla evocadoramente / de cuando, de rodillas en el lecho, / mi madre me signaba dulcemente / en la frente, en la boca y en el pecho." (Mariátegui Total pag.2179. Tomo II.)
En ese tiempo, el Amauta aún es Juan Croniqueur y Jack ,es católico, cristiano, y asiste al hipódromo y a las reuniones sociales de la burguesía peruana en parte por su labor periodística y en parte porque aun su vida no ha tomado su rumbo definitivo; pero lo hará. Él mismo lo dice en carta al editor y amigo argentino Samuel Glusberg: "Desde 1918, nauseado de política criolla,… me orienté resueltamente hacia el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismo y bizantinismos finiseculares, en pleno apogeo todavía. De fines de 1919 a mediados de 1923 viajé por Europa. residí más de dos años en Italia, donde desposé una mujer y algunas ideas...En 1924, estuve como ya le he contado a punto de perder la vida. Perdí una pierna y quedé muy delicado. Habría seguramente curado ya del todo, con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza ni mi inquietud intelectual me lo consienten."
He ahí el salto cualitativo que dio la vida del Amauta. Su contacto cada vez más creciente con el joven proletariado limeño liderado en ese tiempo por los anarco sindicalistas, participó en su vida diaria al punto que tuvo un romance con la proletaria Victoria Ferrer con la que tuvo una hija, Gloria María Mariátegui Ferrer, y ya sabemos lo que hace el amor cuando uno se enamora, como te afianza, como te enraíza; y también participó en las jornadas por las 8 Horas y el Paro de las Subsistencias, a tal punto que los trabajadores proletarios fueron a darle un reconocimiento público a los redactores de La Razón entre los que se encontraba Mariátegui.
Todo este involucramiento en las luchas del pueblo peruano por liberar la mente, el espíritu, el cuerpo, por la defensa de los intereses del proletariado, de los estudiantes universitarios, hacen que Mariátegui rompa con su anterior conciencia religiosa y adquiera una nueva. Los motivos religiosos han descendido del cielo a la tierra, han dejado de ser divinos para ser más humanos.
Cerremos este pequeño artículo acerca del factor religioso, con las propias palabras de José Carlos Mariátegui La Chira, que, en su famoso Editorial de setiembre de 1928, titulado Aniversario y Balance, escribe magistralmente: "El materialismo socialista encierra todas las posibilidades de ascensión espiritual, ética y filosófica. Y nunca nos sentimos más rabiosa y eficaz y religiosamente idealistas que al asentar bien la idea y los pies en la materia."
Lima, 16 de setiembre del 2021
Manuel Velásquez Rangel.
FB 19 septiembre 2021
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
20 de septiembre 2021
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