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VENEZUELA, CON LA “V” DE LA VICTORIA 
Por Gustavo Espinoza M. 
Diario UNO / Domingo 24 de diciembre 2023
Con la
 “V” de la victoria, podrá cerrar este año la República Bolivariana de 
Venezuela, que acabar de arrancar de las cárceles del imperio a un alto 
funcionario de Caras, Alex Saab, luego de varios años de prisión en Cabo
 Verde y en los Estados Unidos.
El
 hecho fue precedido por una larga negociación sostenida entre el 
gobierno de Nicolás Maduro y la administración norteamericana encabezada
 por Joe Biden. 
Es
 importante subrayar esto porque constituye una vigorosa cachetada en el
 rostro a quienes negaban legitimidad al Gobierno de Venezuela 
considerándolo apenas una “dictadura” que no podría ser tomado en 
cuenta. Objetivamente, la Casa Blanca ha mostrado más perspicacia 
política que los detractores de Venezuela, siempre parapetados tras un 
muro de insultos contra todo lo que huelga a Revolución o Socialismo. 
Alex
 Saab -es bueno recordarlo- como funcionario del gobierno de Maduro 
viajó en cumplimiento de tareas diplomáticas con destino a Teherán, en 
el empeño de proponer al gobierno iraní algunas medidas concretas para 
mejorar el intercambio entre Venezuela e Irán, dada la creciente 
hostilidad imperialista contra ambos países. 
La
 Nave que lo conducía debió hacer una “escala técnica” en Cabo Verde, 
circunstancia que fue aprovechada por la policía local y la Interpol 
para apoderarse de la misma y tomar de rehén a Alex Saab pretextando una
 requisitoria internacional que nadie conocía. Desde ese instante Saab 
se convirtió en un virtual rehén del Imperio. 
Debió
 permanecer casi dos años en las cárceles de ese país africano mientras 
sus captores llenaban los formulismos del caso para extraditarlo a los 
Estados Unidos, lo que finalmente lograron concretar.
En
 Washington, alegaron que se trataba de un “peligroso agente” que 
llevaba “instrucciones secretas” y “acuerdos ilegales” para convenir 
acciones contra los Estados Unidos en connivencia con el régimen iraní. 
Pero nunca pudieron promover causa judicial alguna ni dictar sentencia 
contra él. Simplemente, lo tuvieron tras las rejas como un modo de 
presionar o intimidar a Caracas. Por cierto, no lograron nada.
El
 hecho, llamó la atención del mundo por varias razones: Se trataba de un
 funcionario político que viajaba en cumplimiento de una misión 
encomendada por el gobierno al que representaba. Fue detenido en un país
 al que había llegado apenas por motivaciones técnicas. No existía 
acusación en su contra ni causa alguna abierta en ningún lugar. Era toda
 una farsa para hacer ver la capacidad operativa del Imperio. 
Era
 un modo de decirle al mundo que Washington lo puede todo: detener a 
cualquier persona en cualquier rincón del planeta, acusarla de los 
delitos que quisiera, someterla a toda clase de vejámenes y tenerlo tras
 las rejas el tiempo que le plazca a sus captores. 
En otras palabras, nadie podrá estar a salvo en su país o en cualquier otro. La garra del Imperio lo tomará allí donde esté. 
La
 liberación de Saab en un canje por ciudadanos estadounidenses 
capturados en Venezuela demuestra, adicionalmente, que Washington mete 
sus manos impunemente en países soberanos e independientes. Y conspira 
contra gobiernos y naciones sin vergüenza alguna. Y que, por lo demás, 
busca librar a los suyos, es decir, a terroristas y provocadores que 
envía a “trabajar” en cualquier escenario. 
Por
 lo demás, el hecho que en el “paquete” negociado se haya incluido a 
venezolanos contestatarios al gobierno de Caracas, confirma por enésima 
vez que la Casa Blanca se inmiscuye en los asuntos internos de nuestros 
países.
¿Por
 qué tendría que interceder el gobierno norteamericano por un ciudadano 
venezolano que afronte problemas con la justicia de su país? ¿Podríamos 
nosotros aceptar que la Casa Blanca nos prohíba investigar las acciones 
ilícitas de Patricia Benavides? 
La
 liberación de Alex Saab constituye una victoria neta del gobierno de 
Venezuela, que se ha dado el lujo de estabilizar la situación interna y 
promover el desarrollo y la recuperación económica tal como lo reconocen
 los organismos financieros internacionales. Por eso, hoy retornan a su 
patria miles de venezolanos que salieron seducidos y embobados por la 
propaganda reaccionaria que les prometió el cielo en otras tierras de 
América. 
Hace
 cinco años Venezuela lucía como un país convulso y violento. Y eso 
ocurrió por el accionar de Mafias que ya no están en ese país, ni en el 
gobierno ni en la sociedad. Hoy, vive un clima de orden y tranquilidad 
en el que se alienta el progreso y la paz. La Revolución Bolivariana lo 
está logrando.
Como
 bien dice el Gobierno Bolivariano, el rescate de Saab, es una victoria 
de los pueblos, del venezolano y de los que, en el mundo, levantaron 
esta bandera que logró simbolizar la lucha por la dignidad y la 
justicia.
El desenlace de esta jornada confirma que, segura de su fuerza, Venezuela construye el futuro. (FIN)
 
 
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