jueves, 1 de mayo de 2014

SOCIALISMO PERUANO PANORAMA ACTUAL

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Centenario del Socialismo Peruano (09)

SOCIALISMO PERUANO
PANORAMA ACTUAL
I
EL FACTOR HUMANO

El error y el pecado de los profetas del progreso peruano y de sus programas han residido siempre en su resistencia o ineptitud para entender la primacía del factor biológico, del factor humano sobre todos los otros factores, si no artificiales, secundarios.
JCM, 09.10.25
            ¿Qué futuro le aguarda a nuestro país con el Socialismo Peruano? Como todos los países de nuestra América Nativa, su población está compuesta de población precolombina supérstite (incaica, preincaica, selvícola), de población criolla (descendientes de hispanos y europeos), de población negra (afrodescendientes), de población asiana (chinos y nipones mayormente) Y si bien la población nativa es numerosa, cada vez más predomina el mestizo. Esta es la realidad actual.
            Con la conquista y coloniaje desapareció el Tawantinsuyu incaico, único Estado del que se tiene noticias en el Hemisferio Sur antes de la expansión europea. Y sólo quedó y queda hasta el presente su población aborigen sometida primero a la explotación feudal y luego de la Independencia a la explotación del Estado “criollo”, del gamonalismo, de la burguesía parasitaria y rentista. Del capitalismo marginal. Y así hasta el presente.
            El pueblo peruano, primero como población nativa, y con el devenir histórico como población mestiza, sigue mostrando y demostrando ser un pueblo laborioso y creativo, solidario y digno, disciplinado y combativo. Los restos precolombinos (andenes, embalses, acueductos, caminos, viviendas, cerámicas, tejidos, otros) indican el trabajo esforzado con que se enfrentaba el diario vivir, llegando incluso a crear tierra agrícola para desarrollar la agricultura. Aún se conserva la relación reciprocidad-iniciativa-colaboración de la vida solidaria, pues sin relación comunitaria digna así sea mínima (en ayllus, pueblos, barrios) no se puede sobrevivir ante la crueldad de la explotación externa e interna. La disciplina en la labor diaria es la base para la combatividad contra esta explotación y creciente desigualdad social, demostrada en históricas insurrecciones, en las luchas reivindicativas laborales, en la resistencia ante la agresión externa.
            Sin embargo, si antes vivía sin conocer la miseria, hoy se debate en medio de ella. ¿Por qué?
            En El progreso nacional y el capital humano, ya señalaba JCM que “Los que arbitraria y simplísticamente, reducen el progreso peruano a un problema de capital áureo, razonan y discurren como si no existiese, con derecho a prioridad en el debate, un problema de capital humano. Ignoran u olvidan que, en la historia, el hombre es anterior al dinero” (09.10.25) Ésa es la posición ideológica-teórica-política-orgánica de quienes desprecian al “serrano”, al “chuncho”, al “zambo”, al “injerto”, a “la plebe” Pero ahora es más cierto que antes que “la crisis y la decadencia contemporáneas empezaron justamente, cuando la civilización comenzó a depender casi absolutamente del dinero y a subordinar al dinero su espíritu y su movimiento” Ahora es dependencia absoluta en esta crisis terminal del capitalismo transnacional y capitalismo marginal. ¿O no?
            Hay dos políticas, la política de la renta (que gira en torno al dinero) y la política de la producción (que gira en torno al factor humano) Por eso JCM señalaba que “La política peruana -burguesa en la costa, feudal en la sierra- se ha caracterizado por su desconocimiento del valor del capital humano” y que “Su rectificación, en este plano como en todos los demás, se inicia con la asimilación de la nueva ideología”
            En este panorama actual le toca actuar al Socialismo Peruano con sus Nuevas Oleadas de Activistas NOA. Y es lo que corresponde analizar en primer plano. El problema basal del Activista es su sobrevivencia. Ya Engels sostenía que una situación -que no se había notado antes- era que antes de debatir, participar, el Activista tiene que sobrevivir. Trabajar, formar pareja, cuidar a los hijos, en una palabra sobrevivir. Así cobra validez la concepción materialista de la historia.
            Por eso se forma la relación labor de sobrevivencia-labor de activista. Qué porcentaje prima a favor de una o de otra labor, eso determina si se puede ser amigo, simpatizante, militante, lo que es parte importante en la tarea de preparación de la organización.
            Conforme se despeje el Camino del Socialismo Peruano, convirtiendo piedras en guijarros, seguramente irá incrementando sus amistades entre todas las capas de la población, que serán siempre mayoría. Le siguen los simpatizantes, que por una u otra razón se acercan más y más a la organización y están prestos a colaborar de acuerdo a sus propias capacidades y posibilidades, pero sin poder enrolarse disciplinadamente, por una u otra razón. Conforme crece este número, se fortalecerá la presencia múltiple del Socialismo Peruano. Finalmente están los militantes, que siempre serán minoría pero son los que participan “a tiempo completo” en la actividad orgánica voluntaria, consciente y disciplinadamente. Y por eso sostenía JCM que “no es posible entregarse a medias a la revolución”, refiriéndose al militante orgánico.
            La realidad actual es que se vive una etapa de reflujo, y por eso la dispersión de la mayoría de los grupos de la vida política del país. No es casual que muchos hayan ya desaparecido de la actividad político-social así como de la actividad en la propaganda y agitación (foros, seminarios, cursillos, conferencias, internet, otros)
            Aquí es donde se nota la realidad de nuestro país, formalmente independiente y básicamente colonial. Por eso se incrementa el abandono escolar, técnico, universitario, el trabajo precario, el subempleo, el desempleo. El trabajo de sobrevivencia ocupa casi todo el día. Y por el trabajo precario hasta se tiene que aceptar que haya horario de ingreso pero no de salida. Al mínimo reclamo, se sufre despido y se pasa a engrosar el aberrante desempleo en un país donde está todo por hacer.
            Un problema conexo es la absurda distribución demográfica del país. El desempleo cunde en el campo, y por eso los hacinamientos en la ciudad. Ahora el ir de la casa al trabajo ocupa horas (dos de ida, dos de regreso, mínimo) Así, se dificulta en extremo asistir a reuniones entresemana. Y si la jornada laboral no es de ocho sino de diez o más horas, no queda tiempo libre, y menos para las reuniones tradicionales de estudio o debate. Por eso la inasistencia ante convocatorias a estudio, debate, preparación de la organización, sin contar las reuniones necesarias para la construcción orgánica.
            De esta realidad tenemos que partir para evaluar el proceso de preparación de la organización. Prácticamente, ha desaparecido del lenguaje el tema de organización. El sistema dominante, muy conocedor de esta situación, hasta propagandiza la actividad espontánea y esporádica, muy a favor de su “democracia” (oposición protestataria) y muy en contra de la oposición contestataria (cambio de sistema social) Por eso hasta se difunde la necesidad del Frente pero no del Partido (como si el Frente no requiriera de organización y no estuviera dirigido por una ideología definida)
            Entonces, no hay otro camino que aceptar esta dura realidad. Decía JCM que cuanto más se lucha contra la realidad, más se depende de ella. Este último lustro para llegar al Centenario del Socialismo Peruano (1918-2018) es definitivo. Por eso se requiere diferenciar las tres categorías de Activistas. Y de ahí evaluar si se puede continuar y cómo continuar.
            En esta realidad actual del país actúan dos orientaciones definidas, el nacionalismo étnico y la izquierda protestataria, que han mostrado hasta la saciedad su orfandad de ideas y limitaciones de sus dirigentes y dramatis personae, personajes; y una tercera, el Socialismo Peruano, que está volviendo a la actividad con nombre propio y con perfil definido. Y las tres están ante su propio dilema interno:


-Nacionalismo étnico: restauración anacrónica del Tawantinsuyu o reivindicación histórica del pueblo ancestral.
-Izquierda protestataria: crecimiento extractivista colonial o crecimiento productivo emancipado.
-Socialismo Peruano: Estado de derecho de democracia representativa o Estado Socialista de democracia participativa.


            La restauración anacrónica está mandada a recoger
            El crecimiento extractivista está mandado a recoger
            El Estado de derecho está mandado a recoger
            ¡Así de simple!
            Se impone la reivindicación histórica del pueblo ancestral.
            Se impone el crecimiento productivo emancipado.
            Se impone el Estado Socialista.
            ¡Así de simple!
            En esta crisis terminal del capitalismo marginal, parte de la crisis terminal del capitalismo transnacional, el futuro de nuestro país con el nacionalismo étnico y la izquierda protestataria es seguir siendo políticamente (formalmente) independiente y económicamente (básicamente) colonial. Y hasta dejar de seguir siendo apenas un color en el mapa sudamericano, como lo es en la actualidad.
            En cambio, el futuro de nuestro país con el Socialismo Peruano es

¡¡¡GLO-RIO-SO!!!

            Costó, cuesta, costará hacer realidad este futuro. Pero con el determinismo económico como guía se hará realidad el volitismo político como actividad creadora.
            El siglo XIX vio el derrocamiento del viejo colonialismo. Con todos sus defectos y limitaciones, es mérito indiscutible de quienes avizoraron una realidad imaginaria pese al pesimismo de quienes la consideraban imposible de lograr.
            El siglo XX vio el nacimiento balbuceante de un nuevo sistema social. Con todos sus defectos y limitaciones, es mérito indiscutible de quienes avizoraron una realidad imaginaria pese al pesimismo de quienes la consideraban imposible de lograr.
            Este siglo XXI, pese a todo pesimismo, verá la realidad de un nuevo sistema social con la nueva liberación de las fuerzas productivas, donde se dejará de desconocer el primero de sus factores: el factor humano, el factor trabajo (JCM, 01.01.26)
Ragarro
29.04.14

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