lunes, 9 de agosto de 2021

Construcción de Perú Integral MARIÁTEGUI Y COLECTIVISMO POR SERAPIO MUCHA YAROS CENTRO LATINOAMERICANO DE ESTUDIOS ANDINOS, A. C.

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Construcción de Perú Integral

MARIÁTEGUI

 

Y COLECTIVISMO

 

POR SERAPIO MUCHA YAROS

 

CENTRO LATINOAMERICANO DE ESTUDIOS ANDINOS, A. C.

 

Primera versión,

México, agosto de 2021.

© Derechos reservados por el autor.

cladeandinos@gmail.com

muchayaros@gmail.com

(83 páginas)

 

CONTENIDO

..7 Introducción

I

11 Instituciones históricas perennes

II

33 Base económica y sistemas de propiedad

III

53 Colectivismo y revolución

IV

65 Nueva etapa del colectivismo

INTRODUCCIÓN

En la interpretación de la realidad andina prevalece una confusión: identificar la colectividad con el ayllu. Es cierto que el ayllu ocupa un lugar preponderante en el orden social antiguo que sigue operando con algunas modificaciones en la actualidad. Pero es importante distinguir el ayllu y la colectividad, porque ambos son dos tipos de aglomeración. Quedar en la confusión implica asumir el tribalismo como el proceso social que funda y sostiene a la sociedad.

La filosofía política y jurídica asume que el tribalismo es opuesto al colectivismo. Desde Aristóteles hasta los positivistas y los neopositivistas actuales, con algunas variantes en la valoración, se admite que el colectivismo (koinonia, kurios, polis y communis) abarca una diversidad de aglutinaciones, asociaciones, conglomeraciones y organizaciones basadas en la comunidad de bienes, la comunidad cultural y la comunidad política.

El asunto que merece destacarse es la forma cómo José Carlos Mariátegui, desde la ideología del proletariado, interpreta el colectivismo andino. El fundador de la institución superior comunista, la vanguardia del proletariado, coloca en un plano especial al colectivismo. Las referencias al ayllu obedecen a su rol continuo en el orden histórico. El ayllu ciertamente es anterior al colectivismo, pero su existencia en la actualidad es inseparable del comunitarismo. Son las dos instituciones realmente milenarias.

Con la imposición del modo de producir clasista, primeramente el esclavismo, luego el feudalismo y finalmente el capitalismo, se inicia un proceso de debilitamiento, dispersión y desintegración tanto del ayllu como de la colectividad. El objetivo del modo de producir clasista es someter al personalismo y al individualismo a las dos formas antiguas, primigenias y originales instituciones. Para tal propósito atacan con las reducciones, las limitaciones y los despojos de la materialidad que sostiene a las primeras instituciones insustituibles.

El orden histórico siempre en todos los espacios y tiempos se erige con las dos instituciones primarias: el ayllu y la colectividad. La familia y la comunidad son las primeras formas de organicidad que conoce la humanidad. Los dos modos de producir, aclase y clasista, operan con estas dos instituciones. La sociedad y la civilización no pueden existir, organizarse y dirigirse sin ellas. Su existencia, lugar y rol en el devenir son determinantes. Cada etapa del modo de producir clasista usa con algunas novaciones y readecuaciones. Las otras instituciones que surgen en el seno de estas dos primeras, conforme a la voluntad y los intereses de las clases sociales en el poder, pueden potenciar, acorralar, debilitar y hasta descomponer. La organización social actual ensalza a la familia, pero reniega y hasta desecha al colectivismo. La razón está en tres eventos que el modo de producir clasista impone: asumir la institucionalidad como la suma de los individuos que buscan el bien, afirmar que la eficacia laboral reside en las personas independientes y aceptar que la individualidad es la fundante de la libertad. Bajo esta confesionalidad, el modo de producir clasista en su actual tercera etapa que es el capitalismo imperialista planetarizado, divulga que el colectivismo es anulante de la individualidad. Tanto las libertades como los derechos fundamentales, la sociedad clasista, asume y defiende en términos individualistas. Sin embargo, el proceso de producción en el orden burgués, no puede operar sin la socialización, la conglomeración y la asociación. Ésta es una de las anomías que vive, enfrenta y sedimenta a la sociedad burguesa y la civilización capitalista. El individuo, especialmente erigido en ciudadano, deviene en el portavoz de las entelequias consagradas en verdades milenarias.

El orden social burgués identifica la libertad con el individualismo y ésta con la democracia. Con esta visión del acontecer histórico, a pesar de las cautelaciones en el Pacto Político sobre la existencia del sistema de propiedad comunitaria de la tierra, impulsa la primacía de la iniciativa privada como el motor del acontecer económico. Argumentando que las propiedades estatales y colectivas son las negantes de las libertades y de las competencias personales, a modo de aminorar los efectos de la rectoría del Estado en el proceso económico, exige la reducción del campo de control e incursión.

Así, el sistema jurídico nacional, sometido a la justicia global y a los acuerdos planetarios, poltrona la seguridad mundial por encima de la seguridad subsistencial. Para el modo de producir clasista, el capitalismo imperialista planetarizado que es su tercera etapa, los bienes jurídicos tutelados se sintetizan en cuatro: la propiedad, la libertad, la democracia y la vida. El individuo o la persona ocupan el centro de la vida. La vida vista desde la ideología del proletariado abarca la totalidad existencial biótica, donde el ser social es otro de los contenidos y los componentes de la Naturaleza y el Universo. La concepción burguesa de la vida es sustractora y succionadora: entiende al ser social ajeno, separado y por encima de la polibiótica.

La regla ancestral, primigenia y antigua que, sigue operando en la actualidad en distintas formas, modos y expresiones, coloca al ser social y al vivir dentro de tres grandes conglomeraciones: la totalidad existencial que es la sincronía de lo finito y lo infinito, lo grande y lo diminuto, lo complejo y lo entretejido, y, lo eterno y lo transitorio; la comunidad biótica que abarca a los microorganismos, las plantas, los animales y al ser social; la confluencia de la conglomeración biótica y el engarzamiento inorgánico.

Para el pensar, saber y creer ancestral, no existen en la Naturaleza y el Universo, elementos, contenidos y componentes aislados, solitarios y separados.

Es la aglutinación y la conglomeración que se imponen en la Naturaleza y el Universo, pero dentro del proceso del desarrollo desigual. Confluencia, integración y desarrollo desigual prevalecen soberanamente en la totalidad existencial. Este proceso y sistema de existir, avanzar y expandirse lograron comprender, asimilar y operar los primeros pobladores en el Planeta. La comunidad y el colectivismo no emergen ni surgen del pensar, sino del vivir asociativa que la materia en su movimiento perpetuo muestra de manera contundente.

La comunidad y la colectividad son las replicaciones procesuales de las formas de movimiento, existencia y expansión de la materia. Quienes piensan que los primeros comuneros forjaron a las dos grandes instituciones perennes del orden histórico: la familia y la comunidad de su cerebro y sus pensamientos desconocen su origen, procedencia, lugar y rol en la totalidad existencial. A la vez, los primeros comuneros, con sus acciones y reacciones ante los sucesos naturales universales entendieron que su organismo es una integración, convergencia y combinación de órganos, aparatos, sistemas, mecanismos, canales, y circuitos altamente compactos, unificados y reciprocidados.

En la visión existencial de las primeras colectividades, el comunitarismo, envuelve todo cuanto existe, hay, es y surge. Quienes asumen, defienden y poltronan al individualismo simple y llanamente no entienden ni conocen cómo surge la vida. El individualismo es una negación de la forma de presencia, existencia y movimiento de la totalidad, la globalidad y la universalidad. Los individualistas, por su ceguera y limitación confesional, no pueden captar su exterior y su interior que es una confluencia de múltiples aglutinaciones multimodales. Argumentando que el individuo es anterior a la colectividad que deviene en la base de la organización, en un justificar la libertad como la condicionalidad del vivir, tratan de seguir aceptando que en la aglutinación el individuo sigue imponiéndose.

La intersubjetividad en la conformación del colectivismo no comprenden los defensores del individualismo. Sin embargo, a toda socialización en el vivir y sobre todo en el laborar, señalan que es un acuerdo de voluntades, un consenso de ideas y una unificación de intereses. La más alta expresión permanente de las nexaciones, las conglomeraciones y las asociaciones se encuentra en el colectivismo primigenio. Los individualistas jamás llegarán a entender la identidad, la personalidad y la organicidad de la Naturaleza y el Universo.

MARIÁTEGUI Y COLECTIVISMO, desde la concatenación de los cerros en los Andes, interpreta la posición de José Carlos Mariátegui sobre el colectivismo que sigue operando no solamente en la región Andina de Suramérica, sino también en la Amazonía. La tesis central que se usa es el naturalismo y el universalismo: la realidad total es natural e histórica objetiva subjetiva a la vez que es una en su existencia, pero multiforme en sus movimientos, manifestaciones y expansiones.

Se asume al colectivismo y al comunitarismo como la primera, siempre y última institucionalidad que discurre en el devenir. Contiene la esencia, la forma y la dinámica del comunismo. Para esta afirmación se toma como dato base a la DIALÉCTICA DE LA NATURALEZA. La Naturaleza y el Universo se asumen como los creadores, los generantes, los progenitores, los conservadores y los sustentadores del ser social. La humanidad surge, vive y vuelve a estas dos fuentes de la vida. El ser social se encuentra, vive y avanza como parte de la totalidad existencial. La colectividad tiene su origen, cimiento y dinámica en la confluencia, la sincronización y la mancomunación del espacio, el movimiento y el tiempo en donde la generación, la acumulación, la transferencia, el desgaste, la reposición, la distribución y la utilización de la energía son determinantes. (Fin)

 

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

 

9 de agosto 2021

 

Nota: Para descargar el libro, puse aquí

 

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