Por: Wladimir Abreu*
Especial de Tribuna Popular Nº 222
Indudablemente,
si nos vamos por el análisis mediático, que tan en boga se ha puesto en
Venezuela, el Socialismo se ha posicionado, cual etiqueta de twitter, en el
debate político nacional, lo cual no implica que desde la izquierda hasta la
derecha se sepa muy bien qué es. Aquí hay que hacer una salvedad de principios,
los comunistas no somos “de izquierda” -o “de izquierdas”, como gustan decir
los reformistas-, somos comunistas, el debate izquierda-derecha es más
apropiado para la política parlamentaria burguesa.
Esto nos obliga
a los comunistas a debatir muchas consignas como la unidad, y el sujeto
revolucionario, ¿pero la unidad de qué?, ¿qué sujeto?, ¿qué clase obrera?
Los comunistas
muchas veces hemos confundido la unidad de “la izquierda” -o “las izquierdas”-,
con la unidad de la clase obrera. La primera es casi imposible, pues “la
izquierda” abarca desde el liberalismo pasando por los ecologismos y toda la
fauna de los movimientistas que segmentan y dividen la lucha política de los
trabajadores, o someten la causa de la clase obrera a los dictámenes de los
demócratas burgueses liberales cuyo liberalismo y espíritu democrático llega
hasta donde no sean afectados sus bolsillos.
Ante el concepto
de unidad de la izquierda lo más apropiado son las palabras de Marx y Engels en
el Manifiesto del Partido Comunista (1848): “resumiendo los comunistas apoyan
en todas partes, como se ve, cuantos movimientos revolucionarios se planteen
contra el régimen social y político imperante. En todos estos movimientos ponen
de relieve el régimen de la propiedad,
cualquiera que sea la forma más o menos progresiva que revista, como la
cuestión fundamental que se ventila.”
“La izquierda”
en su totalidad es diversa y difícil de unir, a menos que se plantee un
programa mínimo en donde siempre la clase obrera deberá renunciar a más, a
renunciar a la revolución. Por eso es una tarea urgente convertir a la clase
obrera venezolana en la clase hegemónica, en lo político y lo orgánico, del
proceso revolucionario para poder imponer el Programa de los trabajadores.
Mientras seamos débiles estaremos detrás de los programas reformistas y
socialdemócratas.
Mientras aun la
clase obrera -junto a los demás sectores explotados- sea débil para por sí sola
derrocar a la burguesía, lo más sensato es apoyar a aquellos sectores que
alienten el desarrollo de las fuerzas productivas, el progreso material y
político de la sociedad, pues esto es lo que materialmente crea las condiciones
revolucionarías para la clase obrera.
Otro elemento
vital para los comunistas venezolanos es rescatar el concepto clase obrera
(proletariado) y anteponerlo a la banal utilización del concepto “pueblo” el
cual puede ser muy emotivo pero es peligrosamente confuso. Desde los primeros
momentos del proceso bolivariano, especialmente luego del 4 de febrero de 1992,
desde todo el campo heterogéneo de la izquierda venezolana, radicales,
revolucionarios y también muchos comunistas hemos caído en la exagerada
utilización del concepto “pueblo”, suplantando así el término clase obrera.
Esto no es una cuestión de prurito comunista, o que los marxistas tengamos un
código secreto especial con el cual comunicarnos.
“Pueblo” indica
a lo sumo a un conjunto humano que habita entre unas fronteras reconocidas o
no, y que se comunican con una lengua común, que tienen un Estado formal o no;
el concepto “pueblo” es vago, no va más allá de unir nuestras simpatías a la
hora en un espectáculo deportivo, o peor, puede servir para ocultar las
divisiones de clase bajo el chovinismo. Los comunistas debemos esclarecer a la
clase obrera venezolana sobre la real composición de la sociedad venezolana,
entre clase obrera y burguesía importadora-parasitaria, además de incluir a
otros subconjuntos de sectores sociales en su mayoría explotados.
Fidel Castro
decía que en Venezuela no hay cuatro millones de burgueses y oligarcas; muchos
de los votos de la derecha son de la clase obrera profesional y calificadas
(ingenieros, médicos y cuadros técnicos) a quienes la ideologización burguesa
los ha vendado con el mito de la “clase media”, y apoyados, inconscientemente o
no, por aquellos que crearon aquellos risibles contrabandos ideológicos
llamados Clase Media en Positivo o Empresarios Socialistas; por eso Jerónimo
Carrera criticaba el actual revisionismo hablando del socialismo tropical.
En este momento
de debilidad y división de la clase obrera venezolana, los comunistas debemos
considerar el Gran Polo Patriótico un espacio en donde debemos difundir la ideología
científica del marxismo-leninismo, no para convertir mágicamente e ingenuamente
los dirigentes de los Partidos aliados en comunistas, sino para propagar el
marxismo a millones de trabajadores que aunque ya influenciados por un estado
de ánimo “progresista” aún no asumen para sí su ciencia, su programa
revolucionario el marxismo-leninismo, y está en una tarea que sólo nosotros
podemos realizar. Por supuesto el GPP también debemos verlo como instrumento
más para impulsar el reagrupamiento del movimiento obrero y sindical
venezolano.
Otra cosa es la
necesidad de unir a quienes en Venezuela se reivindican como marxistas, pero
esta unidad no sólo debe ser orgánica, debe ser primero ideológica. El debate
Liberación Nacional vs Revolución Socialista está de nuevo en la palestra de la
discusión, sobre todo ante las aportaciones y las experiencias de los
comunistas en otras partes del mundo. Los comunistas venezolanos nos guiamos
por la línea de Liberación Nacional, y este debate debe ser asumido
científicamente, ya muchos camaradas en el mundo lo están realizando. El quid
del asunto es comprender el actual estado del sistema capitalista mundial y
aplicar la línea científica. La reorganización del movimiento obrero y
comunista venezolano pasa a su vez por la reorganización del movimiento obrero
y comunista internacional.
El propio
movimiento comunista internacional se encuentra profundamente dividido
orgánicamente y disperso en lo ideológico; es una tarea vital y titánica
reconstruirlo. Leamos aquí el diagnóstico que realizó el Partido Comunista de
Grecia (KKE), desde la Sección de Relaciones Internacionales, para su reciente
19º Congreso: Sin embargo, estos pasos en la coordinación no pueden cambiar la
cuestión principal: El movimiento comunista sigue siendo organizativa e
ideológicamente fragmentado. Experimenta una situación de crisis
ideológica-política de largo plazo que coexiste con la actividad corrosiva de
la corriente oportunista fuerte y las debilidades de los Partidos Comunistas
que luchan sobre la base del marxismo-leninismo. En condiciones de crisis, de
nuevas exigencias para el movimiento comunista, aparecen también signos de un
nuevo retroceso de la confrontación desde un punto de vista clasista de los
problemas respectivos.
Es innegable el
serio esfuerzo que realizan los comunistas griegos en pro del reagrupamiento
ideológico y orgánico del movimiento comunista internacional, es lamentable
reconocer que una de las peores crisis sistémicas del capitalismo coincidió con
uno de los momentos de mayor debilidad y dispersión ideológica del movimiento
internacional obrero y comunista, pero tal debilidad no debe ser razón para la
desmoralización, debe ser al contrario exigencia para redoblar los esfuerzos
por reconstruir y reorganizar.
La Revolución
Socialista siempre será una tarea titánica, es cambiar la civilización actual,
es terminar de pasar -como dijo Marx- de una vez de la Pre-Historia a la Historia.
*Profesor de Historia
de: sin tregua
<ysiacaso.liquidame@gmail.com> a través de yahoogroups.com
responder a:
Nicaragua_Socialista@yahoogroups.com
fecha: 22 de junio de 2013 14:41
asunto: [PAZ con DIGNIDAD]
VENEZUELA: IDEAS para la REVOLUCIÓN
SOCIALISTA
lista de distribución: Nicaragua_Socialista.yahoogroups.com
enviado por: returns.groups.yahoo.com
firmado por: yahoogroups.com
Nota.-
“En todas partes
se cuecen habas, y en mi casa a calderadas”, recuerda el aforismo popular. Y es
que, internacional y nacionalmente el Socialismo
Proletario está pasando por una etapa de replanteo en su temática y en su
terminología.
Está a la orden
del día comprender qué es izquierda y democracia por un lado, y qué es
socialismo y comunismo por otro lado.
En
el Programa Patria 2013-2019, propuesta
del candidato Hugo Chávez, en la Presentación
se advertía: “No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía
prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el
socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre
nosotros. Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo;
direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse
cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo.
Para avanzar hacia el socialismo, necesitamos de un poder popular capaz de
desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten en
la sociedad venezolana, capaz de configurar una nueva socialidad desde la vida
cotidiana donde la fraternidad y la solidaridad corran parejas con la
emergencia permanente de nuevos modos de planificar y producir la vida material
de nuestro pueblo. Esto pasa por pulverizar completamente la forma de Estado
burguesa que heredamos, la que aún se reproduce a través de sus viejas y
nefastas prácticas, y darle continuidad a la invención de nuevas formas de
gestión política.” Esta advertencia ilumina todo el proceso venezolano.
Y
lo importante del actual proceso es que en
Venezuela, el Socialismo se ha posicionado, cual etiqueta de twitter, en el
debate político nacional.
También
en nuestra mamapacha está ocurriendo algo similar, el socialismo se ha posicionado en el debate político, aún no
nacional pero sí en los grupos que se reclaman del socialismo. Y para ello se
está haciendo la diferenciación entre nacionalismo étnico, izquierda
democrática, Socialismo Peruano.
Qué
cierto es que los movimientistas
segmentan y dividen la lucha política de los trabajadores, o someten la causa
de la clase obrera a los dictámenes de los demócratas burgueses liberales. En
cada elección, a cualquier nivel, esta realidad hasta un ciego la puede ver.
Este año 2013 (abril y noviembre) se puede comprobar por partida doble en la
operación avispa, operación marmota, operación hormiga.
Es
importante cosecha del paso del centro de gravedad de la labor del Activista,
de la “crítica de ideas” a la preparación
de la organización.
Para ello, hay que seguir convirtiendo
piedras en guijarros.
Ramón García Rodríguez
12.07.13
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