HAY,
HERMANOS, MUCHÍSIMO QUÉ HACER
ELECCIONES
VAN, ELECCIONES VIENEN
Elecciones
van, elecciones vienen, con los mismos con las mismas.
En
estas elecciones en su primera vuelta y próxima su segunda
vuelta, hemos visto, leído y escuchado tan solo la crítica de
parte de los críticos del sistema dominante. Para la mayoría de
estos críticos, ansiosos tan solo de la reforma superficial del
Estado caduco y corrupto, las elecciones han estado bien llevadas,
a pesar de los exabruptos del Jurado Nacional de Elecciones; para
la otra, una minoría, las elecciones han sido fraudulentas y
solicitan sean anuladas. Sin embargo, ambos puntos de vista son
solo uno: su ideal es la reforma del Estado y que éstas se
expresen como mejor alimentados en el sector del asistencialismo,
y que creen que este proceder rebajaría el nivel de pobreza, por
no decir, detendría la pobreza en el justo medio, provocando la
detención del descontento, aliada del espectro de la revolución.
En
lo que se refiere al mediocrísimo ideal de bajar el índice de
pobreza, las figuras y figurones de la política criolla sueñan
con convertir a la sociedad peruana en una sociedad de “clases
media”. En sus campañas anteriores, el reconocido candidato del
Apra, Alan García, señalaba como un gran descubrimiento, que en
el Perú “son las clases medias el sostén del sistema”, de
donde nace su lema de “justicia social”, lo mismo que he
escuchado en los izquierdistas de ayer, como los de hoy
candidatos.
En
esta campaña, el candidato de Acción Popular, Alfredo Barnechea,
compartía ese mismo ideal de “las clases medias” como la
tabla de salvación de la sociedad peruana, a imagen y semejanza
de una clase dominante parasitaria, que vive de la renta mas no de
la producción. En la reivindicación de las clases medias
(empleocracia-burocracia), descansaba su plan de gobierno, que se
propone como meta “una sociedad con bienestar”. En otras
palabras, una sociedad limpia de proletarios de la industria y
proletarios de la agricultura, es decir, de la ideología del
proletariado ¿será esto posible? ¿Acaso, no es este el ideal de
todos los candidatos que duermen plácidamente bajo el calor
atemperado del sistema dominante a sus planes de gobierno? ¿Acaso
no es este un hecho que ilustra mejor que cualquiera que la moral
de esclavos es lo que desean para los trabajadores sus amos e
intelectuales?
Este
mediocrísimo ideal no es de ahora, viene desde los inicios de
esta república. Por eso, el fraude dentro del sistema dominante
NO es fraude, es parte de su naturaleza determinado por los
intereses de las clases dominantes parasitarias. El fraude tiene
larga data. Se prolonga desde el “porongo electoral” (primeras
elecciones) hasta el “ánfora electoral” (elecciones hoy),
entonces, ¿de qué fraude se habla ahora? fraude, en estas
condiciones, es sinónimo de apetitos personales, tal parece que
así piensa en las alturas de la vieja democracia tanto de la
derecha como la izquierda.
Solo
el Socialismo
Peruano
se aparta tajantemente del punto de vista de los desilusionados,
que sin saberlo, sueñan en el mismo mundo donde vegeta la
oposición protestataria sea de derecha o de izquierda, la falsa
élite.
Hoy
más que nunca, La
Preparación de la Organización
reclama de sus activistas conscientes, concentrar todas sus
energías en el alto ideal del Cambio
Social.
Las masas están pronto, solo le falta una gran organización de
masas y de ideas. ¿Hace falta decir que una gran organización es
el todo de un Programa Mínimo Reivindicativo y un Programa
Prospectivo o Programa Máximo? Y que su quinta esencia es la
Reivindicación del Trabajo en una sociedad de trabajadores con
moral de productores. Aquí sí, Hay hermanos mucho que hacer.
Héctor
Félix D.
16
abril 2016
COLECTIVO
PERÚ INTEGRAL
16
de abril de 2,016
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domingo, 17 de abril de 2016
HAY, HERMANOS, MUCHÍSIMO QUÉ HACER ELECCIONES VAN, ELECCIONES VIENEN
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