La desesperación de la oposición venezolana, dirigida por la MUD, al ver fracasar su guerra económica y financiera en las sombras con el apoyo de los medios globalizados de comunicación nacionales y extranjeros, culpando al Gobierno y su modelo, ha decidido dar la batalla final al chavismo recurriendo a lo peor: el terrorismo.
No podemos optar entre vencer o morir. Es necesario vencer (José Félix Ribas, un ilustre militar venezolano, 1775 – 1815)
Estos opositores, inspirados en el Maidán ucraniano y con la ayuda
del Departamento de Estado norteamericano y la prensa globalizada, han
llegado a la conclusión de que es el momento de tumbar al Gobierno de
Nicolás Maduro a través de la violencia armada.
Tal es la histeria de los miembros de la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) y sus auspiciadores norteamericanos y europeos que no
toman en cuenta la opinión de la mayoría de la población venezolana que,
de acuerdo a las últimas encuestas de agencias no afines al Gobierno
bolivariano, rechazan categóricamente la violencia.
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REUTERS/ Christian Veron
Recientemente, la empresa de investigación de mercado, Datanalisis
presentó un informe de Érica Ortega demostrando que el 85 por ciento de
los venezolanos no está dispuesto a participar en guarimbas (protestas
violentas) y 'trancazos' (cierre de calles, avenidas y autopistas) y
menos enfrentarse con las autoridades.
Los resultados de Datanalisis indican también que el paro nacional
convocado para la próxima semana por la MUD estaría acompañado por el 37
por ciento de la población y un proceso de desobediencia activa sería
apoyado sólo por el 27 por ciento de venezolanos. Igualmente, el estudio
señala que en las protestas violentas participarán un mínimo del dos y
tres por ciento de los ciudadanos. En general, el 84 por ciento de la
población está de acuerdo con la necesidad de un diálogo entre la
oposición y el Gobierno por el cual está abogando desde hace tiempo el
Vaticano.
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REUTERS/ Miraflores Palace
Pero
la MUD prefiere hacer oídos sordos sabiendo que serán perdedores si
acceden al diálogo porque su meta no es la paz en el país sino la
reversión neoliberal del modelo chavista, el retorno de Venezuela al
'patio trasero' norteamericano y la entrega completa de los recursos
nacionales a su amo en Washington. No en vano los opositores reciben
donaciones suculentas del Departamento de Estado a través de las
Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Consideran que su única
posibilidad para poner fin al chavismo es a través del incremento de la
violencia que llevaría al Gobierno a la quiebra y haría crear un clima
propicio para la insurrección al estilo del Maidán ucraniano. La
oposición está tratando de acorralar al Gobierno y no dejar ningún
espacio para el escape.
Para lograrlo e impedir la creación de una Asamblea Constituyente,
los dirigentes de la MUD optaron por una táctica de guerra, sabiendo
también que no lograrán contar con el apoyo de los sectores populares y
reunir el consenso de la población. Por alguna razón, ellos consideraron
que no necesitan su aprobación y que podrán hacer caer el chavismo
movilizando a la clase media, utilizando sus grupos de choque, a los
paramilitares y a los delincuentes, haciendo replegarse a las clases
populares para cansar a la población usando el caos y la violencia. Para
eso promovieron la violencia callejera, los asesinatos selectivos, los
linchamientos, la quema de las instituciones públicas educativas, de
salud, guarderías infantiles, los asaltos a las instituciones militares y
policiales, el sicariato político y el desconocimiento total de las
leyes.
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REUTERS/ Carlos Garcia Rawlins
Además
del acaparamiento de los alimentos y de los productos de primera
necesidad, los opositores decidieron atacar la comida. La semana pasada
fue quemado el depósito principal del estado Anzoátegui, Mercal, lo que
originó la destrucción entre 50 y 60 toneladas de mantequilla, pasta,
carne, azúcar, leche, arroz. Al replegarse, los terroristas del grupo de
choque dejaron como testimonio de su odio e ignorancia tres pintadas
que rezaban: "Chavistas Malditos", "No más Hambre", "Viva Leopoldo" (el
líder de las guarimbas de febrero 2014 y que terminaron con 43 muertos).
Por supuesto, la derecha no reconoció que era su 'obra maestra' y se
apresuró a culpar al Gobierno de Nicolás Maduro por hacer un
autoatentado, cosa completamente absurda ya que nadie con dos dedos de
frente la aceptaría, a excepción de la prensa globalizada.
Desde hace dos años los medios de comunicación globalizados están
anunciando la quiebra del Estado fallido de Venezuela y hasta ahora no
pueden entender por qué el régimen de Maduro no cae a pesar de las
generosas donaciones que los opositores reciben de EEUU y sus aliados
incondicionales de la Unión Europea. Recientemente el Congreso
norteamericano autorizó el envío de 9,5 millones de dólares a los
opositores venezolanos para "promover la democracia". Igualmente, el
periódico británico The Guardian exhorta a los europeos a usar nueve
métodos para apoyar "las protestas por los derechos humanos".
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Se están creando fondos en el extranjero para recolectar dinero para
la oposición venezolana, en especial, para sus grupos de choque
enmascarados con el pretexto de ayudarles a defender los derechos
humanos en la República Bolivariana abolidos por el "dictador Maduro".
Entre ellos se destacan GoFundMe, Generosity etc. que envían dinero
recolectado a los grupos más radicales para sembrar el caos y terror en
Venezuela atribuyéndolo al Gobierno bolivariano. La Iglesia católica
nacional y en especial, su Conferencia Episcopal, se alió
incondicionalmente con la MUD y su lucha para derrocar el chavismo. El
pasado primero de julio, el cardenal Jorge Urosa Savino declaró que "el
Gobierno tiene una guerra contra el pueblo… y que el Gobierno debe
desistir de implantar un sistema totalitario marxista y ahora también
militar militarista".
Tal
extremo es la desesperación y el odio de la oposición que ha pedido a
los EEUU que invada Venezuela. También piden a Norteamérica replantear
sus relaciones con el país y dejar de comprar el petróleo venezolano e
imponer sanciones más drásticas. Lo curioso fue que el mismo pedido
formuló el canciller de Paraguay Eladio Loizaga que no tiene nada que
ver con el país bolivariano. Lo que no toman en cuenta los líderes de la
MUD es que EEUU es el primer comprador de petróleo venezolano y la
megafinanciera Goldman Sachs acordó hace poco la compra de bonos de la
petrolera estatal Pdvsa por 865 millones de dólares.
La derecha internacional, después de fracasar sus intentos contra
Venezuela en la OEA, está buscando otras formas para desterrar el
chavismo. En estos intentos están contando con el apoyo de las agencias
internacionales como Reuters y medios de comunicación como The
Washington Post, CNN, El País, El Comercio del Perú, O’Globo, Televisa,
el Grupo Clarín, la BBC, DW y muchos otros medios corporativos para
convertir a los terroristas y paramilitares venezolanos, que agreden,
matan, queman, destruyen bibliotecas, cunas, centros médicos, en "héroes
románticos" y "grandes luchadores" por los derechos humanos. Hace poco
la agencia Reuters publicó 23 fotografías, estilo retrato, de los
"jóvenes románticos radicales" pertenecientes al grupo autodenominado
Los Escuderos o La Resistencia. Lo que la agencia omitió decir fue que
estos "románticos" matan, golpean y destruyen todo lo que se puede a su
paso, actitud que los iguala con los terroristas y los paramilitares.
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REUTERS/ Christian Veron
Lo
mismo sucedió con la imagen del inspector de la Brigada de Acción
Especial del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminales
(Cicpc), Óscar Pérez quien desde un helicóptero policial lanzó cuatro
granadas contra el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y disparó 15
balazos contra el Ministerio de Relaciones Interiores. Felizmente no
hubo víctimas. En cualquier país del mundo este hecho sería llamado un
acto terrorista pero para los medios globalizados de comunicación, Óscar
Pérez se convirtió inmediatamente en un "luchador por la democracia".
La CNN lo llamó "un héroe" "mezcla de James Bond y Rambo pero
venezolano" y el mismo se autoproclamó un "Guerrero de Dios".
La oposición piensa lograr su objetivo usando a estos 'guerreros de
Dios' y terroristas 'románticos' bautizados también por Reuters como
"Vikingos" con sus escudos diseñados en Nueva York, sus radios
portables, sus máscaras de gas, anteojos de seguridad importados y con
la botella de cóctel molotov en sus manos, haciendo destruir las bases
de su propio país al estilo de los ucranianos y empeñar Venezuela a
precio de ganga. Los líderes de la oposición, María Corina Machado y
Edinson Ferrer están convocando 'Trancazos' para esta semana contra la
"dictadura".
Uno
de los principales líderes de la oposición Julio Borges llamó a un
plebiscito para el próximo 16 de julio contra la Asamblea Nacional
Constituyente para truncar la votación para este organismo el próximo 30
de julio. La MUD está llamando abiertamente al pueblo venezolano y sus
fuerzas armadas a sublevarse contra el Gobierno para formar un nuevo
"gobierno de unidad nacional". Los periodistas del diario El Nacional,
ya están declarando que el próximo 30 de julio se acabará el chavismo.
En realidad, la oposición está llegando al límite de la tolerancia para
derrocar un Gobierno legítimamente electo por el pueblo y los
guarimberos se están saliendo de las manos del Gobierno.
A la vez, la derecha no está mostrando capacidad de aumentar su base
social y de paso el nivel de movilización popular. Una enorme parte de
la población no está de acuerdo con la violencia y el chavismo a pesar
de ciertas derrotas y traiciones está resistiendo. Según el periodista
venezolano de línea moderada, José Vicente Rangel, ha llegado la hora
para que "el Gobierno use sus organismos de seguridad e inteligencia
para neutralizar las acciones sediciosas de un sector de la oposición".
Lo que no dice este periodista es que los sectores 'radicales' y
'moderados' de la oposición ya se fusionaron con el único propósito de
hacer caer como sea el chavismo. Los 80 muertos y 1.500 heridos
producidos durante los últimos 90 días no les importan.
Según los cálculos de la oposición, le faltan unos 20 muertos más
para repetir el ejemplo del Maidán ucraniano donde murieron 100 personas
durante los alzamientos en Kiev en 2013-2014.
El pueblo venezolano debe estar consciente de lo que podría suceder
en el país si es que el chavismo pierde las elecciones para la Asamblea
Nacional Constituyente el próximo 30 de julio.
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