La dominación ideológica, como la opresión política, que los
explotadores hacen uso, para justificar, desde los poderes del Estado, la
explotación económica, la represión social sobre los explotados, se aprecia
claramente, cuando la situación política se le presenta adversa, bajo el manto
del respeto al “principio de autoridad”, que le da carta abierta para la
represión a sangre y fuego a quienes no se avienen con el respeto al principio
de autoridad, que brota de las condiciones económicas, sociales, de los
intereses individuales del explotador.
Cuando el Amauta José
Carlos Mariátegui señalaba tajantemente: Capitalismo o Socialismo es el dilema
actual de nuestra época, y no existe neutralidad posible, estaba señalando a dos principios de autoridad
irreconciliables: La autoridad del capitalismo, de los explotadores, hoy en
crisis terminal; y la autoridad del Socialismo, de los trabajadores, hoy en resurgimiento.
El principio de
autoridad del gobierno temporal, determinado por la autoridad del gobierno
permanente de las clases dominantes
parasitarias, no es más que el principio de autoridad de los explotadores, que
no trabajan, sobre los explotados, a quienes consideran que no tienen autoridad
alguna y que solo deben trabajar y obedecer pasiva y calladamente. Es ese principio de autoridad, cuyo sustento
material, está en la propiedad privada sobre los medios de producción. Anarquía
en la producción. Lucro, despilfarro y corrupción, como el ideal de sus
intereses individuales. Conservados y defendidos por el principio de autoridad
de papel: el Derecho individual burgués, administrado a través de la
Constitución y las leyes, dirigidas todas, estrictamente, a la conservación y control
de las condiciones de explotación y opresión de las masas trabajadoras. En
pocas palabras, es el principio de autoridad del enemigo común del pueblo
peruano:”el orden social, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes”.
Contra este enemigo común, lo sepa o no lo sepa, es la lucha del pueblo
trabajador peruano, a lo largo y ancho del país. Es ese enemigo común, cuyas
instituciones, injusticias y crímenes, el que empuja a que los trabajadores
peruanos crean sus propias organizaciones participativas para defender sus reivindicaciones
inmediatas, de donde surge o se pone de pie, el Principio de autoridad del
Trabajo Emancipado, cuya sustento material es de interés social, colectivo,
planificado. Por eso, la convocatoria concreta del más alto principio de
autoridad humano, de palpitante actualidad de las masas trabajadoras y el
pueblo todo, es la lucha reivindicativa de: TRABAJO - EDUCACION - SALUD
El resurgimiento de esta nueva realidad, es la suma hasta al presente, de los
innumerables episodios heroicos, anónimos, de las luchas generacionales del
pueblo trabajador peruano, que a lo largo de estos casi doscientos años de vida
republicana, han tenido que afrontar contra el poder de esa clase dominante
caduca y corrupta, principal sostén del
capitalismo marginal que hunde al Perú, especializándolo solo a ser depósito de
materias primas y mercado para los productos
e inversiones de capitales, al servicio de los intereses del capital
transnacional extranjero. Hoy, esto esta mas claro que el agua cristalina.
Si de principio de
autoridad se clama, primero aclaremos de qué principio de autoridad se trata, pues éste tiene su sello
de clase. En el capitalismo, el principio de autoridad es de la burguesía; en
la lucha por el Socialismo o la construcción del Socialismo, el principio de
autoridad es proletario.
Entonces, en las
luchas sociales de hoy, podemos encontrarla configuradas como: si se trata de
los explotadores(minoría-vieja democracia), entonces hay que combatirlo sin
ningún miramiento, pues se trata del principio de autoridad del enemigo común,
negativo, destructivo; si se trata de
los principios de autoridad de las reivindicaciones de los explotados(mayoría-nueva
democracia), entonces hay que poner el hombro, pues es el rumbo común,
solidario, de la afirmación de un Perú nuevo en el mundo nuevo, cuya tarea
central en nuestros días, es : LA PREPARACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN PARA EL
CAMBIO SOCIAL. Y como dijera Cesar Vallejo, “ya viene el día, ponte el
alma”.
HFD.
28.05.15