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Perú al Pie del Orbe
FLORA TRISTÁN
UNA REVOLUCIONARIA DEL MUNDO OBRERO
La escritora francesa fue una reconocida líder del socialismo del siglo XIX.
Sus aportes teóricos y su práctica política en el movimiento de la clase obrera
dejaron una huella rebelde y feminista en la historia política
de la humanidad hasta nuestros días
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Nidia Jaydivi Colorado G
Flora Tristán nació en París, Francia, el 7 de abril de 1803 y
murió a sus 41 años el 14 de noviembre de 1844 en Burdeos, Francia.
Era hija ilegítima de un coronel peruano, quien muere
cuando ella tenía tan sólo 4 años. Su madre francesa cae en la miseria
con la temprana muerte de su esposo y su hija no alcanza a ser
reconocida legalmente.
Su familia la obligó a casarse con el dueño de una litografía en
la que traba-jaba desde los 16 años. Con este hombre, André Chazal,
tendría tres hijos de los cuales el primero muere, quedando vivos Ernest
y Aline, la futura madre del conocido artista
plástico Paul Gauguin. A los 22 años Flora decide separase por
maltratos y problemas de convivencia con su esposo, huye con sus dos
hijos y emprende una aventura libertaria como mujer separada.
Este periodo de su vida es uno de los más complejos por todas las
adversidades económicas, morales y emocionales que debe enfrentar como
consecuencia de su separación y la posterior estigmatización social.
Gracias a la colaboración de varios conocidos
puede viajar a Perú el país de su padre, con el propósito de reclamar
sus derechos y su lugar en la sociedad, pero dicho propósito nunca logra
concretarse.
Sus obras
Las obras de Flora Tristán se escriben principalmente desde su
propia experiencia. Ella plantea un análisis político de la condición
subalterna y dependiente de las mujeres de su época, identifica la
inequidad de género que constituye ser mujer en el
siglo XIX, claramente en su obra “Mi Vida”, señala el rechazo
social que afronta una mujer que toma sus propias decisiones y que no
reproduce el estándar de comportamiento típicamente patriarcal,
establecido en su época.
Este tipo de circunstancias fueron tan extremas, que su esposo en
1839 le disparó a quema ropa a plena luz del sol por que no aceptaba su
divorcio ni la pérdida de una mujer, a la cual consideraba su
propiedad. Como consecuencia del hecho, ella vivió
con una bala en su pecho y él pagó 20 años de condena por intento de
homicidio.
La vida personal de Flora no era el único factor que funcionaba
como fuente de sus producciones intelectuales, también lo fueron las
corrientes socialistas francesas conocidas como los socialistas
utópicos. La influencia en la ideas de Flora se conformó
por un entramado de tendencias y las características propias de su
contexto histórico.
Sin embargo, los postulados de Flora van más allá de lo que
planteaban los socialistas utópicos a cerca de una clase social ideal,
capaz de liderar los procesos de transformación social.
Para Flora Tristán la clase revolucionaria es en realidad la
clase obrera, su posición de obrera desde la adolescencia le ayuda a
identificar la contradicción de clase que posteriormente teorizará Karl
Marx. En ese sentido su obra
La Unión Obrera de 1844, habla de una clase social trabajadora
universal y allí plantea la necesidad de una unidad de la clase
trabajadora, entendida como una asociación política e internacional, lo
cual se convertiría en un antecedente de la Primera
Internacional de los tra-bajadores en el año de 1864.
Evidentemente el interés por la clase obrera surge a partir de su
propia experiencia de vida y de las decisiones de independencia
económica que no logra concretar con su familia, sino sólo trabajando
como una obrera más y es allí donde se ubica en un
espacio social muy diferente al que podría haber obtenido con su
parentesco o su relación familiar, si los acontecimientos de su historia
de vida hubiesen sido diferentes.
Por medio de su análisis político de la sociedad y su experiencia
de vida como mujer, relaciona dos dimensiones ocultas en el contexto
social, el género y la clase social. Allí no sólo ubica el papel. Allí
no sólo ubica el papel de la mujer en la sociedad
sino que además ubica la clase social emancipadora y en ella el papel
de la mujer obrera, dejando así un inmenso lega-do para el movimiento
feminista y el movimiento obrero. Ella va a plantear no sólo una lucha
por la igualdad sino que particularizará las
diferencias de la lucha de las mujeres identificando los objetivos
políticos de aquellas que son mujeres obreras.
El porqué de sus reclamos
De Unión Obrera en el capítulo Por qué menciono a las mujeres,
habla de las mujeres elaborando extensas descripciones de la lamentable
condición de la mujer ante el domino del hombre, es un relato bastante
simple, en sus propias palabras
y con mucha indignación, de allí es importante resaltar este fragmento
en el que dice: “Reclamo derechos para la mujer porque estoy
convencida de que todas las desgracias de este mundo provienen de este
olvido y desprecio que se ha hecho hasta ahora de
los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer. Reclamo
derechos para la mujer porque es la única manera para que se atienda su
educación y porque de la educación de la mujer depende la del hombre en
general y en particular la del hombre del pueblo.
Reclamo derechos para la mujer porque es la única manera de lograr su
rehabilitación ante la iglesia, ante la ley y ante la sociedad, y porque
es necesaria esa rehabilitación previa para que los mismos obreros sean
rehabilita-dos. Todos los males de la clase
obrera se resumen en estas dos palabras: miseria e ignorancia,
ignorancia y miseria. Ahora bien, para salir de ese dédalo no veo más
que una sola manera: comenzar por instruir a las mujeres, porque las
mujeres son encargadas de criar a los niños, machos y
hembras”.
Hoy en día Flora Tristán representa uno de los antecedentes más
importantes de la lucha de las mujeres obreras del mundo, ella tuvo la
sensibilidad histórica y social de entender su contexto personal como un
contexto político, al mismo tiempo logra ser
una líder reconocida en el movimiento obrero y en las corrientes
filosóficas del momento.
Su posición siempre estuvo dirigida a resaltar el papel de la
clase obrera e identificar la mujer como parte de la construcción
social, en ese sentido decide expresar en sus letras la miserable
condición de la mujer trabajadora en su familia, en su trabajo
y en su propia realidad social. Sus obras hacen llamados permanentes a
una transformación social verdadera para las mujeres también.
Por eso es importante recordarla y dedicarle este artículo a una
mujer que no se comportó como una intelectual de escritorio, sino que
fue una militante orgánica de la causa, que luchó desde su propio lugar,
es decir desde su cuerpo, desde su propia
existencia.
Periódico VOZ
LA VERDAD DEL PUEBLO
Fundado en 1957
Edición 3008
Circula los miércoles
27 de noviembre de 2019, p.20
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5 de diciembre de 2019
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