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POR UN PERÚ INTEGRAL
Esta vez, el aniversario patrio será como dice el dicho:
¿“28 de Julio: Postrer día del despotismo
y primero de lo mismo”? (Popular)
El pueblo espera que el Bicentenario,
sea el inicio de la construcción del Perú Integral.
El Perú cumple 200 años de vida republicana. Teniendo como marco el Bicentenario del Perú, en las elecciones generales, segunda vuelta, con el respaldo popular de todas las sangres, se dio el triunfo del Presidente surgido de las entrañas del Perú profundo. Así como el 26 de julio de 1533, los españoles asesinaron a Atawalpa Inka, comenzando agresivamente la destrucción del Tawantinsuyu, así también el 19 de julio del 2021, al proclamarse al maestro rural José Pedro Castillo Terrones como Presidente del Perú y el 28 de julio su juramentación y posición de mando, se anuncia el despertar desde Cajamarca la construcción de Perú Integral.
Son 20 décadas de existencia como país liberado formalmente del espíritu colonial. Sin embargo, sus fuerzas productivas aún se mantienen encadenadas por los nuevos colonizadores. Durante todo este tiempo, en el Perú se han sucedido gobiernos civiles y militares, más militares que civiles mediante golpes de Estado. En ambos casos, que en esencia son los mismos, los que han detentado el poder están registrados en un segmento social de privilegio que representa a menos del 10% de la población. Por consiguiente, las grandes mayorías (más del 90% de la población) se hallan dominadas ideológicamente, oprimidas políticamente, explotadas económicamente y reprimidas socialmente. Esa es nuestra dramática realidad. Razón tiene el narrador cuzqueño Mario Guevara cuando en una entrevista periodística afirmo: “Patria es el sueño de muchos y la pesadilla de pocos. País es el rótulo de una minoría que vive bien y hace creer a la mayoría que vive en un país de maravilla”. Testimoniando esta realidad, en décadas pasadas, el pueblo acuñó una consigna muy significativa: “28 de Julio, postrer día del despotismo y primero de lo mismo”, que se ha venido repitiendo constantemente a lo largo de 200 años.
El Perú es un país rico, muy rico, demasiado rico, extremadamente rico. Es uno de los más extensos del mundo (1 285 216 Km2). Está ubicado en la cuenca del Pacífico, centro geográfico mundial avizorado para el tercer milenio. Cuenta con la costa, los andes y la selva, gozando de 28 tipos de clima de los 32 identificados en la tierra, para cultivar la mayor parte de las plantas que existen en el mundo. La mayoría de los animales domésticos se han aclimatado y reproducido en el país. Tiene el mayor número de aves en el mundo. Posee un emporio de potencial energético debido a sus grandes caídas naturales de agua, listos para generar energía hidroeléctrica. Tiene reservas probadas de carbón, gas y petróleo para varios siglos de explotación y consumo. Posee reservas de minerales estratégicos para la producción de energía nuclear. Sin embargo, paradójicamente su población vive en la pobreza y extrema pobreza. Somos uno de los países más atrasados del mundo y con un raquítico sistema educativo.
El bicentenario, con un maestro rural, campesino y rondero, como Presidente del Perú, sin precedentes en la historia nacional, es una buena motivación para centrar nuestra atención a la interpretación serena y seria de la realidad nacional con el objetivo de promover conscientemente la construcción de un nuevo orden social en el país sustentado en un Programa reivindicativo que tenga como ejes centrales Trabajo-Educación-Salud.
El nuevo gobierno popular, impuesto en arduas jornadas de lucha por el pueblo, recibe el país en pandemia y en la peor de las calamidades, donde la Democracia de los de arriba siempre ha impuesto la desagrarización y la desindustrialización. Los productos extranjeros de las firmas que representan (alimentos chatarra y artículos de usar-botar) han desplazado en el mercado a nuestra producción.
Como consecuencia del desempleo generalizado en la agricultura y en la industria, creció la informalidad y que ahora lo califican como emprendedores, solo para sobrevivir. De allí que la calidad de vida ha decaído, incrementándose la delincuencia y el robo organizado desde las esferas gubernamentales, proliferación del vicio, del malvivir, de la corrupción generalizada. A pesar de toda esta dura realidad, no somos ni seremos pueblo “sin futuro”.
Nuestro principio de identidad parte de que nuestro pueblo siempre fue laborioso, solidario, digno, disciplinado y emprendedor. Porque fue y sigue siendo laborioso, emprendió la construcción de una gran cultura, siendo la más antigua de América la cultura Caral. Por su espíritu solidario, siempre fue disciplinado. Por eso tenemos dignidad para no aceptar la situación que nos impone esta vieja democracia de política criolla, acostumbrada a engatusar a los líderes populares para ponerlo a su servicio.
La dignidad de hombre nuevo, pensante y operante, nos llama a proteger nuestro patrimonio. Volveremos a desarrollar nuestra agricultura. Volveremos a emprender la industrialización de nuestra mama pacha. Promoveremos e impulsaremos los principios de la Escuela del Trabajo. Desarrollaremos las normas básicas de la Salud Integral. Recuperaremos y elevaremos nuestra calidad de vida.
Si nuestro país ha tocado fondo, lo bueno es que del fondo se va a resurgir. He ahí nuestra gran tarea histórica en el marco de un gobierno de todas las sangres. Un gobierno del pueblo, con el pueblo y para el pueblo, garantía para construir en el día a día el Perú Integral. Ha llegado la hora de seguir creciendo. Por lo tanto, lo esencial está en organizarnos desde las comunidades, municipios, provincias y regiones. Tenemos que seguir luchando por un Perú nuevo en el mundo nuevo, por un Perú sin distinción de costa, ande y selva, de negro, cholo e indio. He ahí la garantía fundamental para fortalecer el programa de cambio social que el gobernante entrante ofreció durante la campaña electoral. He ahí la actitud que debemos asumir, para reconquistar nuestra Dignidad Nacional, liberando las fuerzas productivas del pueblo peruano. Entonces sí podremos exclamar con energía, convicción la consigna de que no somos uno, no somos dos, ahora somos todos a una solo voz:
¡VIVA EL BICENTENARIO DEL PERÙ! ¡VIVA EL PERÙ INTEGRAL!
Hoy, los grandes nos parecen grandes, porque estamos de rodillas. ¡Pongámonos de pie!.
Lima-Perú, 28 de julio 2021
José Félix D.
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