jueves, 23 de enero de 2014

Centenario del Socialismo Peruano (02)


 
PATRIA NUEVA Y ECONOMÍA COLONIAL

                En 1921 se recordó el Centenario de la Independencia de nuestro país, y en 1924 el centenario de la Batalla de Ayacucho que selló la independencia de las colonias hispano sudamericanas. Y el presidente Augusto Leguía tituló su gestión como la Patria Nueva.
                En 1926, preparando sus 7 Ensayos JCM publicó su artículo Economía Colonial (8 de enero), donde señala tajantemente que la economía del Perú es una economía colonial.
                Ese primer siglo culminaba con la república aristocrática, denominada así por Jorge Basadre, coetáneo de JCM, y se entraba en la patria nueva. Hay, pues, una flagrante contradicción entre esas líricas denominaciones, por un lado, y la franca denominación de JCM. Si JCM se equivocó al respecto, todos sus 7 Ensayos están igualmente equivocados. Y ahora, cuando sigue estando de moda la sonora denominación de crecimiento económico superior a China, es menester deslindar esta cuestión básica de nuestra realidad nacional.
                Leguía había tenido un primer período (1908-1912), donde ocurrieron los escándalos del Putumayo, explotación esclavista del caucho por la Casa Arana al servicio del colonialismo inglés, que con inenarrable crueldad ocasionó la muerte de más de 30 mil selvícolas. Miembro del Partido Civilista, se separó luego formando el Partido Constitucional con el que ganó las elecciones de 1919. Pero, para eliminar la oposición parlamentaria civilista, fraguó un golpe de Estado precisamente un 4 de julio, día de la Independencia de EUA. Muy claro el mensaje: se ponía al servicio de la nueva potencia imperial. Un mes después, 3 de agosto, JCM escribía su editorial Un personal senil y claudicante, que ocasionaría el cierre de su periódico La Razón y su deportación. En él señala de entrada que el nuevo gobierno “Se ha formado como no podía dejar de formarse. Como era inevitable que fuera. Algunos ingenuos pensaron en un régimen de renovación efectiva. Creyeron posible la organización de un gobierno sano y fuerte, nuevo, idealista” Y desenmascara que los componentes de ese nuevo gobierno “Son los mismos hombres fracasados en la función pública. Son los mismos hombres que en hora iluminada se borró del escalafón político. Son los negros autores del atraso del país”
                ¿Por qué ocurre así, de ayer a hoy? Porque “El factor central del fenómeno es la hegemonía de la gran propiedad semifeudal en la política y el mecanismo del Estado. Por consiguiente, es sobre este factor sobre el que se debe actuar si se quiere atacar en su raíz un mal del cual algunos se empeñan en no contemplar sino las expresiones episódicas o subsidiarias” Es decir, semifeudalidad y semicolonialidad para JCM van de la mano, son los dos lados de la misma moneda.
                Con la apertura del Canal de Panamá y la I-GM, Estados Unidos desplazaba de América a Inglaterra y otras potencias colonialistas. En 1926 las importaciones de Inglaterra descendían al 15.6% mientras que EUA ascendía al 28.5% del total. Y sus exportaciones descendían al 34.5% mientras que Estados Unidos ascendía al 46.2%, y así la nueva potencia imperial se adueñó del import-export del país, convertido en simple “depósito de materias primas y una plaza para sus manufacturas”
                La Patria Nueva consolidó la nueva economía exportadora primaria (extractiva) atrayendo capitales norteamericanos y aceptando sus préstamos. Desde entonces se sistematizó la oprobiosa deuda externa con la que se financió la infraestructura (comunicaciones, caminos, puertos) Y la modernización de la capital a cargo de empresas extranjeras como la Fundación, que escondió el atraso del interior del país (Y se le hizo creer que “de Lima a la gloria” y “Lima, la sucursal del cielo”) Esa deuda externa se decuplicó, de 12 millones de libras esterlinas en 1919 a 116 en 1929.
                Con el oncenio terminaron los viejos partidos políticos. Y el gobierno se apoyó en las capas medias (burócratas, burguesía profesional, estudiantes universitarios que lo nombraron Maestro de la Juventud) A los obreros los manipuló aceptando sus sindicatos; a los nativos, con la aceptación formal de sus comunidades. Con el 1° de Mayo y con el Día del Indio.
                El efímero éxito inicial fue logrado por el alto precio inicial de las materias primas (algodón, caña de azúcar, minerales en bruto sin valor agregado), pura exportación primaria.
                En sumisión al capital extranjero firmó el Laudo de la Breña y Pariñas, pasando el dominio petrolero inglés al nuevo amo, cediéndole suelo y subsuelo a la International Petroleum Company IPC, no cobrándole impuestos por 25 años y dándole exclusividad en la exploración y explotación petrolera por 50 años. Y firmó los lesivos acuerdos fronterizos con Colombia (1922), Chile (1929)
                En el aspecto financiero estableció el Banco Central de Reserva, el Banco Hipotecario, el Banco Agrícola, con los que se fijaba el valor de la moneda, préstamos hipotecarios al comercio e industria, préstamos a la agricultura exportadora. Todo bajo la supervisión del nuevo amo que “no necesita desembarcar sus marines, sólo necesita desembarcar sus banqueros”, como la Misión Kenmerer que “modernizó” el aparato financiero del país.
                En lo interno estableció el impuesto a las exportaciones agrícolas que le ocasionó roces con el sector agrícola exportador. Y lo más aberrante, la “conscripción vial”, trabajo gratuito de todo varón desde los 18 a los 60 años, doce días al año o pago equivalente, dirigido evidentemente a la población nativa insolvente que sin pago alguno tenía que construir más de 45 mil kms de carreteras. En 1928 cedió a perpetuidad los ferrocarriles nacionales a la compañía inglesa Peruvian Corporation.
                Su Constitución de 1920 establecía la no reelección, pero con un Parlamento sumiso de “hombres fracasados en la función pública” logró las enmiendas para su reelección en 1925 y 1929. Después, el crac de 1929 terminó con su fanfarria. Y es bien sabido que “cuando hay un descontento general surge un general descontento” (Sofocleto) En Arequipa se fraguó su derrocamiento por Sánchez Cerro, guiado teóricamente por el Manifiesto de Arequipa, redactado por Bustamante y Rivero, que sería presidente en 1945 como nuevo salvador de la democracia.
                El crac de 1929 ocasionó el cierre del Banco Perú y Londres, la baja de los precios internacionales, la devaluación de la moneda, la consiguiente baja de los salarios, la reducción del Presupuesto de la República, el empobrecimiento general del país. El descontento del trabajador iba en aumento. Se requería de un “gobierno fuerte” y por eso surgieron primero Sánchez Cerro (militar, 1930-1933), Óscar Benavides (militar, 1933-1939), Manuel Prado (civil, 1939-1945), Bustamante y Rivero (civil, 1945-1948)
                Con el crac de 1929 el país quedó en manos de Estados Unidos. Durante la II-GM (1939-1945), el “demócrata” Prado sirvió fielmente a la democracia estadounidense, todo para “ayudarle” en la guerra contra el Eje Alemania-Italia-Japón.
                JCM termina su análisis señalando: “Y así, en cada uno de los trances, en cada uno de los episodios de la experiencia histórica que vamos cumpliendo, nos encontramos siempre de frente al mismo problema: el problema de peruanizar, de nacionalizar, de emancipar nuestra economía”
                Sin peruanizar, sin nacionalizar, sin emancipar su base económica, ¿se puede sostener que nuestro país no era en tiempos de Leguía una semicolonia?
                JCM fallece cinco meses antes del derrocamiento de Leguía. Sus 7 Ensayos quedaron marginados. Quedó marginado su proyecto de construir el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana. Tuvieron vía libre Perú: problema y posibilidad de Jorge Basadre, El antimperialismo y el Apra de Haya de la Torre.
                Entonces, Patria Nueva fue el papel regalo con que se escondió nuestra realidad económica. Ni Leguía ni los que lo sucedieron en el gobierno del país tuvieron la mínima intención de peruanizar el Perú, de resolver su problema primario el régimen de propiedad de la tierra, que determina el régimen político y administrativo de toda nación
                Y lo que ocurrió entonces ¿no ocurre hasta el presente, etapa tras etapa?
                ¡Aprendamos la lección que nos deja nuestra propia historia!
Ragarro
                                                                           21.01.14

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