1.-
LA FARSA DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA.
Desde la fundación de la
República en 1821, los miembros del poder Ejecutivo, Legislativo,
Judicial y Jurado Nacional de Elecciones, jamás han representado las
necesidades e intereses del pueblo peruano. La clase dominante que
constituye el 1% de la población, siempre ha tenido el poder
económico, político, social y cultural de la sociedad peruana, por
la vía del golpe de Estado o de las elecciones generales y
municipales.
El Perú tiene 30 millones de
habitantes. Estos están divididos y organizados en clases sociales
definidas (campesinos, obreros, clase media o pequeña burguesía,
burguesía nacional y gran burguesía) por razones de propiedad de
los medios de producción. La gran burguesía es la clase dominante
parásita e intermediaria de las potencias extranjeras y las empresas
transnacionales. El pueblo está conformado por los campesinos,
obreros, clase media y burguesía nacional; su única propiedad es su
fuerza de trabajo y constituye el 99% de la población.
En las elecciones generales
del 10 de abril 2016, mediante un proceso viciado y fraudulento, con
el apoyo descarado del Jurado Nacional de Elecciones y la complicidad
de los aparatos del Estado, la clase dominante ha logrado elegir a
dos de sus representantes más serviles, para en segunda vuelta
consolidar el control legal –pero espurio- del Estado y garantizar
la continuidad del sistema de explotación económica y opresión
política.
El resultado del 10 de abril
no es nuevo, pero sí extremadamente cínico y escandaloso. Se
comprueba fehacientemente que la “democracia representativa”
ha degenerado y caducado después de 195 años de práctica política
y el voto ciudadano se ha convertido en una simple mercancía. Por
todo ello, es una farsa y una estafa.
2.-
AFRENTA A LA DIGNIDAD E INTELIGENCIA DEL PUEBLO PERUANO
El hecho concreto en el que
dos personajes de conocida trayectoria política en contra de los
trabajadores y del Perú, se disputen la Presidencia de la
República, es una derrota histórica de los trabajadores, una
afrenta a la dignidad e inteligencia del pueblo en su conjunto.
Esta realidad dramática y
vergonzosa, evidencia que la mayoría de los electores carecen de
conocimientos, de habilidades para interpretar la realidad y de
actitudes al servicio del pueblo trabajador. Son ciudadanos
incompetentes para ejercer adecuadamente sus derechos cívicos. No
tienen capacidad de análisis y crítica de los sucesos nacionales
e internacionales. Nunca tuvieron o perdieron totalmente la ética y
moral de los trabajadores, de los productores, y lo han reemplazado
por la moral de esclavos.
Este tipo de “ciudadano”
es producto del sistema oficial de instrucción pública. La escuela
pública no educa, sólo instruye. La escuela pública vegeta al
mismo ritmo del sistema económico y político de la República.
En la evaluación
internacional de educación de las Pruebas PISA, el Perú ocupa el
último lugar. La mayoría de los alumnos de Primaria y Secundaria no
comprenden lo que leen y no pueden solucionar problemas lógico -
matemáticos. Estos alumnos terminan la Secundaria, pero no tienen
capacidades científicas, ni técnico –productivas y como tal –cada
año- se incorporan al inmenso ejército de desocupados y mano de
obra barata - no calificada. Este contingente, formalmente tiene su
DNI que los acredita como ciudadanos, pero en la práctica siguen
siendo menores de edad en la comprensión de los grandes problemas
del Perú como nación.
3.-
ALIENACIÓN: ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA
En estas elecciones, la gente
más pobre económica e intelectualmente-además desocupada- ha
votado por la clase dominante (la gran burguesía), por las empresas
transnacionales y por las potencias extranjeras. Son humildes
trabajadores, pero piensan como si fueran grandes empresarios.
Comparando con las diferentes épocas de la historia universal, es
como si los esclavos votaran a favor de los esclavistas, los
campesinos siervos a favor de los terratenientes, los obreros a favor
de los capitalistas o la patronal explotadora.
Este proceso de alienación de
los trabajadores y ciudadanos(as) en general, es el resultado de la
ofensiva ideológica y política de la gran burguesía a partir de
los años ochenta del siglo pasado y de represión generalizada
contra los paradigmas del socialismo científico. Los textos de
filosofía, economía política, sociología marxista y las obras
completas de José Carlos Mariátegui, fueron tipificados como
literatura subversiva y los poseedores de dichos libros fueron
acusados del delito de “Apología del Terrorismo”, perseguidos,
encarcelados y sus bibliotecas destruidas. En los últimos 35 años
(1980 -2015) la gran burguesía a través del aparato del Estado
–principalmente- ha realizado un intenso trabajo ideo –político
apoyado por la gran prensa y la televisión basura.
La alienación deforma la
mente de las personas no instruidas, poco instruidas, que no leen y
no tienen acceso a la cultura. Sólo ven la forma, pero no el
contenido de los fenómenos económicos y sociales. No alcanzan a
comprender las causas de los problemas. No relacionan las causas con
los efectos o consecuencias. No ven el conjunto de la realidad, sino
hechos aislados. En estas condiciones mentales, el obrero piensa como
el patrón capitalista o acepta ciegamente lo que el patrón le dice.
No tiene capacidad de crítica. Se desborda el individualismo,
predomina el sectarismo, permitiendo de esta manera el desarrollo
del nacionalismo pro imperialista.
Las organizaciones de
izquierda en general han cometido el grave error de no realizar un
balance crítico de los acontecimientos políticos y sociales de la
década del ochenta y noventa del siglo pasado. Han sucumbido en la
política criolla de “borrón y cuenta nueva” menospreciando los
sucesos de los últimos 20 años del siglo XX y tomándolo como
cuestiones anecdóticas.
No
han promovido la lectura, difusión y debate del Informe de la
Comisión de la Verdad y Reconciliación. Han continuado haciendo
política a la cola de la gran burguesía promoviendo el apoyo “al
menor” que una vez instalado en Palacio de Gobierno se convierte en
el “mal mayor” que perdió en las elecciones.
4.-
EL DILEMA CAPITALISMO O SOCIALISMO
La confrontación ideológica,
teórica, política y orgánica por la conquista del poder y el
gobierno del poder, es entre dos sistemas: el sistema capitalista y
el sistema socialista. Este es el dilema de nuestra época. Los
términos derecha e izquierda son categorías muy genéricas que
desvían la lucha por el cambio del sistema, ocultan la contradicción
principal entre los dos sistemas y limitan la acción de millones de
personas al cambio de gobierno, pero sin tocar el sistema.
El Perú como República va
cumplir 200 años el 2021. En este quinquenio 2016 -2021 se
va desarrollar la contradicción entre capitalismo y socialismo. La
clase dominante asumirá la defensa del capitalismo marginal y
atrasado, meramente exportador de materias primas, incapaz de
desarrollar ciencia y tecnología para industrializar el país,
transformar nuestras materias primas, darle valor agregado a nuestros
recursos naturales, potenciar la agricultura orgánica y garantizar
la seguridad alimentaria.
La
gran burguesía como clase parásita jamás ha tenido visión del Perú
como nación, ha mantenido la organización territorial heredada de
la colonia con el nombre de “departamentos” que no corresponden
a la cuencas hidrográficas y la organización geopolítica que
requiere el Perú. Esta clase –la gran burguesía- ha mantenido el
poder económico y político a través de los gobiernos de turno que
se han sucedido desde hace 195 años. Hoy, no tiene nada nuevo que
ofrecer. Es una clase caduca, sin solvencia ideológica, teórica y
moral para dirigir el país. Es simplemente una clase que domina al
pueblo a través de los aparatos de represión civil, policial y
militar del Estado.
El socialismo peruano como
sistema superior al capitalismo, es la alternativa de cambio para
construir un Perú nuevo.
5.-
EL FRENTE UNIDO DEL PUEBL0 PERUANO.
En el transcurso del año
2015, diversas organizaciones de la sociedad civil, colectivos de
izquierda, sindicatos y asociaciones, invocaron una amplia unidad, a
las organizaciones políticas que tenían inscripción legal en el
Jurado Nacional Elecciones y que se autoproclamaban de izquierda. Se
realizaron numerosas coordinaciones y eventos planteando: “una
sola organización, un solo programa, una sola dirección colectiva”.
Este llamamiento no tuvo acogida. Prevaleció el individualismo
huachafo, el sectarismo, el oportunismo electorero, el interés
económico de propietarios de partidos convertidos en caudillos. Cada
organización se lanzó por separado a la contienda electoral. Esta
división fue un regalo a la clase dominante. El informe estadístico
de la ONPE demuestra que si el Frente Amplio y Democracia Directa
iban juntos, pasaban holgadamente a la segunda vuelta.
La unidad programática de
quienes luchan por el cambio social, es una necesidad objetiva. Se
requiere no solamente la unidad de las izquierdas, sino la unidad de
las cuatro clases sociales que conforman el pueblo.
El triunfo significativo del
Frente Amplio es el punto inicial para construir la unidad de todo
el pueblo, a condición de que luchen frontalmente por las
reivindicaciones de los trabajadores del campo y la ciudad. Después
de 30 años, la izquierda ha presentado una organización propia, no
ha ido a la cola de la gran burguesía, no ha promovido el “mal
menor”, ha ganado en 7 regiones del sur del Perú y logrado una
bancada de 20 congresistas de la nueva generación. Actualmente es la
segunda fuerza política electoral. La izquierda en general ha dado
un salto cualitativo de la nada a la existencia. El F.A. representa a
más de cuatro millones de electores que confían en su propuestas
programáticas. Son ciudadanos(as) que votaron por sentimiento de
clase, pero no por conciencia de clase. No son militantes orgánicos
del Frente Amplio, pero buscan y quieren el cambio de la situación
actual del país.
Si comprendemos que la
contradicción entre el pueblo y la clase dominante es antagónica,
es obligatorio conocer y aplicar la política de Frente Único
planteado por el Amauta José Carlos Mariátegui el 1º de Mayo de
1924: “La existencia de tendencias y grupos definidos y precisos no
es un mal…Lo que importa es que esos grupos y esas tendencias sepan
entenderse ante la realidad concreta del día. Que no se esterilicen
bizantinamente en exconfesiones y excomuniones reciprocas. Que no
empleen sus armas ni dilapiden su tiempo en herirse unos a otros,
sino en combatir el orden social, sus instituciones, sus injusticias
y sus crímenes”.
El llamamiento para
construir “una sola organización, un solo programa y una sola
dirección colectiva” sigue vigente. El proyecto de cambio social
requiere la unidad del Frente Amplio, Democracia Directa, Perú Libre
y diversos colectivos, a través de un Programa Mínimo de
Reivindicaciones del Pueblo que existe y es factible concertar. Si
las organizaciones desean con sinceridad y honestidad lograr el
cambio social, deben mantener relaciones de cooperación intelectual
y solidaridad en la lucha cotidiana contra el sistema, a través de
una instancia orgánica superior que permita el diálogo permanente
y la realización de certámenes políticos en forma conjunta,
periódicamente y de acuerdo a un plan. En la práctica social, a
través de contradicciones conducidas sensatamente, se desarrollará
el proceso de unidad-lucha-unidad- y finalmente se forjará una nueva
unidad. Así, el pueblo conocerá con anticipación quién es quién
y no estará buscando “el mal menor”.
6.-
NUESTRA POSICIÓN
Expresamos categóricamente
nuestro rechazo a los dos candidatos- Fujimori y Kuczinski –que
representan a la gran burguesía, la continuidad del sistema y del
viejo Estado burocrático-militar-judicial. Este rechazo
debemos concretarse en las ánforas con el voto viciado, voto de
repudio al sistema capitalista que oprime y sojuzga a los pueblos del
mundo.
El 11 de abril 2016, al día
siguiente del acto electoral, el diario Expreso publicó en primera
plana y a toda página: “SE SALVÓ EL MODELO”. El
periodista Aldo Mariátegui en su columna del diario Correo felicitó
a Gregorio Santos candidato de Democracia Directa por haber obtenido
alta votación en Cajamarca e impedido que el F.A. pase a la
segunda vuelta electoral. Asimismo le calificó “héroe de la
democracia” (por haber dividido a la izquierda y favorecido el
triunfo de la derecha). Estos testimonios demuestran que la unidad
del pueblo es una necesidad objetiva y que la lucha correcta es por
el cambio del sistema y no por el cambio de gobierno.
Para el socialismo científico,
para el proletariado, no existe “el mal menor” desde que elaboró
y proclamó sus Principios, Programa y forjó su organización
política propia. En el Perú el socialismo proletario va cumplir su
I Centenario el año 2018. Históricamente el proletariado votaba
por la burguesía cuando no tenía conciencia de clase, ni
organización propia. Sin embargo, la política del “mal menor”
ha sido una constante en los procesos electorales del siglo XX y del
presente siglo. Con diversos pretextos, los dirigentes y las
organizaciones de izquierda han trabajado para la gran burguesía
como promotores activos e intransigentes del “mal menor” y como
operadores en las campañas electorales.
En el actual proceso 2016,
no obstante haber triunfado “el mal mayor” persiste el
planteamiento del “mal menor”. El 24 de abril 2016 un ilustrado
izquierdista publica en La Revista del diario UNO su artículo
titulado “NO, ESCUADRÓN SUICIDA” en los siguientes términos:
“Más
que méritos, lo que favorece a PPK es la falta de algunos defectos.
En primer lugar, PPK no es un asesino, no organizará escuadrones de
la muerte, como si lo hizo el gobierno del trío –Alberto Fujimori-
Keiko Fujimori- Vladimiro Montesinos- y como lo haría la keikoimera.
Aunque es una representante de la derecha económica, PPK es un
político de formas democráticas al estilo estadounidense: no
secuestra gente, no pondrá bombas a los líderes de la izquierda, no
traficará con drogas, no sobornará jueces, no comprará jefes
militares, no destruirá universidades, no amenazará periodistas, no
fabricará periódicos, no coimeará a canales de televisión,
etcétera. Bien sabemos que todo esto - y más- fueron especialidades
de la mafia. En suma, PPK y no la Keikoimera garantizará que la
gente y la izquierda puedan hacer política sin temor a que el Doc y
sus muchachos los visiten a la medianoche y esto es bastante para
llegar vivos a las siguientes elecciones con posibilidad de organizar
mejor al Frente Amplio. Por otra parte, es posible que, harto de la
mafia, PPK disuelva el Congreso aplicando el artículo 134 de la
Constitución, tras lo cual se convocaría a nuevas elecciones
parlamentarias” (Víctor Hurtado Oviedo- La Revista - Diario UNO-
página 8 – Domingo 24 de Abril de 2016).”
La experiencia de los últimos
quince años demuestra que el término “izquierda” ha caducado,
porque no corresponde al carácter de clase ni al sistema económico
capitalista de la sociedad peruana. Su uso indiscriminado oculta el
contenido ideológico- político de la organización y a qué clase
social sirve: a la gran burguesía o al pueblo. Por ello, proponemos
replantear el uso del término “izquierda” y reivindicar el análisis
de J.C. Mariátegui realizado en la Editorial de la Revista Amauta Nº
17 en setiembre de 1928: “Nueva generación , “nuevo espíritu”,
nueva sensibilidad”, todos estos términos han envejecido. Lo mismo
hay que decir de estos otros rótulos. “vanguardia”, “izquierda”,
“renovación”. Fueron nuevos y buenos en su hora. Nos hemos
servido de ellos para establecer demarcaciones provisionales, por
razones contingentes de topografía y orientación. Hoy resultan ay
demasiado genéricos y anfibológicos. Bajo estos rótulos empiezan a
pasar gruesos contrabandos. La nueva generación no será
efectivamente nueva sino en la medida en que sepa ser , en fin,
adulta, creadora” ( Tomo 13- pág. 247- Ideología y Política
–J.C.Mariátegui)
7.-
RESPONSABILIDAD GENERACIONAL
Tenemos el privilegio de
estar presentes en este quinquenio (2016 – 2020) de “la lucha
final” por sentar las bases de un Perú nuevo. Es un período de
acontecimientos históricos muy importantes:
7.1.- El año 2018 se cumple
el I Centenario del Socialismo Peruano. Celebrar dignamente este
magno acontecimiento es tarea y responsabilidad de la cuarta
generación.
7.2.- El año 2021 se cumple
el Bicentenario de la República del Perú. Es una oportunidad para
presentar un nuevo proyecto de país y elaborar las bases de un
Estado de nuevo tipo, el Estado Comuna.
7.3.-
La cuarta generación del socialismo peruano culmina su gestión
política.
7.4.-
La quinta generación se prepara en este lustro para tomar la posta
y dar continuidad al Camino de Mariátegui, aunque las primeras
avanzadas ya entraron en acción.
Como vemos, este lustro es muy
especial. Sistematizar, ordenar y difundir lo mejor posible el
proceso de desarrollo del Camino de Mariátegui, es nuestra
responsabilidad. Debemos facilitar la labor de la quinta generación.
Ellos sabrán reconocer nuestros esfuerzos.
¡EL VOTO VICIADO ES
VOTO DE DIGNIFICACIÓN DEL PUEBLO PERUANO!
Lima,
23 de mayo de 2016
Manuel
Montañez V.
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