domingo, 12 de abril de 2020

PRONUNCIAMIENTO DE LA FEDERACIÓN DEPARTAMENTAL DE INSTITUCIONES REGIONALISTAS DE APURIMAC EN LIMA 11.04.2020

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FEDERACIÓN DEPARTAMENTAL DE INSTITUCIONES REGIONALISTAS DE APURIMAC EN LIMA
PRONUNCIAMIENTO

En estos días de pandemia, de sustos, de muertes en el mundo. Nuestra organización, necesita manifestar su opinión en defensa de la vida, como respuesta ante la pregunta: ¿cuál es el sentido común que prevalecerá y de qué manera va a influir en esta dolorosa etapa en la conciencia de los pueblos?

No pretendemos hacer un pronunciamiento político ni técnico. Pero, socialmente somos parte de la población de emigrantes, que afrontamos los diversos problemas que hay en la capital-Lima. Por lo que, estamos envueltos en el debate de la crisis actual, expresada en el tema: es prioritario salvar la economía o a la gente, especialmente a la gente más desprotegida.

Es incierto el mundo pos-coronavirus. Si la era pos-coronavirus nos acerca un poco a la humildad colectiva, habrá mejores posibilidades de salir adelante. Esperamos que en medio de la crisis haya continuidad de los debates sobre los temas fundamentales de la sociedad. La cultura andina tiene en este debate una propuesta que debe ser la alternativa de vida, que es la necesidad de que los pueblos del mundo adopten el modelo de organización de las comunidades nativas e indígenas. Donde la propiedad no es de nadie y es de todos.

Como ya es sabido, el ayni y la minka, son dos formas colectivas de trabajo desde las sociedades pre-Chavín. Actualmente continúa practicándose en algunas comunidades y ha transcendido el concepto a un plano político, al organizarse socialmente para la reivindicación de sus derechos, la denuncia y la reflexión frente a su situación actual.

En el marco de la expansión de políticas neoliberales y de la inversión privada en zonas rurales, las comunidades vuelven a ser actores en la vida nacional. Desde las perspectivas del gobierno y los inversionistas, las comunidades empiezan a ser vistas como un obstáculo para sus objetivos. Por un lado, participan visiblemente en numerosas protestas a lo largo del país, clasificadas las más de las veces como conflictos “socio ambientales” referidos a disputas por el uso de recursos como agua y tierra, pero también por contaminación ambiental y oposición a proyectos de inversión minera en sus territorios.

La misma necesidad de afirmación de lo comunal, se pone de manifiesto en las nuevas generaciones de comuneros, el interés de prepararse para iniciar su gestión generacional y dirigir exitosamente a sus comunidades en la época pos-coronavirus. Siendo, una de esas tareas el de superar las tensiones y problemas que enfrentan las empresas comunales, que poco a poco se diversifican para terminar cubriendo ámbitos tan amplios como la producción ganadera, el comercio, los servicios, la minería el turismo y otros.

Todos estos temas, nos reafirman a los federalistas en la necesidad de continuar en la línea de trabajo con que se fundó la FEDERAL un 15 de febrero de 1980. Que es el de luchar por la reivindicación de los derechos fundamentales de los pueblos de Apurímac. Partiendo del análisis de los múltiples temas de debate que competen a las comunidades mismas, al Estado y al conjunto de nuestra sociedad, en marcos institucionales que combinan política, trabajo, educación, salud, propiedad, etnicidad, descentralización, inversión, desarrollo, historia e identidad.

El ideal humanista del libre desarrollo individual está más cerca ahora que en cualquier fase anterior de la historia, aun en esta forma tan deshumanizada y evidentemente contradictoria.
La Humanidad superó, supera y superará sus contradicciones.

¡VIVA LA UNIDAD DE LOS PUEBLOS DE APURÍMAC!
Lima, 11 de abril de 2020.

          Domingo Suárez Soria
             PRESIDENTE

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