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HISTÓRICO MOMENTO
Escribe: Milcíades Ruiz
Este
es mi homenaje conmemorativo, a los héroes revolucionarios del MIR que
cayeron luchando por los ideales de una nueva república, y que sigue
siendo una aspiración de nuestro pueblo.
El
9 de junio de 1965, marcó un hito en la historia peruana, que no
deberíamos olvidar. Ese día, la izquierda heroica dio inicio a la lucha
armada, cuya finalidad era transformar la vieja república en una
república socialista. Eran tiempos de revolución en toda Latinoamérica,
alumbrada por el faro de la Revolución Cubana. Nada es tan sublime como
la entrega de la propia vida por una causa de justicia social.
¿Fue
un sacrificio en vano? La historia de la patria está llena de gestas
heroicas como la de Túpac Amaru II que también intentó cambiar una
realidad adversa, sin lograr el objetivo. No nos olvidamos de él, y no
tenemos por qué olvidarnos de Guillermo Lobatón, Máximo Velando, Pedro
Pinillos, Froilán Herrera, Secretario de Organización de la Federación
Regional de Comunidades del Centro, Roberto Montes, Juan Paucarcaja y
demás miembros de la guerrilla “Tupac Amaru”, del Movimiento de
Izquierda revolucionaria- MIR, liderado por Luis De la Puente Uceda.
Aquel
9 de junio, la guerrilla Túpac Maru, que operaba en la selva central,
tomó la hacienda Runatullo, la mina Santa Rosa y el puesto policial de
Andamarca, enarbolando las banderas de la revolución peruana. Luego
hicieron justicia en las haciendas Alegría, Punto y obtuvieron la
victoria sobre las tropas policiales en Yahuarina. Fue el inicio de una
campaña gloriosa llena de heroísmo que se extendió hasta el Cusco.
Sería
largo enumerar la serie de hechos y combates que tuvieron que afrontar
los revolucionarios guerrilleros del MIR, en inferioridad de condiciones
militares. Otro tanto pasó también, en la guerrilla “Pachacutec”
comandada por Luis De la Puente Uceda en el valle La Convención- Cusco, y
sus compañeros de “Mesa pelada” que cayeron luchando por los mismos
ideales socialistas.
Fue
mucho el sufrimiento del entorno campesino sobre el que se descargó la
ira represiva y pagaron con la muerte más atroz. Capturados indefensos,
fueron torturados brutalmente hasta la muerte. Algunos fueron arrojados
vivos desde un helicóptero en selva virgen. Todos estos luchadores
sociales, no tienen tumba, ni placa recordatoria, ni monumento a su
heroicidad, como si lo tienen los vende patria de la república
bicentenaria.
Gracias
a su lucha, se han conseguido condiciones de vida que no las teníamos
antes de su insurrección. Se ejecutó la reforma agraria por la que
dieron sus vidas y desapareció el sistema oligárquico feudal. Así
sucedió con la rebelión de Túpac Amaru II que, fue contenida de la
manera más sangrienta, con el suplicio de sus líderes y lideresas, pero
se logró la abolición de los repartimientos, se cambió el sistema de
intendencias para eliminar a los corruptos y crueles corregidores
Con
la muerte de los combatientes del MIR, culminó la heroica trayectoria
que se inició con la revolución aprista de 1932, en la que murieron
muchos combatientes. Lo hicieron por los ideales primigenios del partido
aprista peruano que enarboló la nacionalización de tierras e
industrias, el anti imperialismo yanqui y gobierno popular. Pero la
cúpula del partido traicionó estos ideales, motivando la disconformidad
ideológica de la juventud militante.
Ante
esta traición, aquellos jóvenes apristas, organizaron la defensa de los
principios partidarios organizando comités de recuperación ideológica.
En mayo de 1960, se reunieron en asamblea nacional de la que nació el
“APRA Rebelde” como movimiento disidente de la conducta política de la
cúpula que manejaba el partido. En una segunda asamblea a fines de ese
año realizada en Chiclayo, esta agrupación, emite un manifiesto público
de rompimiento orgánico y político con el partido aprista, asumiendo una
posición netamente de izquierda socialista y de apoyo a la revolución
cubana.
El
líder de este movimiento fue siempre Luis De la Puente, que para 1961
se encontraba en prisión, sin perder la conducción del movimiento.
Imprime a este, los principios doctrinarios del marxismo leninismo como
guía para la acción revolucionaria y consecuentemente adopta en 1962, el
nombre de Movimiento de Izquierda Revolucionaria- MIR. Hay un proceso
de depuración política, que afirma la convicción de que la revolución
solo es posible con el pueblo en el poder.
En
esta perspectiva, Luis De la Puente se vincula con la Revolución
Cubana, y obtiene apoyo para preparar militarmente a sus militantes, los
mismos que son entrenados como guerrilleros. Desde 1962 se preparan
para la lucha armada. Al mismo tiempo que participan de los debates
políticos, dando predominancia al trabajo político en el campo, ubicando
y explorando posibles zonas de acción guerrillera.
Esta
línea política determinó un nuevo tipo de organización para la guerra y
en estos preparativos estuvieron hasta 1964 en que se trabajó para
abrir tres focos guerrilleros, en el norte, centro y sur. Se armaron los
grupos clandestinamente y se trasladaron al monte para acondicionarse a
las zonas de acción. El momento llegó aquel 9 de junio de 1965, en que
los ideales comenzaron a forjarse en la acción revolucionaria.
Hoy
que la patria atraviesa momentos difíciles, se piensa en la necesidad
de cambios sustanciales, como en su momento sintieron los combatientes
del MIR. Solo que ahora no tenemos los cuadros con la convicción que
ellos tenían. Se quedaron truncas las reformas estructurales por las que
lucharon y ha quedado pendiente, el cambio de república que se
proponían. Pero sus ideales siguen vigentes en nuestra agenda de lucha.
Esta es una tarea de las nuevas generaciones.
La
pandemia que asola nuestras vidas, no puede impedir nuestro
reconocimiento a estos héroes del pueblo. Aunque no tengamos los medios
para darles el lugar que corresponde en nuestra historia, por lo menos
expresemos nuestra gratitud por lo que hicieron estos insignes peruanos,
pensando en la patria. No los olvidemos.
Junio, 2020
Otra información en https://republicaequitativa.wordpress.com/
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