miércoles, 16 de octubre de 2019

DÍA MUNDIAL DEL CORREO. LOS CHASQUIS Y EL QHAPAQ ÑAN

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Perú al Pie del Orbe. Qhapaq Ñan 2
 
DÍA MUNDIAL DEL CORREO.
 
LOS CHASQUIS Y EL QHAPAQ ÑAN
 
Milton Sanchez
 
“Los caminos de los Incas fueron
la más útil y estupenda obra
jamás ejecutada por el hombre”.
Alexander Von Humboldt
 
         1. Arboledas a su vera
         El Qhapaq Ñan, o Camino del Señor, los arquitectos e ingenieros incaicos lo concibieron etéreamente con el concepto de la línea recta.
         No importando que tuviera que atravesar lugares inasequibles descender a los más profundos abismos y luego ascender hacia las cumbres ceñidas y engarzadas de nieves eternas.
         Para compensar eso hasta la sombra la hacían perfumada por distintas arboledas de plantas que sembraban a su vera, ya sea de queñuales, capulíes o molles.
         Y de flores en los muros que se levantaban a los flancos a una altura que dejara apreciar el paisaje espléndido que se abría y desplegaba hacia uno y otro contorno y confines.
         Corrían a ambos costados las acequias de agua rumorosa y cristalina. Y a cada legua había un tambo con comida, ropa, sandalia; habitaciones para el descanso. Y personal para prestar ayuda en caso que el caminante lo requiera.
         2. Eran sagrados
         De allí que los primeros españoles que llegaron testificaron que ni los más ostentosos monumentos de la Roma imperial podían compararse con un solo tramo de los Caminos del Inca
         Que abarcaron 30 mil kilómetros y que partiendo del Cusco como ombligo del mundo llegaban hasta Pasto en Colombia, Quito en Ecuador, Tucumán en Argentina, atravesando todo el Collasuyo que ahora es Bolivia.
         Y por la costa se extienden hasta las orillas del río Maule en la parte central de lo que ahora es Chile, teniendo su eje y su centro en el Cusco, capital del Imperio Incaico.
Llevaba el nombre del Inca, cuál es: Qhapaq Ñan, o Camino del Señor, y a muy pocas cosas del mundo se podía poner el nombre del soberano del imperio cuyo apelativo era: “Rico en virtudes”. Los caminos como tal eran sagrados.
         3. Corrían juntos
         El Qhapaq Ñan era recorrido a todas horas del día por agrupamientos de atletas conformado por jóvenes de las comunidades aledañas al tramo que cubrían, y cuáles eran los chasquis.
         El pescado que a tempranas horas de la mañana extraían los pescadores en el mar océano de las costas de Acarí.
         Llevado en canastas con rejilla por estos corredores de los caminos apostados a la distancia de una legua cada grupo a la vera del camino, estaba cocinado y servido en la mesa del Inca al mediodía en su palacio real del Cusco.
         Un mensaje del Inca emitido desde el Cusco en no más de cinco días estaba siendo conocido, sin cambiarle un solo vocablo, en la corte real de los Incas de Tumibamba, cerca de Quito en el Ecuador.
         Porque divisando a un corredor antes de llegar a cada posta salía a su encuentro un chasqui y mientras corrían juntos el mensaje era dado y repetido de memoria. Y jamás se registró equívoco alguno.
         4. Al agua y al colibrí
         El Qhapaq Ñan no era camino de conquista ni dominación. No fue su intención perseguir fines militares. Con él se integraba a los pueblos, se llevaban y traían semillas.
         En él se hacía el trueque e intercambio de productos, se animaba, protegía y exaltaba la vida, las costumbres, los saberes.
         Y se identificaba a los seres humanos como prójimo y como a hermanos.
         Concebirlos y hacerlos fue una maravilla de la mente, del brazo y del corazón humano.
         Y como todo lo que se emprendía se hacía con fiestas y expresiones de alegría porque albergaban a un pueblo feliz que cantaba y bailaba en ofrenda y homenaje al sol, al agua, al colibrí, a la flor de papa y del maíz.
         3. A lo largo de la ruta
         Indudablemente, fue una obra maestra del genio creador humano de todos los tiempos, no solo por su arquitectura sino por su concepción como una organización social, primero, y como un sistema de edificaciones, después.
         Por la majestuosidad en el concepto de obra pública, que abarcaba no solo consistía en la vía abierta en una geografía abrupta y escabrosa como es la nuestra, y que el camino la hacía grata, amena y complaciente.
         Y eso siendo nuestro territorio, además, la más intrincada y escarpada topografía del planeta, sino haciendo de ese panorama físico, por compensación, lugares amenos, primorosos y placenteros.
Pero también su concepción como sistema que abarcaba cada cierto tramo un conjunto de edificios y toda una organización humana de esperas, de chasquis, de primeros auxilios, de chasquis y de funcionarios apostados a todo lo largo de la ruta.
         6. Ritos y proclamas
         El camino mismo tenía trazados, fuentes de agua, puentes de diferentes tipos, calzadas, veredas, drenajes, muros de apoyo, graderías que subían y bajaban con miles de peldaños de una anchura entre cinco a quince metros.
         Pero, además, una estructura de edificaciones con diversos fines que abarcaban: pucarás, tambos, colcas, santuarios.
         También ushnus, andenerías, represas, canales, acllahuasis, apachetas, adoratorios, porque no se desestimó en su transcurso atender contenidos del alma de la gente ni de los sentimientos.
         No olvidemos que por allí transitaron los mitimaes que eran pueblos enteros que eran trasladados a colonizar otros lugares, que dejaban su querencia para desempeñar en calidad civilizatorio hacia otros parajes.
         Los mismos que por el camino se acompañaban de sus bailes, el relato de sus mitos, leyendas, de sus fábulas, así como de su música, sus decires, sus ritos, proclamas y abluciones.
         7. No faltaba ni uno
         El Qhapaq Ñan, o Camino del Señor, es sobre todo vínculo, hermanad y solidaridad humana.
         Es la concepción de una cultura abierta, con los brazos extendidos a la comunicación y a la integración de los pueblos.
         Porque el camino nos hace hermanos, nos vincula, nos enlaza, nos hace partícipes de un destino común. De ellos dijo Alexander Von Humboldt, al ver sus vestigios: “...la más útil y estupenda obra jamás ejecutada por el hombre”.
         El Qhapaq Ñan es un espíritu integrador, solidario, humano. Es la vía para concretar la utopía del hombre masa de César Vallejo.
         De aquel a quien todos los hombres de la tierra lo rodean con un ruego común, cual es: “¡Quédate hermano!”.
         Y viendo que no faltaba ni uno, el hombre triste, emocionado, abrazó al primer hombre y echóse a andar.
 
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de: Milton Sanchez <mbcdj122@aol.com>
fecha: 9 oct. 2019 22:09
asunto:        Fwd: 9 de octubre. Día Mundial del Correo. Los chasquis y el Qhapak Ñan.
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COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
 
15 de octubre de 2019

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