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Un periódico económico alemán acusa a Francia de robar 440.000 millones de euros a los africanos a través del Franco CFA.
Esta esclavitud económica es fundamental
para el desarrollo de la economía francesa. Cada vez que este sistema
está a punto de quebrar, Francia está dispuesta a todo para recuperarlo.
Si un líder de la zona CFA deja de cumplir las exigencias francesas,
París bloquea sus reservas de divisas y cierra además los bancos en
estos países considerados “rebeldes”. Esto ocurrió, por ejemplo, en
Costa de Marfil con Laurent Gbagbo.
“El gobierno francés recauda de sus
antiguas colonias 440.000 millones de euros en impuestos. Francia
depende de los ingresos procedentes de África para no caer así en la
irrelevancia económica”, advierte el antiguo presidente Jacques Chirac.
Durante los años 1950 y 60, Francia
invitó a las colonias francesas de África a asumir su independencia. A
pesar de que el gobierno de París aceptó las declaraciones formales de
independencia, se instó a los países africanos a firmar un supuesto
“pacto para continuar con la colonización”. Se acordó introducir la
moneda colonial francesa FCFA (“Franco de la comunidad financiera
africana”), mantener las escuelas francesas y el sistema militar, además
de establecer el francés como lengua oficial.
El Franco CFA es el nombre de la moneda
común a 14 países africanos miembros de la zona del Franco. Esta moneda,
que constituye un freno al desarrollo de estos países, fue creada en
1945, año en el que Francia ratificó los acuerdos de Bretton Woods y
procedió a la creación de su primera declaración de paridad al Fondo
Monetario Internacional (FMI). En esa época se denominaba “Franco de las
Colonias Francesas de África”.
Esta ley dispone que 14 países africanos
estén aún obligados a almacenar el 85% de sus reservas en divisas del
Banco de Francia, en París. Se encuentran bajo el control directo del
Tesoro público francés. Los países afectados no tienen acceso a esta
parte de sus reservas, y como el 15% de las reservas no son suficientes
para cubrir sus necesidades, estos países se ven obligados a pedir
préstamos al Estado francés a precio de mercado. Desde 1961, París
controla todas las reservas en divisas extranjeras de Benín, Burkina
Faso, Guinea-Bissau, Costa de Marfil, Mali, Níger, Senegal, Togo,
Camerún, República Centroafricana, Chad, el Congo, Guinea Ecuatorial o
Gabón.
Asimismo, estos países están obligados a
transferir cada año su “deuda colonial” por la infraestructura
construida en Francia, en París, como lo anuncia con todo detalle la
Silicon Afrique 3. Francia se lleva 440.000 millones de euros al años.
El gobierno francés tiene también el derecho de prioridad sobre los
recursos naturales recientemente descubiertos en estos países africanos.
Además, las empresas francesas tienen prioridad en la adjudicación de
contratos de las antiguas colonias. Como consecuencia de todo esto, los
activos en el ámbito del abastecimiento, las finanzas, el transporte, la
energía y la agricultura están en manos de sociedades francesas.
La élite que gobierna en los diferentes
países africanos debe pagar esta deuda obligatoria no hay elección.
Aquellos que se niegan a hacerlo, son amenazados de muerte o con
derrocar a su gobierno. En los últimos 50 años ha habido 67 golpes de
Estado en 26 países africanos. 16 de esos 26 países eran antiguas
colonias francesas.
Un ejemplo es el primer presidente de
Togo (en África occidental) Sylvanus Olympio, que fue derrocado por un
golpe de Estado. Se había negado a firmar el “Pacto por la continuidad
de la colonización”, pero Francia insistió en que debían abonar la
compensación por las infraestructuras construidas por los franceses
durante la época colonial. Este importe correspondía aproximadamente, en
un año, al 40% de los hogares de Togo en 1963, lo que obligó a este
país recién independizado a alcanzar rápidamente sus límites económicos.
Asimismo, el nuevo presidente de Togo
decidió suprimir la moneda colonial francesa FCFA y crear su propia
moneda nacional. Tres días después de tomar esta decisión, este nuevo
gobierno cayó en manos de un grupo de antiguos legionarios extranjeros, y
el presidente fue asesinado. El jefe de los Legionarios, Gnassingbe
Eyadema, recibió 550 euros de la Embajada Francesa por el ataque, según
el periódico británico Daily Telegraph. Cuatro años más tarde, y con el
apoyo de París, Eyadema fue nombrado el nuevo presidente de Togo.
Estableció una dictadura totalitaria en este país de África occidental y
se mantuvo en el poder hasta su muerte en el año 2005.
En los años siguientes, el gobierno de
París conservó el vínculo con los antiguos legionarios para derrocar a
los gobiernos impopulares de sus antiguas colonias. Esto le sucedió al
primer presidente de la República Centroafricana, David Dacko, que fue
derrocado por estos antiguos miembros de la Legión extranjera en 1966.
Lo mismo le ocurrió al Presidente de
Burkina Faso, Maurice Yaméogo, y al presidente de Benín, Mathieu
Kérékou, autor de un Golpe de Estado. El primer presidente de la
República de Mali, Modibo Keita, también fue víctima de un Golpe de
Estado promovido por estos antiguos legionarios en 1968.
El motivo: algunos años atrás, había decidido sencillamente separarse de la moneda colonial francesa.
Tomado de: Ivoire Business, Scandale: Selon un journal Allemand, l’Afrique verse 400 milliards d’euros par An à la France, publicado el 7 de noviembre de 2016.
Fuente original: Deutsche Wirtschafts Nachrichten, Frankreich kann seinen Status nur mit Ausbeutung der ehemaligen Kolonien halten (15-Marzo-2015) y Mediapart – Françafrique : 440 milliards d’Euros pillés par la France aux Africains… (2-Nov-2016).
Traducido para Umoya por Luisa Pérez Segoviano, Universidad de Valladolid, enero 2016.
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