Cada año, el segundo domingo de mayo, universalmente se rinde homenaje a la madre. Por lo general, desde las últimas décadas se han tergiversado el contenido profundamente humano acerca de la madre.
Los comerciales, próximo a la fecha, a través de todos los medios de comunicación, logran penetrar en el subconsciente del hombre. La nobleza de los hijos, convencidos de que un buen regalo hará feliz a la autora de su vida, se proponen recorrer las diferentes tiendas comerciales. Al adquirir el producto, muy contentos se alistan a visitar a su madre. La madre deja a un lado el regalo y presurosa abre sus brazos para recibir a sus hijos. En realidad, su mejor regalo es la presencia y el cariño de sus vástagos.
A propósito del comentario, he aquí una anécdota muy interesante: Una niñita quedó impresionada frente a la vitrina de una tienda. Sus ojos brillaban cuando distinguió un hermoso collar. Luego se animó a ingresar y dirigiéndose al vendedor le solicitó el collar de turquesa azul. De inmediato agregó: Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien bonito?.
El dueño del negocio mirándola le preguntó: ¿Cuánto dinero tienes?. La niña sacó de su bolsillo algunas monedas de sus ahorritos, envuelto en un pañuelo. Lo puso sobre el mostrador y muy feliz dijo: ¿Esto alcanza?. A continuación aclaró: Sabe señor, quiero dar este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella. Es su cumpleaños y estoy segura que quedará feliz con el collar que es hermoso como sus ojos.
El vendedor colocó el collar en un estuche. Lo envolvió con un vistoso papel rojo y lo adornó con una cinta verde. Hecho el paquetito, le dijo a la niña: Llévalo con cuidado. La niña salió corriendo y contenta con dirección a su casa.
Al poco rato, una linda joven de maravillosos ojos entró en el negocio muy preocupada. Colocó sobre el mostrador el paquete y preguntó: ¿Este collar fue comprado aquí?. Así es señora, respondió el vendedor.
Y, ¿Cuánto costó?. El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente.
La joven replicó: Mi hermana tenía solamente algunas monedas. El collar es verdadero. Ella no tendría el dinero suficiente para pagarlo.
El dueño tomó el estuche y la envolvió nuevamente con extremo cariño y lo devolvió a la joven, afirmando: Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar. Ella dio TODO LO QUE TENÍA por el amor a una hermana que está cumpliendo el rol de una MADRE ejemplar.
La enseñanza de la anécdota está en saber valorar la actitud de las personas. No es el dinero lo que hace feliz a una persona. La riqueza espiritual es lo que cuenta en la vida del hombre. De allí la sentencia: “Quien pierde dinero, no pierde nada. Quien pierde salud, pierde un poco. Quien pierde los Principios y valores humanos, lo pierde todo”.
Reflexión:
La enseñanza de la anécdota está en saber valorar la actitud de las personas. Una Madre, como describe Máximo Gorki en la novela “LA MADRE”, la más leída en el mundo, da todo de si por el bienestar de los suyos y por la liberación de las fuerzas productivas de su pueblo.
No es el dinero lo que hace feliz a una persona. La riqueza espiritual es lo que cuenta en la vida del hombre. De allí la afirmación: “Quien pierde dinero, no pierde nada. Quien pierde salud, pierde un poco. Quien pierde los valores espirituales, lo pierde todo”.
¡Feliz Día Madre Universal y del Perú profundo!
José Félix D.
Lima-Perú, 14 mayo 2017
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