-0-
TREDSA en Costa-Sierra-Selva (1-3)
1.- TRABAJO
El destino del hombre es
la creación, vale decir liberación.
El hombre se realiza en
su trabajo.
|
Para identificar el pensamiento del doctor Deústua y
percibir su fondo medioeval y aristocrático, basta estudiar los prejuicios de
que está nutrido. El doctor Deústua sustenta ideas antagónicas no sólo a los
principios de la nueva educación, sino al espíritu mismo de la civilización
capitalista. Su concepción del trabajo, por ejemplo, está en abierta pugna con
la que desde hace mucho tiempo rige el progreso humano. En uno de sus estudios
de filosofía de la educación, el doctor Deústua expresaba sobre el trabajo el
mismo concepto desdeñoso de los que en otros tiempos no consideraban carreras
nobles y dignas sino las de las armas y las letras.
“Valor y trabajo, moralidad y egoísmo -escribía- son
inseparables en el proceso integral de la humanidad, pero su rol, muy diferente
en el tal proceso, lo es también ante el proceso de la educación. El valor
libertad educa; la educación consiste en la realización de valores; pero el
trabajo no educa; el trabajo enriquece, ilustra, da destreza con el hábito;
pero está encadenado a móviles egoístas que constituyen la esclavitud del alma;
el mismo móvil de la vocación por el trabajo que introduce en él la felicidad y
la alegría, es egoísta como los demás; la libertad no nace de él; la libertad
se la comunica el valor moral y estético. La ciencia misma que en cierto modo
educa disciplinando la actividad cognoscitiva, ordenándola con el método
deductivo o favoreciendo su función intuitiva con sus inducciones, el llamado
valor lógico no lleva al trabajo ese elemento de libertad que constituye la
esencia de la personalidad humana. Puede el trabajo contribuir a la expansión
del espíritu mediante la riqueza material que produce: pero esa expansión puede
ser muchas veces signo del impulso ciego del egoísmo; podría decirse que lo es
en la generalidad de los casos; y entonces no significa verdadera libertad;
libertad interior, libertad moral o estética; la libertad que constituye el fin
y el contenido de la educación”
Este concepto del trabajo, aunque sostenido por el
doctor Deústua hace unos pocos lustros, es absolutamente medioeval, netamente
aristocrático. La civilización occidental reposa totalmente sobre el trabajo.
La sociedad lucha por organizarse como una sociedad de trabajadores, de
productores. No puede, por tanto, considerar el trabajo como una servidumbre.
Tiene que exaltarlo y ennoblecerlo.
Y en esto no es posible ver un sentimiento interesado
y exclusivo de la Civilización de Occidente. Tanto las investigaciones de la
ciencia, como las intuiciones del espíritu, nos iluminan plenamente. El destino
del hombre es la creación, vale decir liberación. El hombre se realiza en su
trabajo.
Debemos al esclavizamiento del hombre por las maquinas
y a la destrucción de los oficios por el industrialismo, la deformación del
trabajo en sus fines y en su esencia. La requisitoria de los reformadores,
desde John Ruskin hasta Rabindranath Tagore, reprocha vehementemente al
capitalismo, el empleo embrutecedor de la maquina. El maquinismo, y sobre todo
el taylorismo, han hecho odioso el trabajo. Pero sólo porque lo han degradado y
rebajado, despojándolo de su virtud de creación.
JCM COC. T.2. 7 Ensayos
de Interpretación de la Realidad Peruana, 1983, pgs.153-4
Nota.- Hace dos años se
propuso coordinar con las Nuevas Oleadas de Activistas NOA para
activar sistemáticamente en las bases del pueblo trabajador y lograr establecer
así un Programa Reivindicativo que sirviera de norma y guía para la lucha
diaria y la lucha electoral. A través del Colectivo Perú Integral se propuso
tres puntos básicos para la elaboración, aprobación y uso de este Programa. (TREDSA:
Trabajo-Educación-Salud). Se invitó a otros grupos y activistas individuales a
presentar sus propuestas respecto a esta elaboración, aprobación y uso. Y se
reiteró que no se trata de Programa Máximo (prospectivo, la meta), sino de
Programa Mínimo (reivindicativo, el camino)
La situación actual exige la formulación, aprobación y
uso común de un Programa Reivindicativo, exige la actividad colectiva
organizada, recordando a diario que “solos nada podemos, juntos todo lo
podemos” Exige no ser parte del problema sino ser parte de la solución.
Por eso, ahora se vuelve a presentar esta propuesta
para la elaboración de un Programa Mínimo, reiterando sus bases históricas en
tres series de expresiones referenciales:
-La primera entrega (12 de junio) recuerda, respecto
a Trabajo, el mayor y central pensamiento-guía del pueblo
trabajador, señalado por el más universal de los peruanos José Carlos
Mariátegui.
-La segunda entrega (13 de junio) señala, respecto
a Educación, el trasfondo de la Escuela del Trabajo.
-La tercera entrega (14 de junio) muestra por qué la
pandemia actual se incrementa en nuestro país: es por la endemia de males que
azota a niños, jóvenes, adultos, mayores del pueblo trabajador. Sin esta
endemia, la pandemia no sería tan devastadora como ocurre ahora.
Lo cierto es que, en los tres aspectos, “La
política peruana -burguesa en la costa, feudal en la sierra- se ha
caracterizado por su desconocimiento del valor del capital humano” ¡Así de
simple!
Al participar, al luchar, si no se enarbola una
consigna se enarbola otra. No es casual que la consigna oficial y general que
impone el sistema, en todas partes donde domina, sea TENACO (lucha contra
el terrorismo, lucha contra el narcotráfico, lucha
contra la corrupción”) Pero, el sistema mismo es el que desarrolla
el terrorismo (asesinatos de Husein, Gadafi, Soleimani),
el narcotráfico (en Afganistán ocupada decuplicó la
producción, venta y uso de narcóticos), la corrupción: sus
“paraísos fiscales” son las guaridas de los dineros de los corruptos; por eso
cambió el término inicial guarida por paraíso. Según Wikipedia, “El término
español «paraíso fiscal» es un calco del francés paradis fiscal y este es una
traducción incorrecta del inglés tax haven: ‘refugio fiscal’. La palabra haven
(/ˈheɪvən/; ‘puerto’, ‘refugio’, ‘asilo’) se pronuncia de forma parecida a
heaven (/ˈhɛvən/; ‘paraíso’)”
No se señala ni se desenmascara que tras la TIC
(Tecnología de Información y Comunicación) está la TDI (Tecnología de
Desinformación e Incomunicación) Para muestra, el silencio obligatorio sobre
TREDSA y la imposición de TENACO en toda actividad reivindicativa, electoral.(Y
si no se acepta, no puede inscribirse en un “vientre de alquiler” electoral).
Para muestra, la incomunicación por encierro obligatorio de personas sanas. Si
una persona siente fiebre, ¿acaso sale a la calle, o se queda en casa? ¿Cuál es
la estadística de los afiebrados detectados por el termómetro electrónico en
calles, estaciones, mercados, tiendas? ¿Quién fabrica y obliga a comprar y usar
aparatosamente esos termómetros?
Entonces, ahora sigamos enfrentando como sea la
pandemia viral (Covid-19), pero preparémonos para enfrentar organizados la
pandemia bursátil (Financierismo), fase terminal del sistema dominante.
Subrayemos que fue, es y será antipueblo pretender
que “ahora no son tiempos de organización”
Ragarro
12.06.20
COLECTIVO
PERÚ INTEGRAL
12 de junio de 2020
Zona
de los archivos adjuntos
TREDSA en
Costa-Sierra-Selva (2-3)
2.- EDUCACIÓN
La Escuela del Trabajo representa un sentido de trabajadores
|
La escuela
laica aparece en la historia como un producto del liberalismo y del
capitalismo. (…)
El término
“escuela laica” designa, en consecuencia, una criatura del Estado
demo-liberal-burgués que los hombres nuevos de nuestra América no se proponen,
sin duda, ambicionar como máximo ideal para estos pueblos. La idea
liberal, como las juventudes ibero-americanas lo proclaman frecuentemente, ha
perdido su virtud original. Ha cumplido su función histórica. No se percibe en la
crisis contemporánea ninguna señal de un posible renacimiento del liberalismo.
(…)
La nueva
generación ibero-americana no puede contentarse con una chata y gastada fórmula
del ideario liberal. La “escuela laica”, -escuela burguesa-, no es el ideal de
la juventud poseída de un potente afán de renovación. El laicismo, como fin, es
una pobre cosa. En Rusia, en México, en los pueblos que se transforman material
y espiritualmente, la virtud renovadora de la escuela no reside en su carácter
laico sino en su espíritu revolucionario. La revolución da ahí a la escuela su
mito, su emoción, su misticismo, su religiosidad.
JCM,
15.05.925
Nada
importa, en la historia, el valor abstracto de una idea. Lo que importa es su
valor concreto. Sobre todo para nuestra América que tanto ha menester de
ideales concretos. (…)
La libertad
de enseñanza no es, pues, sino una ficción. Es una utopía que la historia
desahucia. El Estado, cualquiera que él sea, no puede renunciar a la dirección
y al control de la educación pública. ¿Por qué? Por la razón notoria de que el
Estado es el órgano de la clase dominante. Tiene, por tanto, la función de
conformar la enseñanza con las necesidades de esta clase social. (…)
Los hombres
de vanguardia de Hispano-América no deben enamorarse de un viraje. Deben hundir
la mirada en la realidad. Vano es todo esfuerzo mental por concebir la escuela
apolítica, la escuela neutral. La escuela del orden burgués seguirá siendo
escuela burguesa. La escuela nueva vendrá con el orden nuevo. La prueba más
fehaciente de esta verdad nos la ofrece nuestra época. La crisis de la
enseñanza coincide universalmente con una crisis política.
JCM,
22.05.925
El problema
de la enseñanza no puede ser bien comprendido al no ser considerado como un
problema económico y como un problema social. El error de muchos reformadores
ha residido en su abstractamente idealista, en su doctrina exclusivamente
pedagógica. Sus proyectos han ignorado el íntimo engranaje que hay entre la
economía y la enseñanza y han pretendido modificar ésta sin conocer las leyes
de aquella. Por ende, no han acertado a reformar nada sino en la medida que las
leyes económicas y sociales les han consentido. (…)
Los
intelectuales en su mayoría, han hecho el juego a la reacción. No han sabido
oponerse al presente sino en el nombre del pasado. Permeados de espíritu
conservador y de mentalidad aristocrática han sustentado, directa o
indirectamente, las mismas ideas de los herederos o sucesores del régimen
feudal. Han suscrito su vieja y simple receta de idealismo: los estudios clásicos.
(…)
El valor de
la ciencia como estimulante de la especulación filosófica no puede, por otra
parte, ser desconocido ni desdeñado. La atmósfera de ideas de esta civilización
debe a la Ciencia mucho más seguramente que a las Humanidades. El clasicismo en
fin no ha mirado tanto a Grecia como a Roma. En los países latinos o se
dicentes latinos, sobre todo, ha pugnado por mantener el culto de la retórica y
el derecho romano. (…)
La
solidaridad de la Economía y la Educación se revela, concretamente, en las
ideas de los únicos educadores que verdaderamente se han propuesto renovar la
escuela. Pestalozzi, Froebel, etc., que han trabajado realmente por una
renovación, han tenido en cuenta que la sociedad moderna tiende a ser, sobre
todo, una sociedad de productores. Su concepción de la enseñanza es
sustancialmente moderna. La Escuela del Trabajo representa un sentido de
trabajadores. El Estado capitalista se ha guardado de adoptarlo y actuarlo
plenamente. Se ha limitado a incorporar en la enseñanza primaria -enseñanza de
clase- el “trabajo manual educativo”. Ha sido en Rusia donde la Escuela del
Trabajo ha sido elevada al primer plano en la política educacional. (…)
Un concepto
moderno de la escuela coloca en la misma categoría el trabajo manual y el trabajo
intelectual. La vanidad de los rancios humanistas, alimentada de romanticismo y
aristocratismo, no puede avenirse con esta nivelación. Malgrado la repugnancia
de estos hombres de letras, la Escuela del Trabajo es producto genuino, una
concepción fundamental de una civilización creada por el trabajo y para el
trabajo.
JCM,
29.05.925
En Nuestra
América, como en Europa y como en los Estados Unidos, la enseñanza obedece a
los intereses del orden social y económico. La escuela carece, técnicamente, de
orientaciones netas; pero, si en algo no se equivoca, es en función de escuela
de clases. Sobre todo en los países económica y políticamente menos
evolucionados, donde el espíritu de clases suele ser, brutal y medioevalmente,
espíritu de casta.
JCM,
05.06.925
Ninguna
categoría de trabajadores intelectuales aparece tan naturalmente destinada a
dar su adhesión a las nuevas ideas como la de los maestros de primera
enseñanza. (...) El maestro primario se siente próximo al pueblo. El maestro
del Liceo o de la Universidad se siente dentro de la burguesía. Es, además, en
la enseñanza primaria, donde se produce, generalmente el tipo puro, el tipo
profesional de educador. (…)
La enseñanza
primaria -enseñanza para el proletariado- proletariza a sus funcionarios. El Estado
condena a sus maestros a una permanente estrechez pecuniaria. (…) Su sino puede
confinarlos en un pueblecito primitivo donde vegetarán oscuramente, a merced de
un cacique o de un diputado, sin libros ni revistas, segregados del movimiento
cultural, desprovistos de elementos de estudio.
En el
espíritu de estos trabajadores intelectuales, extraño a toda concupiscencia
comercial, prenden fácilmente los ideales de los forjadores de un nuevo estado
social. Nada los mancomuna a los intereses de un régimen capitalista. Su vida,
su pobreza, su trabajo, los confunde con la masa proletaria.
A estos
trabajadores, sensibles a la emoción revolucionaria, permeables a las ideas
renovadoras, deben dirigirse, por consiguiente, los intelectuales y los
estudiantes de vanguardia. En sus filas reclutará la vanguardia más y mejores
elementos que entre los pedantescos profesores y los egotistas literatos que
detentan la representación oficial de la Inteligencia y la Cultura. (…)
Para que los
educadores puedan reorganizar la enseñanza sobre bases nuevas es necesario que
sepan antes ser un sindicato, moverse como un sindicato, funcionar como un
sindicato. Y es necesario que sepan entender la solidaridad histórica de su
corporación con las otras corporaciones que trabajan por reorganizar, sobre
bases nuevas también, todo el orden social. (…)
El modesto
preceptor, el oscuro maestro del hijo del obrero y del campesino necesita
comprender y sentir su responsabilidad en la creación de un hombre nuevo. Su
labor, según su rumbo, puede apresurarla y facilitarla o puede retardarla. Ese
orden nuevo ennoblecerá y dignificará al maestro de mañana. Tiene, por ende,
derecho a la adhesión del maestro de hoy. De todas las victorias humanas les
toca a los maestros, en gran parte, el mérito. De todas las derrotas humanas
les toca, en cambio, en gran parte, la responsabilidad. (...)
JCM,
12.06.925
El maestro
joven muestra, por lo general, un vivo anhelo de reforma que, más que de una
moderna filiación ideológica, depende de una espontánea reacción contra las
deformaciones y las vetusteces de la enseñanza en el Perú. Su actitud no
representa, como algunos observadores superficiales podrían suponerlo, la fácil
consecuencia de un simple acto de adhesión intelectual a ideas de vanguardia.
El fenómeno se explica mejor inversamente. La voluntad de un cambio radical
nace directamente de la necesidad de este cambio. Se comienza por sentir el
problema; se concluye por adoptar la doctrina que asegura la mejor solución.
(…)
En la misma
vieja guardia no son raros los espíritus sensibles a esta sed de renovación. El
trabajo o el proceso que tiene que cumplirse gradualmente es el de la
transformación de este estado de ánimo en un estado de conciencia. (…)
JCM,
11.12.925
La reforma
no podía contar con la adhesión íntima de Ibáñez y su facción, por mucho que,
como toda política pequeño-burguesa y fascista, la del gobierno chileno
emplease en vasta escala frases y gestos demagógicos. La demagogia es
generalmente la enemiga más peligrosa de la revolución. Y bajo apariencias y
declaraciones demagógicas se ocultan, en la política mundial contemporánea, las
peores intenciones reaccionarias.
JCM,
18.01.929
Todas las
inteligencias investigadoras, todos los espíritus curiosos, pueden -si lo
quieren-, ser fecundos por el pensamiento mundial, por la ciencia extranjera.
Una de las características fisonómicas de nuestra época es, justamente, la
circulación universal, veloz y fluida de las ideas. La inteligencia trabaja, en
esta época, sin limitaciones de frontera ni de distancia. No nos faltan, en
fin, maestros latinoamericanos a quienes podamos útilmente dirigir nuestra
atención. La juventud -sus propios movimientos lo comprueban y declaran- no
vive falta de estímulos intelectuales ni de auspicios ideológicos. Nada le
aísla de las grandes inquietudes humanas. ¿No han sido extra-universitarios las
mayores figuras de la cultura peruana?
JCM,
09.05.928
No hay que
ver en el feminismo una idea exótica unja idea extranjera. Hay que ver,
simplemente, una idea humana. Una idea característica de una civilización,
peculiar a una época. (…)
El feminismo
no ha aparecido en el Perú artificial ni arbitrariamente. Ha aparecido como una
consecuencia de las nuevas formas de trabajo intelectual y manual de la mujer.
Las mujeres de real filiación feminista son las mujeres que trabajan, las
mujeres que estudian. La idea feminista prospera entre las mujeres de oficio
intelectual o de oficio manual: profesoras universitarias, obreras. Encuentra
un ambiente propicio a su desarrollo en las aulas universitarias, que atraen
cada vez más a las mujeres peruanas, y en los sindicatos obreros, en los cuales
las mujeres de las fábr4icas se enrolan y organizan con los mismos derechos y
los mismos deberes que los hombres. (…)
Nadie debe
sorprenderse de que todas las mujeres no se reúnan en un movimiento femenino
único. El feminismo tiene necesariamente varios colores, diversas tendencias.
Se puede distinguir en el feminismo tres tendencias fundamentales, tres colores
sustantivos: feminismo burgués, feminismo pequeño-.burgués y feminismo
proletario. Cada uno de estos feminismos formula sus reivindicaciones de una
manera distinta. La mujer burguesa solidariza en feminismo con el interés de la
clase conservadora. La mujer proletaria consustancia su feminismo con la fe de las
multitudes revolucionarias en la sociedad futura. La lucha de clases -hecho
histórico y no aserción teórica- se refleja en el plano feminista. Las mujeres,
como los hombres, son reaccionarias, centristas o revolucionarias. No pueden,
por consiguiente, combatir juntas la misma batalla. En el actual panorama
humano, la clase diferencia a los individuos más que el sexo. (…)
Nacido de la
matriz liberal, el feminismo no ha podido ser actuado durante el proceso
capitalista. Es ahora, cuando la trayectoria histórica de la democracia llega a
su fin, que la mujer adquiere los derechos políticos y jurídicos del varón. Y
es la revolución rusa la que ha concedido explícita y categóricamente a la
mujer la igualdad y la libertad que hace más de un siglo reclamara en vano de
la revolución francesa Babeuf y los igualitarios. (…)
El tipo de
mujer que produzca una civilización nueva tiene que ser sustancialmente
distinto del que ha formado la civilización que actualmente declina. (…)
La cuestión
femenina es una parte de la cuestión humana.
JCM,
19.12.924
Nunca se
debatió, con la libertad y la extensión de hoy, la cuestión sexual. El imperio
de los tabñus religiosos reservó esta cuestión a la casuística eclesiástica
hasta mucho después del Medio Evo. La sociología restituyó, en la edad moderna,
al régimen sexual, la atención de la ciencia y la política. Se ha cumplido, en
el curso del siglo pasado, algo así como un proceso de laicización de lo
sexual. Engels, entre los grandes teóricos del socialismo, se distinguió por la
convicción de que hay que buscar en el orden sexual la explicación de una serie
de fenómenos históricos y sociales. Y Marx extrajo importantes conclusiones de
la observación de las consecuencias de la economía industrial y capitalista en
las relaciones familiares. (...)
No se
estudia, en nuestro tiempo, la vida de una sociedad sin averiguar y analizar su
base: la organización de la familia, la situación de la mujer. (…)
Y la actitud
ante la cuestión sexual en en sí, generalmente, una actitud política. Como lo
observara inteligentemente hace ya algunos años nuestro compatriota César
Falcón, Marañón, desde que condenara el donjuanismo, había votado ya contra
Primo de Rivera y su régimen.
JCM,
18.10.929
JCM, COC.
T.14, Temas de Educación
Nota.- Segunda
entrega de la serie TREDSA en Costa-Sierra-Selva.
Ragarro
13.06.20
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
13 de junio 2020
TREDSA en Costa-Sierra-Selva (3-3)
3- SALUD
EL PROGRESO NACIONAL Y EL CAPITAL HUMANO
|
I
Los
que, arbitraria y simplísticamente, reducen el progreso peruano a un problema
de capital áureo, razonan y discurren como si no existiese, con derecho a
prioridad en el debate, un problema de capital humano. Ignoran u olvidan que,
en la historia, el hombre es anterior al dinero. Su concepción pretende ser
norteamericana y positivista. Pero, precisamente, de nada acusa una ignorancia
más total que del caso yanqui.
El
gigantesco desarrollo material de los Estados Unidos, no prueba la potencia del
oro sino la potencia del hombre. (…)
Pero
este es otro tema. No me interesa, por el momento, para otra cosa que para
denunciar el punto de partida falso, irreal, del materialismo, al mismo tiempo
grosero y utopista, de quienes parecen imaginarse que el dinero ha inventado a
la civilización, incapaces de comprender que es la civilización la que ha
inventado al dinero. Y que la crisis y la decadencia contemporáneas empezaron
justamente, cuando la civilización comenzó a depender casi absolutamente del
dinero y a subordinar al dinero su espíritu y su movimiento.
El
error y el pecado de los profetas del progreso peruano y de sus programas han
residido siempre en su resistencia o ineptitud para entender la primacía del
factor biológico, del factor humano sobre todos los otros factores, si no artificiales,
secundarios. Este es, por lo demás, un defecto común a todos los nacionalismos
cuando no traducen o representan sino un interés oligárquico y conservador.
Estos nacionalismos, de tipo o trama fascista, conciben la Nación como una
realidad abstracta que suponen superior y distinta a la realidad concreta y
viviente de sus ciudadanos. Y, por consiguiente, están siempre dispuestos a
sacrificar al mito el hombre.
En
el Perú hemos tenido un nacionalismo mucho menos intelectual, mucho más
rudimentario e instintivo que los nacionalismos occidentales que así definen la
Nación. Pero su praxis, si no su teoría, ha sido naturalmente la misma. La
política peruana -burguesa en la costa, feudal en la sierra- se ha
caracterizado por su desconocimiento de valor del capital humano. Su
rectificación, en este plano como en todos los demás, se inicia con la
asimilación de una nueva ideología. La nueva generación siente y sabe que el
progreso del Perú será ficticio, o por lo menos no será peruano, mientras no
constituya la obra y no signifique el bienestar de la masa peruana, que en sus
cuatro quintas partes es indígena y campesina.
II
Uno
de los aspectos sustantivos del problema del capital humano es el aspecto
médico-social. En el haber de nuestra escasa bibliografía, tenemos que anotar ,
sobre este tema, un libro interesante. Se titula Estudios sobre
Geografía Médica y Patología del Perú. Sus autores son dos médicos
inteligentes y trabajadores, ambos funcionarios de sanidad, los doctores
Sebastián Lorente y Raúl Flores Córdova. Este libro, en más de seiscientas
páginas, densas de datos y de cifras, estudia documentalmente la realidad
médico-social del Perú.
Los
autores se muestran por supuesto, optimistas en su esfuerzo y en sus
esperanzas. Pero el método positivo no consiente, en la investigación,
engañosas ilusiones. La verdad de nuestra situación sanitaria emerge del libro
precisa y categórica. Los índices de la mortalidad y de la morbilidad son en el
Peru excesivos. El capital humano se mantiene casi estacionario. En la costa,
el paludismo y la tuberculosis; en la sierra, el tifus y la viruela; en la
selva, todos los morbos del trópico y el pantano, minan la población exigua de
la república. No se tiene una cifra exacta de la población. Pero la cifra,
comúnmente aceptada, de cinco millones, basta para constatar la debilidad y la
lentitud de nuestro crecimiento demográfico. La mortalidad infantil es uno de
sus más terribles y trágicos frenos. En Lima y en el Callao mueren antes de
llegar a un año de edad la cuarta parte de los niños. En los pueblecitos
rurales de la costa el índice de la mortalidad infantil es mayor aún. Tengo a
la vista la estadística demográfica del distrito de Pativilca del primer
semestre del año en curso que acusa una mortalidad superior a la natalidad.
En
el prefacio de su libro, los doctores Lorente y Flores Córdova escriben que “el
panorama médico-social nos presenta en toda su magnitud y en toda su gravedad
nuestro problema sanitario”. Su estudio no exagera, en ningún caso, la
realidad; tal vez, en alguno, la atenúa. Lo que ensombrece el espíritu cuando
se lee este volumen, -que ojalá arribara a las manos de todos los que tan
fácilmente se equivocan respecto a la jerarquía o la gradación de los problemas
nacionales-, no es el juicio, moderado siempre de los autores, sino el dato
desnudo, la observación objetiva, la constatación anastigmática.
III
No
me toca ocuparme del mérito teórico, del valor científico de estos Estudios
sobre Geografía Médica y Patología del Perú. Su estimación pertenece,
exclusivamente, a los profesionales, a los competentes. Pero, sin invadir
campos de crítica ajenos, quiero señalar su utilidad y su importancia como
documento actual y actualizado de la “realidad profunda” del Perú. Me parece
evidente, por otra parte, que los doctores Lorente y Flores Córdova, han hecho
de sistemación y de compilación singularmente meritoria en un medio como el
nuestro donde los hombres de estudio difícilmente intentan especulaciones de
esta magnitud.
El
libro de los doctores Lorente y Flores Córdova no está destinado únicamente al
ámbito profesional. Interesa a todos los estudios. Su lectura es un viaje por
un Perú menos pintoresco, pero más real del que otros libros nos describen o
nos disfrazan.
IV
Los
doctores Lorente y Flores Córdova no se contentan en su libro con acopiar,
confrontar y clasificar datos preciosos. Solicitan, formal y premiosamente, una
mayor atención para el tema del capital humano. “El problema que requiere en el
Perú, más urgentemente, una solución orgánica y eficaz -escriben- es el
problema sanitario, no sólo porque cada día prevalece y se arraiga más en la
conciencia de la época el concepto de que la defensa de la salud pública es un
deber primordial de todo Estado moderno, sino, sobre todo, porque ningún otro
concepto corresponde con mayor exactitud a apremiantes y evidentes exigencias
de la realidad peruana”.
Esto es cierto, pero incompleto. El problema sanitario
no puede ser considerado aisladamente. Se enlaza y se confunde con otros hondos
problemas peruanos del dominio del sociólogo y del político. Los males, los morbos,
de la sierra y de la costa, se alimentan principalmente de miseria y de
ignorancia. El problema, a poco que se le penetre, se transforma en un problema
económico, social y político. Pero a los distinguidos higienistas, autores de
la “Geografía Médica del Perú”, no les tocaba este análisis. Su
diagnóstico del mal tenía que ser solamente medico.
JCM COC. T.11, Peruanicemos al Perú,
1970, pgs 68-71
Nota.- Tercera entrega de la serie TREDSA en Costa-Sierra-Selva
Ragarro
14.06.20
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
14 de junio 2020