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El 19 de Julio de 1977
el paro nacional fue total
El Lunes, 17 de julio, 2017 12:56:42, Lauro Toribio <lftoribio@gmail.com> escribió:
El 19 de julio de 1977 sucedió en el Perú el paro nacional más unitario y combativo habido hasta entonces desde que los primeros años del siglo pasado la clase obrera irrumpe con fuerza en el escenario nacional con las jornadas por la conquista de las 8 horas.
Por su trascendencia está considerado como histórico en la larga marcha de los trabajadores por una auténtica democracia, mejores conquistas laborales y una vida digna. Sabiendo que cada situación de esta naturaleza tiene sus propias características y se desarrolla en medio de circunstancias irrepetibles, posteriores acciones no tuvieron hasta hoy el impacto de ese martes 19 de julio, afirmación que de ninguna manera niega el valor de cada una de las luchas protagonizadas por los trabajadores y el movimiento popular.
Un conjunto de acciones de lucha desde junio de 1976 confluyeron en un vasto y simultáneo movimiento en todo el país con la directa participación de amplios sectores de trabajadores y masas populares. El paro se desarrolló en pleno estado de emergencia, suspensión de garantías constitucionales y la aplicación de un feroz toque de queda con soldados y tanquetas patrullando Lima y capitales de departamentos, detenciones y asesinatos nocturnos de ciudadanos que andaban por las calles fuera del horario permitido. Pero no solo era la escalada represiva el contexto del Paro Nacional; estaba, además, en plena ejecución una severa política anti laboral a través del recorte del derecho de huelga al amparo de lo cual el gobierno y los empresarios desataron una ola de provocaciones y despedidos masivos que apuntaban a dictar una Ley de inestabilidad laboral, de manera abusiva se fijó un tope salarial y se dispuso la presentación de los pliegos de reclamos ya no anualmente sino cada 18 meses. Las organizaciones sindicales eran intervenidas y los dirigentes perseguidos con el fin de intimidar a los trabajadores.
Gobernaba el país el General EP Francisco Morales Bermúdez, ese personaje al que el historiador Jorge Basadre llamó felón por haber dado golpe al General Juan Velazco Alvarado el 29 de agosto de 1975 desde la ciudad de Tacna para desmontar las medidas progresistas y revolucionarias iniciadas el 3 de octubre de 1968. Profundizar la revolución en su “segunda fase” fue el pretexto del traidor, postura que al inicio impactó al propio Partido Comunista Peruano haciéndolo manifiesto en pronunciamientos públicos y en su Vocero “Unidad”, pero después supo corregirse para asumir con claridad una línea de resuelto combate contra la derechización contrarrevolucionaria del régimen, tal como autocríticamente reconoce el Informe Político presentado al VII Congreso Nacional. Y por eso mismo el PCP fue el principal sostén político de esa gran gesta a través de sus militantes presentes en la dirección nacional de la CGTP, bases sindicales y la JCP.
El Paro Nacional era una consigna voceada en varios lugares del país. La central mariateguista, como concierne, supo recoger ese sentimiento de lucha, centralizarlo y dotarlo de dirección. Tal orientación fue respaldada por otras centrales y sindicatos, organizaciones de pobladores y campesinas que el 14 de julio suscribieron la convocatoria unitaria al Paro Nacional, documento impreso a mimeógrafo volanteado en los medios sindicales y políticos pues la prensa se negó a publicarlo completo. Las centrales firmantes fueron: CGTP, CNT, CTRP-Lima y Federaciones independientes en un total de 23 organizaciones. De inmediato, el Secretario General Adjunto de la CGTP, José Chávez Canales al frente de una delegación de dirigentes, hizo entrega formal del referido documento en Palacio de gobierno.
“El conjunto de esas 23 organizaciones, representativas de los más diversos sectores de trabajadores, configuraba el más alto nivel de coordinación y centralización organizativa que por primera vez se lograba en el Perú” nos dice Manuel Valladares Quijano en el trabajo La experiencia política del Paro Nacional del 19 de Julio de 1977, trabajo publicado con motivo del 30 aniversario de ese acontecimiento (2007) en la revista Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
La plataforma tenía como punto primero "aumento general de sueldos y salarios de acuerdo con el alza del costo de vida". Otros reclamos estaban referidos a los derechos sindicales, la estabilidad laboral y las libertades democráticas. La unidad sindical y amplios sectores de la población bajo una plataforma de lucha y una sola dirección configuró un escenario favorable para el éxito del Paro Nacional.
Volantes, afiches, pintas, mítines relámpagos, reuniones sindicales y otras políticas -muchas veces clandestinas- todos impulsando el Paro. Los esfuerzos del gobierno por neutralizarlo fueron inútiles. Nada ni nadie podía impedirlo.
El Secretario General de la CGTP era Eduardo Castillo Sánchez de la entonces poderosa Federación de Empleados Bancarios del Perú (FEB) y sobre él recaía la gran responsabilidad de la conducción del paro. Se convirtió junto a otros dirigentes como Apolinario Rojas Obispo de la CUAVES de Villa El Salvador en la figura más destacada del CUL. Eduardo Castillo era un reconocido miembro del Comité Central del PCP. José Chávez Canales, Claudio Santa Cruz, Silverio Velásquez y Luis Villaverde, destacaron en primera línea en las coordinaciones, los preparativos y la realización del paro nacional.
En la víspera, la prensa nacional con mentiras, comentarios insidiosos y noticias confusas, desesperadamente trató de sembrar el desaliento en los trabajadores. Símbolo de eso fue el titular de primera plana en el periódico ultraderechista “El Tiempo” dirigido por Alfonso Baella Tuesta calificando el día 19 de julio como el “Martes Rojo”; por su parte “La Crónica” periódico del gobierno, señalaba:
“Seudo izquierda al servicio de la derecha”. El Ministro de Interior, General Luis Cisneros Vizquerra, lanzó amenazas por radio y televisión y dijo que tomará “todas las acciones que sean necesarias para contrarrestar la realización del paro”. Falsas ilusiones.
Lamentablemente los dirigentes de la Federación de Trabajadores de Centromin Perú, vinculada a una facción del PC del P “Patria Roja” emitieron un pronunciamiento público dando a conocer que sus 12 mil afiliados no irían al paro decretado por los “revisionistas” del PCP-Unidad. El citado Manuel Valladares relata que un alto dirigente de “Patria Roja” y del Sutep, más tarde parlamentario y otra vez candidato al Congreso en el 2006 aceptó a regañadientes la visita de una comisión del CUL y al ser requerido para que suscriba la convocatoria se negó rotundamente argumentando que se trataba de un “paro revisionista”. Igual actitud política de crítica a la dirección de la CGTP y del PCP, a los que llamaron agentes del revisionismo soviético, asumieron otras agrupaciones de la llamada ultraizquierda y exhortaron a marchar hacia la realización de la III Asamblea Nacional Sindical Clasista, una central paralela a la CGTP.
El martes 19 de julio el Perú paralizó. En Lima fue total a partir de las 8 o 9 de la mañana: Transportes, el comercio, la banca, el sector público, las fábricas y centros de la producción, los distritos, pueblos jóvenes y urbanizaciones populares de los conos, la Panamericana Norte y la carretera central, la Avenida Túpac Amaru, Argentina y la Colonial acataron el paro de manera rotunda. Las tanquetas y el patrullaje de las “fuerzas del orden” no pudieron controlar a los activos piquetes, bloqueos de tránsito y las batallas campales con la policía. Igual de contundente fue en provincias donde jugaron papel de primer orden las federaciones departamentales bases de la CGTP. Fue un día de combate en todo país con la participación de cientos y miles de dirigentes clasistas y activistas militantes del PCP, la JCP y la izquierda. Muchos jóvenes vivieron su primera gran experiencia política.
La respuesta del gobierno de Morales Bermúdez fue implacable. Se despidió a más de cinco mil trabajadores, especialmente dirigentes sindicales, muchos de ellos fueron encarcelados. Sin embargo, el
Paro Nacional del 19 de julio de 1977 tuvo el mérito de tensar la fuerza de la clase obrera y el movimiento popular haciendo retroceder a la dictadura y obligándolo a convocar a una Asamblea Constituyente con el fin de elaborar una nueva Constitución Política promulgada en 1979 y posteriormente a elecciones generales para 1980. Fue una derrota política de la dictadura que abrió las
puertas a una nueva fase democrática en el país.
Escrito el 17 de Julio 2015.
de: Villavicencio Atienza, CÈSAR A. atienza_ddhh@yahoo.com [AHuA] <AHuA@yahoogrupos.com.mx>
responder a: AHuA@yahoogrupos.com.mx
para: Alianza Humanista de Abogados <ahua@yahoogrupos.com.mx>
fecha: 27 jul 2017, 18:22
asunto: [AHuA] El Paro Nacional del 19 de Julio de 1977
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Redifusión: 14 de julio 2023
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