miércoles, 19 de julio de 2023

GRAN TRANSFORMACIÓN NACIONAL AHORA O NUNCA

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GRAN TRANSFORMACIÓN NACIONAL AHORA O NUNCA
Carlos Angulo Rivas
Este 19 de julio 2023 será un día crucial para el Ordenamiento Legal del Perú. La ciudadanía en su conjunto rechazará a la dictadura cívico-militar de Dina Boluarte, el Congreso y la Fuerza Armada; dictadura que de acuerdo a los informes de los organismos Internacionales y Nacionales ha violado los Derechos Humanos mediante ejecuciones extrajudiciales, masacres, asesinados y más de 1500 heridos de bala, aparte de cientos de presos debido a la persecución política desatada. Este gobierno de facto deberá reconocer los graves delitos cometidos al colocarse al margen de la ley y la constitución; y por haber secuestrado al presidente Pedro Castillo mediante groseras manipulaciones de la Fiscal Patricia Benavides, el Policía Colchado, el Congreso y los jueces supremos César San Martín Castro y Juan Checkley Soria. Como está demostrado ampliamente la destitución arbitraria del presidente Castillo fue un acto irregular, ilegal y anticonstitucional, también lo fue la juramentación de Dina Boluarte como presidente de la república; ambos delitos del Congreso avalados con la presencia de los altos mandos de la Fuerza Armada presentes en el hemiciclo legislativo. Ese sí fue el verdadero Golpe de Estado.
Siete meses después de instaurado este fatídico gobierno de facto se observa un desastre político-social y económico en el país; el desconocimiento masivo a las autoridades del Estado se refleja en los indignos e indecentes niveles de aceptación: el 85% de la población rechaza a Dina Boluarte y al Ejecutivo; y el 94% desestima y repele al Congreso. Situación de gobernanza insostenible que con seguridad puede empeorar si no se recuperan la democracia plena y un Estado de Derecho de inclusión y justicia social. La lucha ciudadana emprendida contra la dictadura Boluarte significa la reivindicación de casi nueve millones de peruanos que eligieron a Pedro Castillo presidente de la república en rechazo total al Estado Mafioso construido por Fujimori-Montesinos y la burguesía intermediaria parasitaria de triste presencia en la historia del país. Fue un voto mayoritario por el cambio político, económico y social que ni siquiera pudo iniciarse debido a la inmadurez de la izquierda en ausencia de una línea político-ideológica principista y el obstruccionismo del fujimorismo aliado a los fachos de ultra-derecha en el Congreso. Fracaso a ser asumido en una sincera auto-crítica de los partidos de izquierda, incluido el ¿por qué? en el Congreso las bancadas “izquierdistas” dejaron caer a Pedro Castillo votando junto a los enemigos del Perú. Por esta debilidad veleidosa, la lucha popular auto-convocada, posterior al Golpe de Estado, continúa elevada a la categoría de Insurgencia Popular (artículo 46 de la Constitución: Derecho a la Insurgencia, nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la constitución y las leyes;) y continuará contra el Estado Mafioso, cuyas herramientas o mecanismos de manipulación son el Congreso, la Fiscalía, el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo, la Controloría y los medios de comunicación mercenarios adictos a la teta del Estado.
Pedro Castillo no es un buen presidente, ninguno de los anteriores lo fue; sin embargo, es el único Presidente Constitucional de la República NO respetado en su investidura por los político opositores y la prensa monopólica mercenaria, pues de él hicieron escarnio público mediante agravios, burlas, desprecios, difamaciones, calumnias e imputaciones; demolición llevada a cabo hasta el desvarío vesánico del secuestro político a fin de imponer a la usurpadora Dina Boluarte auspiciada por la dictadura civico-militar. Dicha imposición trajo consigo la confrontación de los muertos de la alianza conspiradora Congreso-gobierno contra la ciudadanía; enfrentamientos que este 19 de julio deben terminar a través de la Libertad y Restitución del legítimo presidente de la república, Pedro Castillo Terrones; además, porque no existe posibilidad de diálogo con quienes conspiraron y se rebelaron para establecer una dictadura sangrienta y asesina. El regreso de las prácticas Fujimori-Montesinos se viene dando todos los días donde Keiko Fujimori piensa establecer su reinado; sin embargo, el fujimorismo no tiene una ideología ni un plan de país, puesto que es un organización mafiosa y criminal de corte fascista que usa la represión del Estado para dominar y esclavizar a la población; en realidad, es una estructura de producir y reproducir elementos corruptos, ladrones e inmorales de toda calaña; siendo su finalidad principal el control hegemónico del Estado y sus instituciones para enriquecerse impunemente.
La coyuntura presente se presta para la gran transformación del país, eso depende del desenlace de la crisis política y la recuperación de la democracia del pueblo con el pueblo y para el pueblo, lo cual significa re-diseñar la Nueva República y el Nuevo Estado Soberano libre de corrupción y de corruptos, ya que sólo un nuevo Pacto Social puede lograr la pacificación del país. Pero la dictadura tiene otra lectura, la de quedarse contra viento y marea hasta el 2026; no de otra manera se explican los ILEGALES preparativos para enfrentar el Paro-Movilización del 19 de julio, donde los escuderos de la dictadura se preparan para una guerra. Vemos que la yunta Boluarte-Otárola no posee la mesura de los gobernantes sino la avidez de la venganza, el desquite por haberse atrevido a sentar un “indio” en Palacio de Gobierno; tanto que en su afán de sostenerse en el gobierno llaman terroristas a sus opositores, más de medio Perú; además de haber criminalizado la protesta. Aquí, la responsabilidad nacional es lograr la expulsión de Dina Boluarte y la disolución del Congreso, pasos iniciales de destrucción el Estado Mafioso. La máxima unidad y convergencia es imprescindible para darle un giro a la política peruana este 19 de julio, en tanto se trata de un cambio de régimen no simplemente de gobierno renovando autoridades con el “adelanto de elecciones” lo que significaría cambiar mocos por babas. Con la unidad del pueblo cualquier salida innovadora es posible aunque la propuesta matriz debe prevalecer, o sea la Libertad y Restitución de Pedro Castillo a manera de gobierno de transición bajo el compromiso de cumplir las demandas de la población para recuperar la democracia verdadera en el marco de una Nueva Constitución y Nuevo Estado de Derecho.

 

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