ÍNDICE
PRÓLOGO A LA EDICIÓN VENEZOLANA
NOTAS INTRODUCTORIAS A LA SEGUNDA
EDICIÓN AMPLIADA 9
CAPÍTULO I
FUENTES TEÓRICAS DEL
PENSAMIENTO FILOSÓFICO
MARIATEGUIANO 37
1.1 Valoración crítica del concepto
sociopolítico europeo 37
1.2 Recepción crítica del pensamiento
marxista
51
1.3 El pensamiento filosófico no marxista
88
1.4 Consideraciones finales
116
CAPÍTULO II
EL PENSAMIENTO Y EL OPTIMISMO
HISTÓRICO-PRÁCTICO
EN JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI
119
2.1 La concepción del hombre
119
2.2 El hombre en sus dimensiones
metafísicas y práctica 126
2.3 Optimismo histórico versus
pesimismo
143
2.4 Conclusiones parciales
158
CAPÍTULO III
TOTALIDAD CONCRETA Y EMANCIPACIÓN
SOCIAL 163
3.1 La realidad nacional
163
3-2 Determinismo y libertad 189
3.3 Revolución social y socialismo
201
3.4 Consideraciones finales
221
CAPÍTULO IV
PENSAMIENTO ESTÉTICO:
DIMENSIÓN DESALIENADORA Y
EMANCIPATORIA
225
Ensayo I: José Carlos Mariátegui:
Aproximación a su crítica estética 225
Ensayo II: La revista Amauta y
la visión mariateguiana del nexo entre
estética y política 242
Ensayo III: José Carlos Mariátegui y el
proceso de la literatura peruana
280
EPÍLOGO
323
Libro,
págs. 329-330
CAPÍTULO
I
1-4
CONSIDERACIONES FINALES
El
aprendizaje europeo de Mariátegui no va a quedar desplegado tan solo en la
recepción crítica de la cultura del Viejo Mundo y en la formación de una visión
cultural universal y sólida; junto a ello, va a potenciar una visión
crítico-electiva en función de una problemática filosófica y política que
empezaba a diseñar y que, desde el primer momento va a estar en correspondencia
con su filiación marxista y el imperativo de elaborar un proyecto de
modificación profunda de una realidad específica. La asunción crítico-electiva
se manifiesta en dos grandes direcciones: por una parte, en el proceso de
selección y recreación de los elementos afirmativos de pretensión universal
encontrados en las corrientes filosóficas, artísticas y sicológicas no
marxistas de su tiempo; y, por otra parte, en la asunción del método, la
concepción del mundo y el proyecto político del marxismo clásico y de la teoría
revolucionaria de los líderes de la Revolución rusa en las condiciones de la
fase imperialista del desarrollo capitalista. La naturaleza específica de dicha
asunción está, en buena medida, determinada por la problemática filosófica; es
decir, la reivindicación del papel de los resortes subjetivos en el marxismo
como un eficaz antídoto frente al fatalismo metafísico, el economicismo, y la
conformación de los fundamentos metafísicos de una voluntad de acción
revolucionaria orientada a la transformación radical de la sociedad peruana de
la época.
Por
otro lado, el encuentro del autor con la producción teórica de Marx, Engels y
Lenin permite comprender el lugar y el papel de la teoría marxista clásica en
la reflexión filosófica mariateguiana. De dicho encuentro brota, tanto la filiación
político-filosófica como de los rudimentos teórico-metodológicos, que orientan
y modulan la asunción crítico-electiva. La obra teórica y el accionar político
de Lenin y Trotsky inciden directamente en la visión mariateguiana sobre la
necesidad de reivindicar frente a la crisis mundial el marxismo maximalista con
su acento de voluntad y fe en el futuro inmediato tal y como lo había
verificado el proceso de revolución en Rusia.
Los
núcleos centrales de la problemática filosófica potencian un marxismo que
rescata la subjetividad y la necesidad de la transformación revolucionaria
frente al gradualismo y las tendencias socialdemócratas con sus
interpretaciones evolucionistas de la crisis mundial. Y, por otro lado, en
confluencias de manera paralela, dichas meditaciones se van orientando a la
conformación de los fundamentos metafísicos de una voluntad de acción
revolucionaria en función de la modificación de un tejido social específico: el
peruano. De esta manera, dichas coincidencias se convierten en el resultado más
coherente de lo que se ha dado en llamar, por distintos autores, analogías,
paralelismos y confluencias.
Finalmente,
cabe acotar que la cuestión clave para revelar las fuentes teóricas del
pensamiento filosófico mariateguiano reside en la interconexión que el autor
establece entre asunción crítico-electiva y problemática filosófica. A partir
de dicho vínculo, se puede precisar el peso específico de las influencias
marxistas, así como los elementos afirmativos de pretensión universal no marxistas,
asumidos de las reflexiones de distintos exponentes de la conciencia
filosófica, artística y sicológica de la época.
Libro,
págs. 116-117
Nota.-
En
este primer capítulo de su obra, el autor analiza la asunción crítico-electiva de JCM. Ante la posición evolutiva de la
II-Internacional, JCM asume resueltamente la teoría revolucionaria de la
Revolución Rusa.
Es
muy cierto que JCM desarrolla un “proceso de selección y recreación de los
elementos afirmativos de pretensión universal encontrados en las corrientes
filosóficas, artísticas y sicológicas no marxistas de su tiempo” Desde su
posición marxista supo rescatar elementos positivos del pensamiento universal.
Y
por eso pudo resolver positivamente la relación entre determinismo económico y
volitismo político, lo que desarrollaría siempre con su “reivindicación del
papel de los resortes subjetivos en el marxismo”, tanto en su Defensa del Marxismo como en su Invitación a la Vida Heroica.
Y
es que desde su posición de marxista
convicto y confeso, para JCM todo lo
humano es nuestro, como señalara en su Presentación
de la histórica revista Amauta.
Ragarro
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