miércoles, 2 de octubre de 2019

PERÚ: CIERRE DEL CONGRESO

                                                             -0-
Perú al Pie del Orbe
 
PERÚ: CIERRE DEL CONGRESO
 
UNO
 
LA DEMANDA CIUDADANA SE ABRIÓ PASO
 
Gustavo Espinoza M.
Opinión
01/10/2019
         Si, finalmente, la demanda ciudadana se abrió paso. El Presidente Martín Vizcarra, acorralado por la mafia fuji-aprista, resolvió el lunes 30, disolver el Congreso de la República y convocar a nuevos comicios parlamentarios para el próximo 26 de enero.
         Esta acción, considerada enteramente legítima y racional en España, Inglaterra, o Francia es objetada en estos lares por los núcleos más reaccionarios, y calificada como “chavista”. Y por eso, en lugar de admitirla, sus pares de aquí, resolvieron imitar a la contra venezolana y proclamaron una versión peruana de Guaidó, ungiendo como “Mandataria” a Mercedes Araoz, una personalidad de antecedentes repudiables. “Mis Bagua” le dicen.
         Es bueno decir que esta crisis se veía venir. La obsesiva voluntad de la mafia por apoderarse, a cualquier precio, de todos los resortes del Poder doblegando a la mala toda resistencia, debía tener un límite. Y así lo entendió el pueblo. Por eso, desde un inicio, en calles y plazas de toda la República, vino demandando el fin del ciclo, y el cierre del Parlamento Nacional.
         En las últimas semanas, la crisis tomó mayores proporciones. El Congreso se propuso liberar a Keiko Fujimori destinada a permanecer en prisión preventiva hasta el juicio que habrá de condenarla próximamente, y copar definitivamente el Tribunal Constitucional mediante un procedimiento considerado “exprés” y que se tramitó en apenas 30 minutos. Y cuando se creía que ya tenía humedecida la pólvora y agotadas sus municiones, resolvió simplemente archivar al proyecto de adelanto de elecciones planteado por el Ejecutivo.
         Esta última acción resultó decisiva por el fondo y por la forma. El fondo, incluía el rechazo a una salida sensata y constitucional a la crisis planteada. Y la forma, dejaba al desnudo el descaro de parlamentarios ensoberbecidos y asustados que, en lugar de emitir un dictamen y ponerlo razonablemente a disposición del Pleno del Congreso para que lo debata, optaron por “archivar” la iniciativa con el voto de 13 de los 130 congresistas. Esta decisión por sí sola bastaría para ilegalizar dicho acuerdo. No obstante, buscaron implementarlo a contra mano de la realidad.
         La decisión del Presidente Vizcarra responde, por eso, a una necesidad planteada en la lucha contra la corrupción, pero también a la demanda masiva de la población. Por eso fue saludada por casi un millón de peruanos que virtualmente en todas las ciudades del país se lanzaron a la calle al inicio para exigir la medida, y luego a aplaudirla con entusiasmo creciente.
         La medida es buena. Y merece activo respaldo ciudadano. Pero no cabe hacerse ilusiones con ella. Es un paso indispensable en la lucha contra una mafia envilecida y en derrota que hoy cuenta apenas con el respaldo de la CONFIEP -los empresarios agrupados y puesto siempre al servicio de sus propios intereses- pero no es la solución a los problemas que hoy agobian al país. Ellos, por cierto, son infinitamente más graves; y sólo podrán encararse cuando seamos realmente capaces de transformar radicalmente la estructura de dominación vigente.
         Tres retos están planteados en la perspectiva más o menos inmediata: la vigencia de la írrita Constitución de la Dictadura, que nos fuera impuesta por el fraude y las armas; la adhesión incondicional al “modelo” neoliberal que hace crisis por todos los costados; y el cumplimiento de una política exterior dictada desde Washington y que presupone la renuncia a nuestra independencia y soberanía.
         Las demandas populares que se orientaron a la lucha por el cierre del Congreso están preñadas de estas exigencias. Y ellas habrán de hacer luz por la maduración del movimiento. Implicarán, entonces, la preservación de nuestra estructura productiva, la defensa de nuestros recursos energéticos y el uso de las potencialidades de nuestro país en beneficio del desarrollo y el progreso nacional. Todo ello habrá de pasar, necesariamente, por una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Carta Magna acorde a las exigencias de nuestra realidad.
         Aún la mafia piensa que puede aletear. No está dispuesta a darse por vencida. Buscará no sólo recuperar las posiciones perdidas, sino también anhelará vengarse de quienes la derrotaron. Por lo pronto, ahora llamará a la OEA. Espera que el señor Almagro venga a darle la razón. Y que desde otras latitudes, gobiernos despistados -o de su mismo signo- “reconozcan” a la señora Araoz como “Presidenta de la República”.
         El telón aún no ha caído. La función no ha terminado. La lucha de nuestro pueblo seguirá un derrotero abierto con coraje y sacrificio.
 
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DOS
 
PERÚ: VIZCARRAZO A 27 AÑOS DEL FUJIMORAZO
 
*Ollantay Itzamná
Opinión
01/10/2019
         El 5 de abril de 1992, el entonces Presidente Alberto Fujimori, el “apoteósico” chinito, disolvió el desprestigiado Congreso de la República del Perú de aquel entonces, bajo el argumento de democratizar el Perú y luchar contra la corrupción.
         El 29 de septiembre del presente año, 27 años después del fujimorazo, el Presidente Martín Vizcarra disuelve el desprestigiado Congreso de la República peruana, con igual o mayor apoyo popular, bajo la misma promesa: democratizar el Perú.
         ¿Qué cambió en el Perú a 27 años del fujimorazo?
         Alberto Fujimori, aprovechando el sentimiento providencialista de los sectores peruanos que veían en él a su mesías esperado, luego de disolver el Congreso, mandó a redactar y promulgó la actual Constitución Política del Estado (1993) que sirvió y sirve como un estatuto para la implantación del sistema neoliberal en el país andino, sin mayor resistencia popular.
         A casi tres décadas de la vigencia de dicha Constitución, se privatizó prácticamente todo el Perú, y la corrupción se convirtió en la normal central para la administración pública. Al grado que todos los ex presidentes del Perú neoliberal, contando desde Fujimori, o se encuentran encarcelados y/o procesados judicialmente por delitos de corrupción. García prefirió el suicidio antes que la cárcel.
         27 años después, la promesa de la democracia (como sinónimo de derechos) jamás llegó para las grandes mayorías demográficas del Perú. En varias regiones del país, hay igual o mayor cantidad de hogares en situación de pobreza y de desnutrición que hace 27 años atrás. Casi todo el territorio del Perú fue concesionado a las empresas transnacionales para su explotación/saqueo. El Perú carga y cargará con niños de plomo, ríos, lagos y suelos muertos.
         En 27 años de neoliberalismo el Estado peruano prácticamente fue convertido en una gendarmería privada que escolta a los agentes de las empresas transnacionales en sus incursiones inconsultas para saquear los territorios indígenas y campesinos del país.
         El Producto Interno Bruto (PIB) creció en el Perú en estas tres décadas, pero el Estado apenas participa de ese PIB quizás en el 7% del total. La riqueza es de las empresas, la pobreza de los peruanos. Una dolorosa realidad.
         Casi tres décadas después, la “peruanidad”, nuevamente eufórica aplaude y se contenta con otro circo político de mal gusto: el vizcarrazo. Sin cuestionar al sistema neoliberal, mucho menos atreverse a plantear colectivamente una propuesta post neoliberal, y post Estado criollo corrupto y fracasado.
         Y así, el Perú, nuevamente, como en el mito de Sísifo, décadas después de haber celebrado con jolgorio el vizcarrazo tendrá que pujar cuesta arriba cargando consigo las nefastas consecuencias del sistema neoliberal y del fallido bicentenario Estado criollo.
         Los pueblos y sectores del Perú, nuevamente están en una histórica oportunidad para hacer una inflexión determinante, y atreverse a pensar y construir el Perú de todas las nacionalidades mediante un proceso de Asamblea Constituyente Plurinacional para diseñar y construir el Estado Plurinacional de todas las sangres (como diría Arguedas).
         La gangrena que padece el corrupto Estado criollo peruano es demasiado avanzada como para intentar remediar con tradicionales procesos electorales, o reformas institucionales superficiales. El país necesita un conceso político ampliado y plurinacional materializado en una Constitución Política Plurinacional.
*Ollantay Itzamná. Defensor latinoamericano de los Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos
 
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TRES
 
PERÚ Y LATINOAMÉRICA:
 
LA MODA DE LA AUTOPROCLAMACIÓN
 
José Toledo Alcalde
Opinión
01/10/2019
 
         El Congreso proclamó a la vicepresidenta Mercedes Araoz como “presidenta interina” del Perú
         El absurdo político se impone en el Perú y América Latina como norma de intromisión. Estamos asistiendo a la modalidad de las autoproclaciones presidenciales. Una suerte de imposición de gobiernos paralelos sin respaldo popular. Decisiones trasnochadas respaldadas por los oscuros tentáculos del poder detrás del trono donde sin lugar a dudas vemos moverse la sombra de Washington y sus injerencistas y patológicas pretensiones de poder.
         Juan Guaidó en Venezuela fue la ecuación perfecta de Washington para deslegitimar al gobierno bolivariano. Ahora existen pruebas suficientes, presentadas en la ONU, y otras instancias internacionales, que evidencian el perfil delictivo del autoprolamado y toda la maquinaria criminal detrás de su elección. Los actuales acontecimientos en el Perú confirman que la fórmula de injerencia abre un capítulo de intromisión de mayor sofisticación.
         El 5 de abril 1992 Alberto Fujimori disolvió el Congreso de la República del Perú abriendo el más nefasto capítulo económico de la historia peruana. El gobierno de facto de Fujimori y la creación de una carta constitucional impuesta por los grupos de poder donde sus redactores como el empresariado peruano (CONFIEP) y Washington (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, y la Fundación Nacional para la Democracia, NED) crearon las bases legales para el saqueo del erario y estafa pública.
         En el Perú, este pasado 30 de septiembre de 2019 se dio por segunda vez el absurdo político de la imposición de un gobierno paralelo. Ahora el disuelto Congreso peruano proclamó a la cuestionada vicepresidenta Mercedes Araoz como “presidenta interina” del Perú y en la máxima expresión de irracionalidad la bancada fuji-aprista confrontan al ejecutivo amenazando con no abandonar el Congreso.
         El contexto de la disolución se da en medio de la elección del todo poderoso Tribunal Constitucional (TC). Según lo expresado por el ex Premier Salvador del Solar la ausencia de transparencia y las oscuras intenciones de la bancada fuji-aprista en la elección de la más alta esfera jurídica constitucional contribuía con el incremento de la aguda crisis por la cual atraviesa el país.
         A pesar de la solicitud del nuevo voto de confianza solicitado por el ejecutivo y negado por el legislativo, los defenestrados legisladores insistieron en elegir al TC, vacar a la presidencia de república y como resultado nombrar a Araoz como presidenta interina. ¡Absurdo!
         Dicho acto anticonstitucional, la elección de un gobierno paralelo, lo único que demuestra es la falencia del sistema democrático liberal en donde al pueblo como gran excluido de toda representación directa lo único que le queda son las calles como tribuna democrática de manifestación pública de cambio.
         La decisión de cierre del Congreso se materializó mediante el Decreto Supremo No 165-2019-PCM el cual a letra sentencia: Artículo 1.- Disolución del Congreso de la República. Disuélvase el Congreso de la República por haber negado la confianza a dos Consejos de Ministros del gobierno elegido para el periodo 2016-2021, manteniéndose en funciones la Comisión Permanente. Artículo 2.- Revocatoria del mandato parlamentario. Revóquese el mandato parlamentario de los congresistas que no integran la Comisión Permanente. Carece de validez y eficacia jurídica todo acto relativo a la función parlamentaria realizado por los congresistas cuyo mandato ha sido revocado. Artículo 3.- Convocatoria a elecciones Convóquese a elecciones para un nuevo Congreso, para el día domingo 26 de enero de 2020, para que complete el periodo constitucional del Congreso disuelto, incluida la Comisión Permanente. Artículo 4.- Refrendo. El presente Decreto Supremo es refrendado por el Presidente del Consejo de Ministros.
         Con justa razón el pueblo celebra en las calles. Representaciones como el Movimiento Nuevo Perú y demás organizaciones políticas, contrarias a la continuidad del estado de impunidad y corrupción, celebran la posibilidad de convocar a nuevas elecciones y la instauración de una Asamblea Constituyente la cual se encuentre en condiciones de brindar a la población las garantías democráticas respeto a la defensa su soberanía y legítimos derechos.
         Lo que nos queda claro, en medio de tanta maleza, es que tanto el golpe del ´92 así como toda la historia posterior de corrupción e impunidad, y lo sucedido este pasado 30 de septiembre, ha contado con el aval de Washington. Desde la autoproclamación de facto de Fujimori hasta la proclamación de Vizcarra, y la de facto elección presidencial de la vicepresidenta Araoz cuestionada por su responsabilidad en los asesinatos del caso Bagua, el lineamiento de la gobernabilidad del Estado peruano se ha encontrado monitoreado por dictámenes de Washington.
         Pareciera ser que el desgastado Congreso de la República, el desborde de una lógica de corrupción a todas luces impune, debilita las pretensiones hegemónicas del país del norte quien cuenta con el Perú como uno de sus principales peones en su incesante búsqueda de control geoestratégico. Según la lógica del hegemón, quien siempre ha burlado la insatisfacción del pueblo, tiene más de una ficha política para las siguientes elecciones. No será fácil que Washington deje el poder en el Perú.
         Celebramos el cierre del Congreso. Pero esta claro que el quiebre del sistema involucra a todos los poderes del Estado. La satanización de la izquierda como fuerza política alternativa seguirá liderando titulares. La asociación de toda representación de fuerzas progresistas con el gobierno Bolivariano de Venezuela seguirá siendo la muletilla conspiradora del statuquo y sobre esta base Washington aspira a copar, nuevamente, el legislativo y seguir con la lógica de control desde el aparato estatal en su totalidad sin alterar las bases del saqueo enquistadas en la nefasta Constitución del ´93.
         Ironías de la historia. Fujimori disolvió el Congreso concentrando poderes en torno a un grupo de saqueadores y mercenarios del poder enquistados en el estado. 27 años después los fujimoristas son desalojados del Congreso de la República. ¡De golpeadores a golpeados!
         Finalmente, nos reafirmamos en lo dicho el 5 de mayo de 2018: Lo sabemos, el problema es estructural y no coyuntural. Y, las estructuras no pueden ser cambiadas ni un milímetro siguiendo el distorsionado formato político que tenemos hoy. Somos consientes que una nueva Carta Magna no garantiza cambios de conciencia ni que se elevará la calidad ético-moral de los funcionarios públicos. De allí la exigencia de un nuevo cuerpo jurídico-legislativo sin opción a que transe con la impunidad y crimen institucionalmente organizado. Debemos atrevernos a transitar el camino de la transformación con justicia, equidad y dignidad. Trascender lo anecdótico, cómico y patético de la política dejando de lado todo tipo de dicotomías donde se considere la “clase política” jerárquicamente contraria al Pueblo verdadero sujeto político soberano.1
         ¡El pueblo tiene la palabra!
1 Alai. José Toledo Alcalde. El Presidente en su laberinto. En: https://www.alainet.org/es/articulo/193407. Revisado: 01/10/19.
 
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de: Alai-AmLatina <alai-amlatina@alai.info> a través de alainet.org
responder a: info@alainet.org
fecha: 1 oct. 2019 12:50
asunto:        [alai-amlatina] Alainet.org Al Día - 01/10/19
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enviado por: listas.alainet.org
firmado por: alainet.org
Importante según el criterio de Google.
 
CUATRO
 
POLICÍAS IMPIDEN LA ENTRADA AL CONGRESO
 
Policías impiden la entrada al Congreso de Perú a excongresistas
tras la disolución parlamentaria decretada por Vizcarra
 
         Los uniformados resguardan el recinto legislativo luego de que se registraran enfrentamientos el lunes por la noche tras la crisis política que enfrenta Perú tras la disolución del Parlamento.
         Alrededor de 300 policías fueron desplegados este martes a las afueras del Congreso de Perú, en Lima, luego de que el presidente Martín Vizcarra disolviera el Parlamento y convocase a elecciones para renovar el Congreso. En respuesta, los legisladores nombraron a la vicepresidenta, Mercedes Aráoz, como presidenta interina.
         La movilización de las fuerzas de seguridad busca impedir el ingreso al Parlamento de excongresistas que no integren la Comisión Permanente, ya que de acuerdo a la Constitución, una vez disuelto el Congreso, solo los legisladores que formen parte de este órgano los únicos que pueden ingresar al recinto legislativo.
         El artículo 134 de la Constitución peruana establece que se deberá convocar a elecciones para conformar un nuevo Congreso dentro de los cuatro meses siguiente a la fecha de disolución.
         El despliegue se dio después de que la noche anterior un grupo de manifestantes se enfrentase a la Policía en los alrededores del Congreso de Perú.
         Los jefes de las Fuerzas Armadas, además del jefe del Comando Conjunto y de la Policía, manifestaron su lealtad al presidente Vizcarra, a quien llamaron "jefe supremo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú".
         En contraparte, los legisladores opositores a Vizcarra desconocieron al mandatario en la mayor crisis política de Perú en las últimas dos décadas.
         Reacciones del Congreso
         El presidente del Congreso de la República, Pedro Olaechea, ofreció una conferencia de prensa a medios internacionales, en la que acusó a los medios peruanos de descalificar al Parlamento.
         El presidente de Perú, Martín Vizcarra.Vizcarra aplica la disolución parlamentaria en Perú y el Congreso juramenta a la vicepresidenta como "mandataria interina"
         "Tenemos una prensa muy adversa que sigue con el tema que la política es corrupción. Se ha ido tratando de desgastar la figura del Congreso a través de prensa y otros medios que se emplean en gobiernos de este tipo, que tienen tendencia populista", dijo.
         Olaechea aclaró a medios locales que, por el momento, él es el presidente de la Comisión Permanente, lo que complica el panorama, ya que dicha Comisión queda en funciones tras la disolución del Congreso, y "no puede ser disuelta", según establece la Constitución.
         En tanto, la Iglesia, a través del presidente de la Conferencia Episcopal, Héctor Miguel Cabrejos, hizo un llamado a la no violencia en medio de la crisis, mientras que la organización empresarial peruana, la Confiep, expresó su "enérgico rechazo a la violación de la Constitución y al sistema democrático que ha perpetrado el Presidente de la República, Martín Vizcarra, con un argumento inconstitucional".
         Vizcarra convocó a elecciones legislativas para el 26 de enero próximo, por lo que el nuevo Congreso sesionaría hasta julio del 2021, de acuerdo con el periodo constitucional del Parlamento disuelto.
         Manifestaciones
         Tras conocerse la disolución del Congreso, el centro de Lima y otras ciudades del país registraron manifestaciones de respaldo a la medida adoptada por el presidente, con gritos como "sí se pudo" o "Perú, te quiero, por eso te defiendo".
         ¿Cómo llegaron ahí?
         El conflicto se detonó luego de que Vizcarra resolviera la disolución del Congreso de la República, de mayoría opositora, al considerar denegada la cuestión de confianza planteada por el Ejecutivo, que proponía la modificación del proceso de elección de candidatos al Tribunal Constitucional (TC), bajo el argumento de que, de lo contrario, no se realizaría de manera transparente.
         El Parlamento tenía previsto elegir a seis de los siete miembros de ese organismo, y ya había avanzado en la designación de uno, Gonzalo Ortiz de Zevallos, quien logró los 87 votos necesarios para ser magistrado.
         Para Vizcarra, la elección de un miembro del Tribunal Constitucional implicaba "la negación fáctica de confianza", por lo que anunció la disolución del Congreso a través de un decreto supremo publicado en el diario oficial El Peruano.
         "Que sea finalmente el pueblo el que decida. El cierre que dispongo está dentro de mis facultades contenidas en la Constitución. Dando fin a esta etapa de entrampamiento político. Que se defina en las urnas el futuro del país", señaló el presidente en un discurso leído desde el Palacio de Gobierno.
         No obstante, cuando Vizcarra se dirigía a la nación, el Congreso aprobó otorgarle la cuestión de confianza planteada en la mañana por el primer ministro, Salvador del Solar.
         Tras la disolución del Congreso, los parlamentarios sesionaron la noche del lunes una moción de Fuerza Popular, el partido de oposición, que decretaba la vacancia del presidente Vizcarra argumentando "incapacidad moral".
Rusia Today.-. Publicado: 1 oct 2019 17:25 GMT |
Última actualización: 1 oct 2019 19:24 GMT
 
         Nota.- Los subrayados de los cuatro temas son del C-PI
 
 
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
 
2 de octubre de 2019

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