EL RÉGIMEN BUSCA AFIRMARSE ¡HAY QUE TRUNCAR SUS PLANES!

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EL RÉGIMEN BUSCA AFIRMARSE ¡HAY QUE TRUNCAR SUS PLANES!

Editorial de la revista Marka

Pasados cinco meses del funesto 7 de diciembre del 2022, es claro que el régimen siniestro de Dina Boluarte y Alberto Otárola, busca afirmarse en el Poder a fin de llegar impunemente hasta el 2026 y prologar aún más el dominio de la Clase Dominante sobre los 33 millones de peruanos.

Objetivamente logró detener la acerada arremetida popular haciendo uso de la violencia más desenfrenada. Casi 80 muertos y más de 1,000 heridos, fue el saldo de los enfrentamientos públicos registrados a lo largo de los cuatro meses más convulsos en lo que va del nuevo siglo.

Ahora, parecierá que el gobierno está dispuesto a “cantar victoria”, como si la resistencia popular ya no existiese y como si la fuerza hubiese logrado domeñar y domesticar a las grandes mayorías nacionales.

Es claro que los gobernantes de turno, se equivocan de medio a medio: ni ellos se han consolidado en el Poder, ni la masa ciudadana los acepta pasivamente.

La “recepción” brindada por el pueblo de Moquegua al Primer Ministro sólo hace unos días, confirma el alto nivel de repudio popular hacia quienes representan a este gobierno impuesto a la mala por la coalición reaccionaria integrada por los Partidos Ultra derechistas, el Congreso de la República, e gran empresariado y la cúpula castrense.

Lo que ocurre es que hoy el país vive un escenario aun complejo: A la insulsa administración actual, se sumaron las catástrofes registradas en la costa norte del país, y luego la epidemia del Dengue que ha golpeado severamente a las poblaciones más deprimidas.

En ese marco, han ocurrido dos fenómenos. Por un lado, el pueblo ha multiplicado sus modalidades de rechazo a las autoridades asentadas en la capital; y, por otro, el régimen ha arreciado sus ondas represivas sin miramiento alguno.

Una expresión de ambos fenómenos se registró recientemente con motivo del Desfile Popular en la provincia de Azángaro, en la localidad de Asillo, cuando escolares marcharon entonando canciones de repudio a la Boluarte, concitando el masivo respaldo de la población.

La respuesta oficial, no se hizo esperar. Voceros del gobierno y la prensa a su servicio, calificaron inmediatamente de “terroristas” a los participantes en este evento y los amenazaron con severas sanciones.

Buscarán, en efecto, responsabilizar por el hecho a los profesores del plantel y hasta a las autoridades locales. A todos ellos, buscarán acusarlos de “apología del terrorismo” para sentenciarlos a carcelería infinita. Pero no quedaran las cosas reducidas a sanciones punitivas.

El dúo que detenta el Poder y quienes lo aúpan, viven hoy empeñados en consolidar su dominio copando una a una todas las instituciones del Estado.

Lograron, en efecto, construir una “mayoría” parlamentaria en base a acuerdos bajo la mesa y componendas soterradas. Se apoderaron luego del Tribunal Constitucional. Después pusieron bajo su control al Ministerio Publico, para seguir con el Poder Judicial. Recientemente pactaron la elección de un Defensor del Pueblo al que buscaran maniatar y tener a su servicio.

Por esa vía, buscarán apoderarse de la Junta Nacional de Justicia, encargada de nombrar y ratificar Jueces y Fiscales. En un nivel más alto. Buscarán colocar bajo su dominio a los órganos electorales -el JNE la ONPE y la Reniec- para consolidar su Poder, y asegurar un gobierno que les garantice impunidad a partir del 2026.

Casi como quien piensa en tener un manto protector para sus truhanerías, el Congreso de la República aprobó hace muy poco la autorización para el ingreso al país de unidades militares de los Estados Unidos, que harán “maniobras disuasivas” en el sur andino, para intimidar a la población.

Y hay que decir que esto no hace sino confirmar lo que dijimos desde un inicio, y que se perfiló claramente cuando hace pocas semanas la Embajadora yanqui flanqueó a Dina Boluarte en un evento castrense destinado a “apadrinar” rituales militares de algunos países de América incluyendo a la tierra de Jorge Washington

Y esta es francamente una situación intolerable. La ciudadanía, no la puede permitir. La dignidad nacional, el decoro y la vergüenza patria, no pueden aceptar pasivamente una situación como la creada, y que se agrava cada día. La movilización popular, es la respuesta (fin)