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SAN MARCOS, LA JOVEN
Pablo Patrón escribió que "los primeros estudios de que disfrutó Lima estuvieron en los conventos y en la Iglesia Mayor...", esto sucedió, en tiempos en que la legendaria villa vivía "en continua fiesta, y sus habitantes, como es fama que le dijo cierto Virrey al Monarca, no hacían sino repicar campanas y tirar cohetes". Por aquel entonces "pululaban aquí, como en España, los frailes, que ocupaban los conventos (...) ricos y regalones se daban buena vida". Cuenta José de la Riva Agüero que la Universidad Mayor de San Marcos, gracias a la gestión de Fray Tomás de San Martín, quien hubo de interesar a Carlos V, "nació al amparo del monasterio de Santo Domingo", el 12 de mayo de 1551. Por más de veinte años funcionó en aquel lugar y tuvo como primeros rectores y maestros a sus priores y frailes que consideraba también a los jesuitas, franciscanos, mercedarios y agustinos quienes mantenían constantes y abiertas pugnas "en torno de sus respectivas escuelas escolásticas". Estas agrias discusiones que hicieron sufrir a la joven universidad fueron llamadas "odium teológicum". Sin embargo, en este convento - al decir de Jorge Guillermo Leguía - hizo la universidad "una vida tan vegetativa", que el virrey Toledo, de quien se decía "estaba hecho de grandezas", al notar que los frailes, veinte años después de su fundación, "no parecían abrigar conciencia", la laicalizó.
Después de dejar los gruesos muros del convento de Santo Domingo, la universidad, a partir de 1571, funcionó en distintos locales. Uno de ellos, lo encontró al interior de la joven Catedral, aquella que, ante la ausencia de periódicos, hacía vibrar sus campanas ante cualquier acontecimiento o cuando el virrey pasaba por alguna plazuela. Tiempo después, mudó sus aulas donde se levanta la parroquia de San Marcelo, para más tarde hacerlo frente a la frondosa plazuela de la Inquisición y luego en la antigua calle del Noviciado - hoy Parque Universitario -, donde hubo antaño, al decir de un viejo cronista, "una extensa huerta que daba fruta exquisita...".
"Gran toletole había en la buena sociedad limeña por el mes de septiembre del año 1574". Y la cosa - al decir del tradicionista - valía la pena pues se trataba nada menos que "de elegir santo patrono para la Real y Pontificia Universidad de Lima". Don Juan de Herrera, el nuevo rector, junto a algunos leguleyos que lo acompañaban, se inclinaban por San Bernardo. Los galenos, de aquellos que recorren las calles a caballo, prefieren a San Cipriano; en tanto que los teólogos, echaban vibras al autor de Suma Teológica. Don Francisco de Toledo, belicoso como tantos, a fin de lograr la paz, propuso a San Agustín. Pero como todos en Lima querían opinar, los galanes, como buenos donjuanes, votaron por San Juan. ¡Tremendo alboroto que se armó! Lo mismo hicieron los que andaban con un pie en el altar mas sus hermanas, se inclinaban por San Lucas. Como ningún santo ganó en el cubileteo, hablaron las mujeres que - al decir del viajero Frézier - "son la causa principal de la ruina de los hombres"; ellas, apostaron por San Marcos. Y si opinaba el soltero, también lo hizo el casado, aquel que, debía escoger de acuerdo a los gustos de su mujer, es decir, su voto sería para San Marcos. Mas como todos debían elegir, sino, ¡se armaba la de San Quintín!, la suegra no podía faltar, ella, propuso a San Mateo. Finalmente, habiendo el virrey retirado la candidatura de San Agustín porque "diz que en ello cedió a influencias de faldellín de raso", en la primavera de 1574, sin que ningún santo haya salido ganador, se fueron al sorteo. ¡Que la suerte decida! La suerte, después de girar el ánfora, favoreció a San Marcos. Fue así como Lima, perfumada por los floripondios de Santa Ana, se convierte "en el ágora de la acción política, en el mercado más importante, en el foco luminoso de la inteligencia".
Fuentes:
Ricardo Palma. "Tradiciones Peruanas" • Jorge Guillermo Leguía. "Hombres e Ideas en el Perú" • Pablo Patrón. "Lima Antigua"
Omar Meneses
Excelente crónica y relato, reflejando a nuestra cuatricentenaria Alma Mater en su devenir histórico. Por supuesto que es válido también indicar que desde 1918 con la Reforma Universitaria iniciada en Córdoba/Argentina, nuestra cuatricentenaria ha transitado por el debate de su relación con la sociedad en la cual desenvuelve y con el Movimiento Estudiantil Sanmarquino como el principal protagonista de su historia social desarrollando y construyendo su propia historia adhiriendo el pensamiento más avanzado dela humanidad sin descuidar nuestra propias raíces, que en palabras de José Carlos Mariátegui es creación heroica sin calco ni copia.
Por eso es que existe en la memoria colectiva sanmarquina servir al pueblo de todo corazón...
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