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Foro de Sao Paulo Edición XXV
UNO
EL FORO DE SAO PAULO DESAFÍA A LA DERECHA CONTINENTAL
Marco Teruggi
El Foro de Sao Paulo está reunido en Caracas. Representantes de 190 organizaciones de izquierda y progresistas de América Latina y el mundo debaten sobre asuntos considerados estratégicos. La derecha intentó impedir su realización.
El Foro de Sao Paulo comenzó antes de su inauguración formal. El evento más antiguo de unidad progresista y de izquierda latinoamericana fue convertido desde días antes en blanco de ataque de las derechas. El Grupo de Lima, reunido en Buenos Aires el 22 de julio, se pronunció abiertamente en contra. La razón pública principal fue su realización en la capital de Venezuela.
«Ha habido una presión, una gran campaña contra el Foro, hay una necesidad de destruirlo», afirmó Enrique Uniera Gómez, director de la revista Cuba Socialista. Las operaciones para impedir su realización fueron varias. «Trataron de sabotear este evento con los pasajes, cancelando rutas de vuelo, atacaron a quienes están participando», señaló por su parte Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.
Los ataques no impidieron la inauguración del Foro en Caracas el jueves 25. Llegaron 190 organizaciones de América Latina y de varios continentes, tanto partidos políticos, como movimientos sociales, de trabajadores, parlamentarios -como, por ejemplo, once europarlamentarios- e intelectuales.
Los inicios
Se trata de la edición número 25 del Foro de Sao Paulo. En su nacimiento estuvieron dos hombres claves: Fidel Castro y Lula Da Silva.
«Nació como una conjunción de partidos políticos, una verdadera feria ideológica, como decía Lula, donde diferentes sectores, después de la caída del socialismo real con el apoyo de Fidel, comenzaron a construir esta integración», explica Rony Corbo, del Frente Amplio, de Uruguay.
«Había una sensación de desesperanza, orfandad, era necesario reorganizar a la izquierda, que volviera a reunirse en un sentido amplio», afirma Uniera Gómez. En ese contexto se decidió formar el Foro.
Fue el primer momento. Los debates eran otros: «Tenía que ver con la resistencia al neoliberalismo y la democracia representativa impuesta desde arriba, neoliberalismo como modelo económico y esa democracia como sistema político», analiza Hugo Moldiz, ex ministro de gobierno bajo Evo Morales.
En ese contexto las preguntas eran, por ejemplo: «cómo la izquierda construía una estrategia lo más común posible para no solamente resistir al neoliberalismo, sino para enfrentar su mecanismo de dominación», sostiene Moldiz.
Fue el tiempo donde surgieron movimientos sociales en varios países del continente, estallidos populares, resistencias frontales contra un orden excluyente, los primeros ensayos electorales con capacidad de disputa. Hasta que llegó Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela.
El segundo momento
El triunfo de la revolución bolivariana en 1998 abrió la puerta a una nueva etapa continental. Llegaron al gobierno proyectos progresistas, de izquierda, como en Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, El Salvador. Los debates, en consecuencia, también se ampliaron.
Moldiz explica que uno de esos nuevos debates era: «Cómo la izquierda es capaz de utilizar espacios institucionales para volcar todo lo acumulado durante la resistencia». La pregunta tenía respuestas diferentes según los procesos, en particular aquellos que habían conformado una Asamblea Nacional Constituyente, y aquellos que mantuvieron la arquitectura institucional heredada al llegar al gobierno.
En el primer caso, el ex ministro de gobierno afirma que se buscó «construir una nueva estatalidad y una oportunidad de construir una democracia más allá de la representativa, directa, participativa».
Ese tiempo político latinoamericano tuvo momentos fundantes. Uno de ellos fue la Cumbre de las Américas en el 2005 en Mar del Plata, Argentina, y lo que fue conocido como la derrota al Acuerdo de Libre Comercio para las Américas, un acuerdo económico que buscaba imponer Estados Unidos. En aquellos días estaban en la presidencia Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Lula da Silva, Tabaré Vázquez, Fidel Castro, y Evo Morales era un dirigente cocalero que caminaba en la cabecera de la movilización por las calles de la ciudad argentina.
Esa etapa permitió construir diferentes mecanismos de integración continental: la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y se proyectaron varias iniciativas conjuntas como la idea del Banco del Sur.
¿Cuáles fueron los momentos que marcaron el cambio de época? El golpe de Estado en Honduras, en Paraguay, la muerte de Chávez, la derrota electoral en Argentina, el giro de 360 grados del presidente Lenin Moreno en Ecuador, la consolidación de la persecución de líderes políticos a través del poder judicial, entre otros.
El tiempo actual
Uniera Gómez se refiere a una idea fuerza en el Foro: «la ofensiva del imperialismo norteamericano contra la izquierda y el progresismo latinoamericano». Se está frente a esa avanzada y es necesario, en consecuencia, construir unidad continental.
«La unidad en la diversidad, lo fundamental es que tenemos un enemigo común, y hay que llamarlo por su nombre, es el imperialismo, no es solo un país, un presidente, y tiene esos presidentes que son procónsules que han aparecido en América Latina que le están sirviendo», afirma el director de Cuba Socialista.
Corbo, de Uruguay, donde habrá elecciones presidenciales en octubre, define la necesidad de coordinación de «acciones para enfrentar la contraofensiva norteamericana», a la vez que «revertir lo que han sido algunas derrotas electorales y retomar la ofensiva».
«Hay una suerte de precario equilibrio inestable de fuerzas, porque tampoco ellos han logrado todo lo que querían», caracteriza Moldiz. En ese contexto se abren varias preguntas: «Cómo volver a ser gobierno donde se ha perdido, cómo volver a serlo superando las limitaciones que se han tenido en el pasado».
Se trata, afirma, de «profundizar no solo gobiernos sino procesos que potencien la aspiración, el horizonte emancipador de nuestros pueblos». Eso significa, «romper camisas de fuerza que no hemos logrado superar, abrir espacios para mayor participación y protagonismo de los pueblos que vayan subvirtiendo la propia institucionalidad que hemos construido».
La agenda de este año tendrá varias fechas electorales claves, en Uruguay, Argentina y Bolivia, asuntos permanentes, y un eje clave: la revolución bolivariana.
Venezuela
«Estamos aquí para decir al mundo y al pueblo venezolano que Venezuela no está sola, estamos con ustedes, estamos aquí para decirle al presidente Nicolás que estamos contigo, estamos aquí para decir al señor Trump que saque sus manos sucias de Venezuela, de América Latina», afirmó Mónica Valente, del Partido de los Trabajadores, de Brasil, al tomar la palabra en el acto de inauguración.
La dirigente brasileña se refirió a puntos centrales del Foro de Sao Paulo. Uno de ellos es la paz en Colombia, lo que significa, entre otras cosas, el cumplimiento de los acuerdos de paz y el fin del genocidio de líderes sociales. Junto con eso tuvo una mención central el pedido de libertad a Lula da Silva.
En cuanto a las elecciones en puertas, Valente manifestó, en nombre del Foro, el apoyo a las candidaturas de Alberto Fernández y Cristina Fernández en Argentina, a Evo Morales en Bolivia, y a Daniel Martínez y Graciela Villar.
Cabello, también vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, se refirió a la importancia de la realización del Foro en Caracas, en un momento de asedio al país. Destacó el peso del reconocimiento a Maduro como presidente, unido al de los 120 países reunidos recientemente en Venezuela en el marco de la reunión del Movimiento de Países no Alineados.
En cuanto a los desafíos, señaló la necesidad de concretar los acuerdos: «debemos salir de aquí con propuestas de actividades que seamos capaces de cumplir, muchas veces hacemos propuestas, queda bonito en lo estético, pero no llegamos a lo que deberíamos llegar».
El Foro se ha transformado así en epicentro de los debates latinoamericanos y mundiales de izquierdas y progresismos. Durante su realización ocurrieron hechos significativos, como la renuncia del gobernador de Puerto Rico, nuevas sanciones a Venezuela por parte de Estados Unidos, y movilizaciones en Colombia contra el asesinato de líderes sociales y políticos.
Resumen Latinoamericano*, 28 julio 2019.
*Sputnik
DOS
América Nativa
EL FORO DE SAO PAULO, TRIBUNA DE LOS PUEBLOS
Gustavo Espinoza M.
Opinión
29/07/2019
Cuando usted vea esta página, amigo lector, estará clausurando sus labores el XXV Encuentro del Foro de Sao Paulo, realizada en la ciudad de Caracas, y que se iniciara solemnemente el pasado jueves.
Como se recuerda, esta entidad surgió en 1990 en la urbe industrial más importante del gigante de América, el Brasil, en una coyuntura particularmente compleja, cuando se desmoronaba el socialismo en Europa del Este y el mundo estaba próximo a conocer la desintegración de la Unión Soviética.
En la circunstancia, diversas estructuras del movimiento popular latinoamericano decidieron reunirse para estudiar la nueva situación, y esbozar ideas con miras afrontar la perspectiva de nuestros pueblos. La iniciativa surgió del expresidente cubano Fidel Castro y el exmandatario brasileño Luis Inácio «Lula» Da Silva y partió de una convicción muy clara: el faro de la Revolución Mundial encendido desde 1789 en Europa, se trasladaba al nuevo continente y demandaba para los destacamentos de esta región del mundo un accionar más definido, pero sobre todo unitario.
Al año siguiente, en Ciudad de México, el Foro se convirtió en un evento permanente por voluntad de 68 partidos latinoamericanos y caribeños, y la presencia de 12 organizaciones observadoras procedentes de Europa y América del Norte. Hoy, es mucho más representativo, y puede darse el lujo de congregar a más de 700 delegados procedentes de todo el continente, pero también representaciones de Asia, África y Europa.
Su temática, en líneas gruesas, sigue siendo la misma por cuanto se inscribe en las luchas de los trabajadores y de los pueblos empeñados en concretar la Independencia de América, a casi 200 años de su proclamación formal.
Como dicen sus organizadores hoy este encuentro “tiene una gran importancia para la reivindicación del pensamiento izquierdista, el cual basa sus principios en la defensa de la igualdad social y económica del pueblo, pese a las constantes amenazas de dominación y control emanada desde los gobiernos imperialistas”.
Y es que, en efecto, Nuestra América, aquella de la que nos hablaran tan doctamente José Martí y José Carlos Mariátegui; se empeña en concretar el sueño de los libertadores. Los mensajes de San Martín y Bolívar, por la unidad y la lucha de los pueblos, alientan las batallas de nuestro tiempo; y surgen enfrentadas a adversarios poderosos que no trepidan en hacer uso de la violencia más desenfrenada para doblegar a las naciones, apoderándose impunemente de sus recursos y riquezas.
Hasta hace dos décadas, el Imperio se valía de un recurso ciertamente impopular: los Golpes de Estado. Fueron así las dictaduras siniestras desde Batista hasta Videla, pasando por Somoza, Stroessner, Pérez Jiménez, Rojas Pinilla, Odría, Pinochet y otros. Hoy se vale de otra metodología; pero incuba los mismos propósitos. Lo acredita el derribamiento de Manuel Zelaya, en Honduras; el golpe contra Lugo en Paraguay y Dilma Rousseff en Brasil; la campaña contra Lula y Correa, y la ofensiva contra los Kirchner en Argentina. Todo un tramado de agresiones que es duramente resistido pos los pueblos.
El telón de fondo de esta ofensiva tiene una explicación que hoy proclama con desenfado la administración Trump. La Casa Blanca aspira a destruir a Cuba, acabar con la Venezuela Bolivariana y demoler a la Nicaragua Sandinista. Todo esto, con un solo propósito: perpetuar sobre todos los países el “modelo” Neo Liberal signado por las privatizaciones en la más alta escala y la desregulación total de las relaciones de trabajo. En suma, ellos quieren llevarse toda la riqueza de nuestros Estados, y acabar con la capacidad de lucha de nuestros pueblos cortando de raíz cualquier resistencia social a tales propósitos.
En Caracas esos elementos han estado planteados en la orden del día. Y allí los peruanos han podido llevar también causas tan legítimas como la preservación de la Amazonía, sus recursos y su biodiversidad; y la defensa del Valle de Tambo y la lucha contra las voraces corporaciones del Imperio.
El combate contra el accionar de las mafias, la defensa de los derechos democráticos de la población, la preservación de los recursos naturales y el respeto a la Soberanía de los Estados Nacionales de nuestro continente; han sonado muy en alto en las voces de los delegados de la más amplia gama de los pueblos.
En su momento, el Comandante Hugo Chávez reflexionó sobre el objetivo de “aunar a los partidos políticos y los movimientos sociales para la lucha, pues ninguno podrá por si solo constituirse en la vanguardia para el camino de lucha que se desea andar”. Y de esa formulación extrajo una tarea: “Hay que sumar, sumar. Unidad, unidad, unidad, en nuestro continente y en el mundo”. Y sí, ese es el único camino.
Del mismo autor
-El Foro de Sao Paulo, tribuna de los pueblos 29/07/2019
-El Valle de Tambo y la Amazonía, son la patria 15/07/2019
-La Helms-Burton: Una ley contra el mundo 08/07/2019
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30 años de impunidad. Los Molinos 30/04/2019
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de: Alai-AmLatina <alai-amlatina@alai.info> a través de alainet.org
TRES
VENEZUELA, XXV FORO DE SAO PAULO
DECLAERACIÓN FINAL:
UNIDAD DE LOS PUE BLOS EN CONTRA DEL IMPERIALISMO
Resumen Latinoamericano*, 29 julio 2019.-
Partidos y organizaciones de izquierda de los cinco continentes del mundo reiteraron que acompañan a Venezuela ante la arremetida imperial contra el país y otras naciones. Asimismo, entregaron al presidente de la Republica Nicolás Maduro y a su homólogo cubano, Manual Díaz – Canel, la declaración final adoptada como muestra la cohesión que reinó estos días de encuentro en Caracas.
A continuación la Declaración final:
DECLARACIÓN FINAL DEL XXV ENCUENTRO DEL FSP
Las y los delegados al XXV Encuentro del FSP, reunidos en Caracas, República Bolivariana de Venezuela, cuna del Libertador Simón Bolívar y de su digno continuador, el Comandante Hugo Chávez Frías, en ocasión del 65 aniversario de su natalicio, hemos llegado a las siguientes conclusiones:
Transcurrido un año del XXIV Encuentro de La Habana, se ha profundizado la multifacética ofensiva reaccionaria del imperialismo estadounidense y de la derecha oligárquica aliada. Pero a la vez, América Latina y el Caribe es también escenario de importantes luchas y triunfos populares que han detenido la ofensiva imperial. Los casos recientes de México, Venezuela, Nicaragua y Puerto Rico así lo confirman.
Es urgente retomar la iniciativa con más vigor y eficacia. Ello es posible “cuando hay unidad, dirección política decidida y capaz, objetivos claros de lucha, moral de combate y arraigo en las clases populares”. Esta idea, aprobada por el XXIV Encuentro el pasado año, mantiene total vigencia.
Pese a que continúan ahondándose los efectos negativos de la concentración de la propiedad, el poder y la riqueza en manos de la minoría privilegiada de siempre, en los países de la región en donde esto ha sucedido crece la protesta social, mientras que las fuerzas de izquierda, populares y progresistas, sobre todo en el campo de los movimientos sociales y populares, enarbolan propuestas anti-neoliberales que debemos estimular y apoyar de forma decidida.
La derecha internacional no cesa en sus planes subversivos; opera de forma articulada para fragmentar y/o debilitar nuestros Estados Nacionales; busca aniquilar o deslegitimar todo proyecto de cambio social que pretenda avanzar por senderos no capitalistas o simplemente post-neoliberales; trabaja sin descanso por erosionar nuestras identidades nacionales, así como los valores culturales que nos dan cohesión social; y acelera los esfuerzos orientados a dividirnos en todos los terrenos.
Ante el plan desintegrador de la derecha, opongamos el plan integrador, soberano y digno de nuestros pueblos. Frente a los tratados de libre comercio, propiciados por Estados Unidos, fortalezcamos los proyectos de integración soberana como la CELAC, el Alba-TCP, el Mercosur y otras iniciativas integracionistas populares y autonómicas.
La Administración Trump, expresión cabal del Imperio Yanqui y del capitalismo transnacional financierizado que hoy predomina, busca revertir, con violencia creciente en todos los ámbitos, la tendencia declinante de su poder relativo como centro hegemónico de la derecha internacional. Unidos, impidamos que logre sus históricos objetivos de dominación sobre las tierras de Nuestra América. Estamos obligados con nuestros pueblos a impedir que la Doctrina Monroe logre sus fines intervencionistas. Frente a la Doctrina Monroe, la Doctrina Bolívar.
El acumulado político de la izquierda y de las fuerzas populares y progresistas desde 1959 a la fecha, multiplica las esperanzas para sostener que sí es posible vencer toda ofensiva imperial. Lo demuestran hoy la Revolución Bolivariana, la propia Revolución Cubana, la exitosa experiencia política boliviana y la Nicaragua sandinista.
Fortalezcamos las luchas por la justicia para todas y todos, por la emancipación social, por la plena soberanía política, la independencia económica y la autodeterminación de nuestros pueblos.
Continuemos construyendo la más amplia unidad antiimperialista y anti-neoliberal, con respeto a la diversidad de los partidos y fuerzas políticas de izquierda y progresistas, de los movimientos sociales y populares que los unen, y los gobiernos de izquierda y progresistas para derrotar la ofensiva imperialista y la profundización y/o restauración del neoliberalismo.
Frente a estas realidades, el XXV Encuentro del FSP convoca, con sentido de urgencia, a fortalecer el movimiento mundial en defensa de la paz, la democracia y las conquistas sociales alcanzadas. La conducta internacional agresiva e irresponsable de la actual Administración de Trump, así lo demanda.
Llama a la promoción de la más amplia solidaridad mundial con la defensa de la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano, y con el derecho de éste a vivir en paz.
Apoya el diálogo entre el Gobierno Bolivariano y las corrientes opositoras impulsado por el presidente constitucional Nicolás Maduro, porque es una expresión genuina de la democracia y de las libertades existentes en Venezuela, razón por la cual es apoyado mayoritariamente por el pueblo venezolano en función de dirimir las diferencias por la vía constitucional y pacíficamente, sin injerencias extranjeras.
De forma enérgica rechaza las amenazas de intervención militar contra Venezuela y condena en todas las instancias posibles el bloqueo económico, financiero, comercial y el cerco diplomático por parte del gobierno de los Estados Unidos. Preservar la paz en Venezuela es preservar la paz en la región y una de las prioridades de los partidos que integramos el FSP.
Ratifica las causas justas aprobadas en el XXIII y XXIV Encuentros del FSP, por considerarlas vigentes. En consecuencia, este XXV Encuentro llama a:
Reforzar la defensa, como objetivo común, de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada en la II Cumbre de la CELAC. Ello es urgente y vital.
Defender a la CELAC, como mayor acontecimiento unitario de los últimos 200 años y sembrar la idea integracionista en nuestros pueblos.
Repudiar la peligrosa presencia militar de los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en el Caribe y el Atlántico, con fines claramente agresivos y de presión sobre nuestras naciones.
Rechazar de forma enérgica la Doctrina Monroe y todas las ideas de EE.UU. acerca de que América Latina y el Caribe es su “patio trasero”.
Concertar, en todo espacio que lo permita, acciones que enfrenten el dominio del Imperialismo yanqui en América Latina y el Caribe.
Conocer con rigor cómo opera la derecha internacional, regional y local contra este continente que defendemos y defenderemos.
Reafirmar la importancia de las relaciones del FSP con los partidos de izquierda de Europa, Asia, África y Medio Oriente.
Denunciar el papel injerencista, al servicio de los EE.UU, de la OEA. Esta sigue operando como fiel ministerio de colonias de los EE.UU, simbolizada por su secretario general Luís Almagro, peón del Imperio.
Condenar la Guerra no Convencional que aplica EE.UU. contra los gobiernos que no se pliegan a sus órdenes e intereses.
Enfrentar de forma enérgica el avance de la derecha sobre nuestros pueblos. Así lo evidencian los gobiernos neoliberales reciclados, autoritarios y profascistas, como los de Bolsonaro en Brasil, Iván Duque en Colombia, y Mario Abdo Benitez en Paraguay, Mauricio Macri en Argentina, Lenin Moreno en Ecuador y Juan Orlando Hernández en Honduras, que destruyen la democracia y los derechos sociales conquistados.
Respaldar al pueblo hondureño por su persistente y valiente lucha en defensa de sus derechos, en contra de las políticas neoliberales y de la corrupción que caracteriza al neoliberalismo, y a favor de la construcción de una alternativa que priorice los intereses mayoritarios del pueblo. La lucha de éste, encabezada por el partido LIBRE, es un ejemplo a seguir por los que padecen las funestas consecuencias del neoliberalismo.
Condenar enérgicamente el genocidio permanente que comete la ultraderecha gobernante en Colombia contra toda expresión organizada del movimiento social y popular, mediante el inaceptable asesinato sistemático de líderes sociales, excombatientes guerrilleros y sus familiares. Exigir, además, la libertad de Simón Trinidad y los exguerrilleros que continúan en las cárceles. Exigir al gobierno colombiano el cumplimiento integral de los Acuerdos de Paz, vitales para asegurar que nuestro continente siga siendo zona de paz. De igual manera, respaldamos al partido FARC por su persistente defensa de los Acuerdos y su cumplimiento, lo que constituye una invaluable contribución a la lucha por la paz. Para alcanzar esta paz, demandamos el reinicio inmediato de los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Denunciar la intervención de los EE.UU. en Nicaragua contra la Revolución Sandinista, mediante un inaceptable intento de golpe de Estado, derrotado por el pueblo nicaragüense, cuyo derecho a la paz debe ser defendido por todas y todos. Con sanciones económicas EE.UU no logrará derrotar al heroico pueblo de Sandino.
Ofrecer toda la solidaridad al FMLN, cuya militancia y pueblo son víctimas de agresiones y revanchismo por parte de la derecha local, al servicio de los EE.UU, mediante la violación de derechos conquistados y para deslegitimarlos por la vía judicial, tal y como sucede, con hechos graves de persecución política y violación de los derechos humanos en Ecuador, Brasil, Argentina. La prisión de Lula y Jorge Glas así lo demuestran, como también la persecución judicial contra Cristina Fernández de Kirchner, Rafael Correa y Ricardo Patiño. Y exigimos la libertad de todas y todos los presos políticos.
Apoyar la candidatura de Evo Morales y Álvaro García Linera en Bolivia, que con el mayoritario apoyo de su pueblo apuestan a desarrollar en su cuarto mandato la «Agenda del Bicentenario», con el objetivo de terminar de saldar las deudas históricas pendientes de los siglos XIX y XX, y encarar las tareas del siglo XXI en condiciones de independencia económica y plena soberanía política.
Apoyar la fórmula de Daniel Martínez para presidente y Graciela Villar para vicepresidenta de Uruguay, cuyo triunfo garantizaría la continuidad de las politicas a favor del pueblo uruguayo, y de las leyes que benefician a sectores históricamente postergados como las trabajadoras domésticas, los peones rurales o las personas trans. Y la defensa de la soberanía y la democracia en Uruguay que vienen llevando a cabo los gobiernos del Frente Amplio.
Apoyar al movimiento popular de Argentina que ha logrado conformar una alianza unitaria en el Frente de Todos, que lleva como candidato a presidente a Alberto Fernández y como candidata a vicepresidenta a Cristina Fernández de Kirchner, para enfrentar al macrismo y sus políticas de hambre, endeudamiento, represión y entrega de la soberanía, en la próxima contienda electoral de octubre. La derrota de Macri y del neoliberalismo en Argentina sería un triunfo de la integración nuestroamericana y volvería a alentar las luchas y resistencias en el resto de los
países.
Rechazar la política de Washington de criminalizar a los emigrantes, sobre todo a los de Centroamérica. En este sentido condenamos y rechazamos el acuerdo de control migratorio entre EEUU y el gobierno de Guatemala, país cuya soberanía es violada y cuyo territorio, con dicho acuerdo, se transformaría en una virtual prisión para los que desean ingresar a EEUU y su pretensión de hacer lo mismo con México.
Apoyar al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo triunfo, con masiva participación popular demostró que no existe fin de ciclo progresista alguno; abrió perspectivas de cambio a favor de las grandes mayorías con el programa de la Cuarta Transformación y puede significar un reimpulso a los procesos de integración regional autónoma y soberana de nuestros pueblos, bajo los principios de libre autodeterminación de los pueblos, no intervención y solución pacífica de los conflictos.
Rechazar toda forma de racismo, discriminación social y discriminación por orientación sexual. En ese sentido apoyar la agenda de lucha por los derechos de la comunidad LGBTTI.
Exigir el respeto a los derechos humanos de las mujeres, violados por las políticas neoliberales. Defender el papel de las mujeres latinoamericanas y caribeñas como constructoras fundamentales de los procesos de cambio emancipatorios, así como de resistencia activa a la contraofensiva neoliberal y a la pérdida de derechos conquistados. Apoyar las masivas movilizaciones feministas en curso en el continente. Sin el aporte de las mujeres será imposible avanzar hacia la verdadera independencia de nuestras naciones. Entender que solo podrá triunfar la lucha por la igualdad de género si asumimos la lucha por la igualdad de clases. Solo desterrando el capitalismo será posible eliminar el patriarcado.
Condenar todas las formas de discriminación y violencia hacia la mujer, la exclusión, el tráfico y trata de mujeres y niñas, la explotación sexual, los feminicidios, así como exigir un mayor apoyo y protección de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Condenar el narcotráfico, el tráfico de personas y el terrorismo en todas sus formas.
Defender el acceso al agua como derecho humano y como derecho de los pueblos para desarrollar su actividad agrícola, fuente de riqueza y trabajo que asegura la soberanía alimentaria, así como defender el medio ambiente, la tierra y los territorios.
Apoyar las exigencias de los Estados insulares del Caribe a ser resarcidos por los daños de la esclavitud.
Demandar el fin incondicional, total y definitivo del criminal e incrementado bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de los EE.UU contra Cuba, que constituye el principal obstáculo al desarrollo económico y social del país, y una flagrante y masiva violación de los derechos humanos de las cubanas y cubanos. Como parte de su política de cerco a Cuba aplican la Ley Helms Burton y activan el título III, junto a otras medidas hostiles.
Exigir la devolución a Cuba del territorio que ocupa la Base Naval de Guantánamo. Apoyar el reclamo histórico de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur, Antártida Argentina y espacios marítimos circundantes. Cuestionar, además, el acuerdo entre el actual gobierno de Argentina y el Reino Unido, celebrado en septiembre de 2016 y conocido como «ForadoriDuncan».
Apoyar el derecho al retorno soberano de Bolivia al océano pacífico, en el marco de un nuevo tiempo donde el dialogo entre los pueblos chileno y boliviano construyan un acuerdo solidario, que permita a Bolivia el acceso a un mar para los pueblos que pueda dar mejores días a la población facilitando la explotación de los recursos marítimos, la exportación de productos orgánicos y el encuentro con las culturas de todo el mundo a través de un puerto soberano.
Defender, respetar y garantizar los derechos y la cultura de los pueblos originarios y afrodescendientes.
Demandar la descolonización del Caribe y el apoyo decidido a la Independencia de Puerto Rico.
Saludamos las multitudinarias manifestaciones del pueblo puertorriqueño contra la corrupción de la administración colonial y anexionista de Ricardo Rosselló, en defensa de la dignidad borinqueña.
Exigir la libertad inmediata de Lula, víctima de un abusivo, ilegal e indignante ejercicio del poder judicial contra él.
Rechazar la política del imperio estadounidense de calificar a Cuba, Nicaragua y Venezuela, como integrantes de un supuesto eje del mal.
Defender, como uno de los objetivos centrales del FSP, la construcción de la unidad antiimperialista y antineoliberal como la táctica y la estrategia de la victoria, en defensa de la soberanía, la independencia, la democracia, la autodeterminación y los derechos humanos en Nuestra América, con real protagonismo político de sus pueblos.
Todo el espectro político del FSP es objetivo priorizado de la estrategia desestabilizadora, orientada a derrotar a los gobiernos de izquierda, populares y progresistas, destruir a sus fuerzas políticas y sociales, y criminalizar y judicializar a sus líderes y liderezas, y a la protesta social.
La identidad del FSP – lo reafirmamos — tiene que seguir siendo anti-imperialista y anti-neoliberal, de apoyo militante a todos los gobiernos de izquierda, populares y progresistas que están bajo asedio, y de respaldo a las causas justas de los pueblos.
“El mejor modo de decir, es hacer”. Con base en esta máxima martiana, proponemos concentrar los esfuerzos del FSP en las siguientes direcciones principales en los próximos meses:
– Fortalecerlo como instancia de concertación de esfuerzos, cooperación y solidaridad mutua entre nuestros partidos y movimientos sociales. Para ello será fundamental apoyar, como nuevo momento mundial de intercambio, el Encuentro Antiimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo que tendrá lugar en La Habana, Cuba, entre el 1 y 3 de noviembre próximo, conforme acordó el Grupo de Trabajo en Managua. Asimismo, llamamos a transformar las secretarías regionales del FSP en instrumentos de coordinación y comunicación mucho más eficaces entre nuestros integrantes.
– Multiplicar las acciones de solidaridad mutua, con iniciativas que demuestren la fuerza de nuestras organizaciones y pueblos. En este terreno proponemos incrementar la solidaridad activa con los pueblos y gobiernos de izquierda que están bajo reforzado acecho de los Estados Unidos y la derecha continental. A la vez, llamamos a transformar la solidaridad con todos los dirigentes de izquierda hoy presos o perseguidos, en tema de principio. El caso de Lula muestra lo que podemos hacer en tal sentido.
– Transformar, como acordó el GT en Managua, las tareas de mejoramiento de la comunicación política y formación de nuestros cuadros y militantes en frentes priorizados de trabajo, mediante acciones coordinadas entre nuestras fuerzas. Retomar el estudio y actualización del Consenso de Nuestra América, que condensa los valores y pautas programáticas compartidas por este Foro, lo que será una ocasión oportuna para que las bases lo debatan y lo enriquezcan.
¡Hasta la victoria siempre!
De: Resumenrebel <resumenrebel@gmail.com> a través de listas.nodo50.org
responder a: resumen@nodo50.org
para: (...)
fecha: 29 jul. 2019 21:35
asunto: [Diariodeurgencia] 30 de JULIO de 2019: CONVOCATORIAS / VENEZUELA / PUERTO RICO / ARGENTINA / COLOMBIA / BRASIL / PARAGUAY / URUGUAY / MÉXICO / COSTA RICA / NACIÓN MAPUCHE / CHILE / BOLIVIA / EL SALVADOR / ASSANGE / GRAN BRETAÑA / PALESTINA / NIGERIA
lista de distribución: Boletín de Resumen Latinoamericano
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
5 de agosto 2019
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