jueves, 27 de enero de 2022

POR QUÉ QUO VADIS HONORABLE PE-CE

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26.      POR QUÉ QUO VADIS HONORABLE PE-CE

                             I

El Partido Comunista tiene una historia para­lela pero no similar a su manifiesto inaugural. Mientras el Manifiesto Comunista permanece como faro que guía el movimiento proletario in­ternacional, el Partido Comunista se debate entre la vida y la muerte. Y no en un país en particular sino en todos los países en general.

Atribuir esta situación al revisionismo, opor­tunismo. escisionismo es quedarse en la superfi­cie del fenómeno. Hay partidos comunistas cuyos militantes, cuadros, dirigentes siguen dando ejem­plo de heroica lucha enfrentando persecución, cárcel, tortura, destierro, muerte.

"Conoce a tu enemigo y conócete tú mismo; así podrás librar cien batallas sin correr ningún riesgo de derrota”, enseña Sun Zi en su Bing Fa, Arte de la Guerra (500 a.n.e.) Aunque es impor­tante el "conoce a tu enemigo” (adversario, rival, contendor, contradictor), ahora se debe poner el acento principalmente en el "conócete tú mismo”

Centrar el debate en el nombre mismo de Par­tido Comunista, aun siendo importante también es quedase en la superficie del fenómeno. Sólo cuan­do se instaura el nuevo Poder surge la cuestión, ya no del nombre sino de la existencia misma del par­tido proletario, lo que se relaciona con la arquitec­tura misma del nuevo tipo de Estado (pluripartidismo, biparlidismo, monopartidismo, apartidis­mo) Los tres primeros casos son historia conoci­da. El cuarto caso, el más importante, se planteó desde 1917 pero ahora ni se menciona.

La cuestión central es que el Partido Comu­nista surgió como partido insurreccional, cuyo objetivo es demoler hasta sus cimientos el Estado vigente. La tarea del capitalismo fue barrer la “ba­sura feudal” (derechos señoriales, privilegios lo­cales, monopolios municipales, monopolios gre­miales, códigos provinciales) La tarea del proleta­riado es barrer la "basura capitalista" (ejército permanente, policía política, burocracia estatal, clero oficial, magistratura servil) Así, el proleta­riado resuelve la cuestión del Poder en tres eta­pas: instauración del Poder (pueblo en armas, milicia civil, administración técnica, organización laica, magistratura poblana), gobierno del Poder (dirección de la producción, distribución de lo pro­ducido). extinción del Poder (de la clasiarquía a la anarquía, de la democracia a la acracia) El po­der proletario no es abolido, se extingue. Es el paso de la Humanidad del reino de la necesidad al rei­no de la libertad.

Entonces, desde sus orígenes, el Partido Co­munista está íntimamente ligado a la insurrección. Pero la insurrección está íntimamente ligada a la crisis en cada país. La revolución de 1848 fue ven­cida por la contrarevolución. El Partido Comu­nista desapareció de escena. En 1850 Marx y Engels señalaron que "hasta que no estallase una nueva crisis económica mundial, no había nada que esperar” Engels señaló en 1895 que "Esto nos valió ser proscritos y anatematizados como trai­dores a la revolución” Pero la experiencia históri­ca enseña que "mientras la clase dominante pue­da permanecer en el poder, así sea por elecciones fraudulentas, la insurrección no es viable” pero que "el 'derecho' de la clase dominante al culpe de Estado señala el derecho del pueblo trabajador a la insurrección"

En reemplazo del desaparecido Partido comunista. en 1869 surgió el Partido Socialdemócrata, que participó en elecciones generales enarbo­lando un programa de acción. programa que fue sometido a critica por Marx en 1895. Desde entonces el proletariado tiene dos programas íntimamente relacionados entre si: Programa Míni­mo. reivindicativo, que abre las puertas al Pro­grama Máximo, prospectivo.

 

El Programa Máximo puede resumirse del Capitulo II del Manifiesto Comunista: I. Nacio­nalización, 2. Expropiación, 3. Propiedad, 4. Cen­tralización, 5. Organización, 6. Cultura, 7. Planeación. El Programa Mínimo puede basarse en la Declaración Universal de los Derechos Humanos:

1.     Derecho al Trabajo Emancipado (Art. 23-1), De­recho a la Vida Digna (Art. 25-1), Derecho al Cam­bio Social (Art. 28) Este Programa Mínimo es el que enarbola el proletariado en la lucha social, en las elecciones generales, adecuado en su redac­ción a cada realidad concreta. Cada derecho tiene múltiple expresión.

 

Respecto a las elecciones, hay tres guías bási­cas. En 1880 Marx planteó convertir "el sufragio universal, de medio de engaño en instrumento de emancipación” En 1883 Engels planteó "El sufra­gio universal es el índice de la madurez de la clase obrera (1). No puede llegar ni llegará nunca a más en el Estado actual, pero esto es suficiente (2). El día que el termómetro del sufragio universal mar­que para los trabajadores el punto de ebullición, ellos sabrán, lo mismo que los capitalistas, qué deben hacer (3)" De hecho, este planteamiento es el primer silogismo de la lógica dialéctica, con su premisa mayor (1), premisa menor (2), conclu­sión (3), siendo el "pero esto es suficiente”, lo que le da el movimiento que diferencia la lógica dialé­ctica de la lógica formal. En 1907 Lenin planteó: "Sin renunciar a la aplicación de la consigna del boicot en los momentos de auge, cuando pueda surgir una seria necesidad de ella, debemos dedi­car ahora todas nuestras fuerzas a tratar de con­vertir, mediante una influencia directa e inmedia­ta. tal o cual ascenso del movimiento obrero en un movimiento revolucionario de ofensiva general y amplio, contra la reacción en su conjunto y con­tra sus pilares”

La Revolución de Octubre (1917) triunfó diri­gida por el Partido Socialdemócrata de Lenin (bol­chevique) Luego surgió la III Internacional que revivió el nombre de Partido Comunista. La ra­zón era la crisis mundial: “La lucha de clases en casi Lodos los países de Europa y América entra en la fase de la guerra civil" (21 Condiciones, 3.)

Poco tiempo después la situación cambió ha­cia la estabilización capitalista. Surgió enton­ces el Frente Único Proletario, pero ya el Partido Comunista perdía su ligazón con las masas ante la arremetida nacionalista fascista. No pudo enar­bolar ni su Programa Máximo ni su Programa Mínimo. Al final de la II Guerra Mundial, de los 14 partidos proletarios que llegaron al Poder, sólo 5 tenían el nombre de Partido Comunista. El nombre de Partido Comunista, pues, no podía ser nombre obligatorio para todo partido prole­tario.

En la actualidad ocurre que el Partido Comu­nista no debe ni puede actuar en la ilegalidad. Pero el logro de la legalidad es una victoria en aparien­cia y una derrota en los hechos (pírrica) Alcanza la legalidad al precio de archivar su Programa Máximo, su propia razón de ser. Y no sólo eso, su Programa Mínimo está desligado de su Progra­ma Máximo, y por eso en poco o nada se diferen­cia del programa apenas electoral, circunstancial, de los partidos “de izquierda" Así, tanto el Partido Comunista como el Frente Unido que auspicia quedan maniatados. Por eso enfrentan la crisis más grave de su historia

Ésta es la realidad actual. Se olvida esta dife­rencia esencial: desde sus inicios el izquierdismo es capitalista, burgués, liberal y el comunismo es socialista, proletario, marxista. De acuerdo al Ma­nifiesto Comunista, el izquierdismo sirve "única­mente, en el mejor de los casos, para reducirle a la burguesía los gastos que requiere su dominio y para simplificarle la administración de su Estado” Por eso la diferencia entre Plataforma Electoral izquier­dista y Programa Mínimo proletario.

No se trata, entonces, de reconstitución o de refundación del Partido Comunista. Se trata de la vigencia de su Programa Mínimo (para instau­rar un nuevo orden social) y de su Programa Máxi­mo (para construirlo y desarrollarlo hasta su ex­tinción) Se trata de que el movimiento proleta­rio internacional debe estar a la altura de la situación actual

                                                  II

Es evidente que “el capitalismo ha dejado de coincidir con el progreso” En cinco siglos ha transformado el mundo como jamás lo había logrado antes otro sistema social. Ahora está destruyendo la vida toda y el planeta mismo. Pero el presente siglo XXI, en lo geográfico es el siglo de la Cuenca del Pacífico (que ya tiene más de la mitad de la población y producción mundial); en lo económi­co es el siglo de las Regiones (y ya la Unión Euro­pea es muestra de ello); en lo político será el siglo del Socialismo (como nuevo sistema de produc­ción y distribución); en lo lingüístico será el siglo de un Idioma Neutral Internacional (“cada pueblo con su idioma y el Idioma Neutral Internacional para todos", pues la Humanidad no aceptará más un idioma nacional impuesto como internacional)

La primera década del nuevo siglo presenta ya evidentes cambios. La interesada contrastación Norte-Sur está siendo reemplazada por la eviden­te competición Oriente-Occidente. En cinco déca­das China ha superado cinco siglos de rezago in­ternacional respecto a Occidente (por el descubri­miento, colonización y saqueo de América) Ha superado el Producto Interno Bruto de Alemania, centro de la UE; y ha superado a EUA en la pro­ducción de automotores.

La presente crisis general del capitalismo ha vuelto a poner en primer plano la teoría de Marx acerca de la plusvalía. Ha reivindicado el gran aporte de Rosa Luxemburgo acerca de la acumu­lación del capital y ha revivido su gran conclusión: Socialismo o Barbarie

Pero el sistema se defiende como fiera herida. Impone su desregulación económica, (dominio del capital transnacional ante el capital marginal), su flexibilización laboral (el trabajador ha perdido todo lo ganado el siglo pasado en derechos y rei­vindicaciones) Cunde la desagrarización. desin­dustrialización. informalidad laboral.

En el trato a la oposición sigue a Roma con su "divide e impera” Ha atomizado la organización proletaria sindical, cooperativa, política; que sólo atina ahora a la protesta espontánea, esporádica cortoplacista y no a la lucha organizada, perseve­rante a largo plazo.

Pero, lo más grave, impone en el mundo bajo su dominio la criminalización de la protesta po­pular. Su anterior acción "contra el comunismo y el oro de Moscú" la reemplaza ahora por su per­versa lucha "contra el terrorismo y el oro del nar­cotráfico” Todo grupo opositor termina estigmati­zado como "terrorista"; y es criminalizado, perse­guido, destruido con total impunidad. No hay lu­cha social que resolver sino "terrorismo” (pie com­batir.

Entonces, ya la burguesía está preparada para la confrontación final. Pero, ¿está igualmente pre­parado el proletariado? ¿Tiene respuesta orgá­nica ante esta realidad?

Cuando entró en crisis el régimen soviético, circuló la expresión "socialismo realmente exis­tente”, que se difundió burlona y masivamente al desintegrarse la URSS. Pero esta expresión tiene dos partes y sólo circuló una. Lo “realmente exis­tente" es expresión coloquial de uso común en ruso. Para el caso, la expresión completa señala: “es el socialismo realmente existente que tenemos. Ustedes, ¿qué tienen para mostrar a cambio?"

En verdad, el movimiento proletario interna­cional ha criticado y critica el régimen soviético, pero no señala otra alternativa posible en su re­emplazo. ¿Qué ha aportado la inteligencia prole­taria internacional, por ejemplo la europea, res­pecto a la comprensión del socialismo, respecto a la organización adecuada a los tiempos actuales?

Ahora, sin el referente soviético el movimiento proletario internacional debe replantear nueva­mente su teoría y práctica del Marxismo, del So­cialismo. del Proletariado, del Estado, del Parti­do.

Si no se abre a tiempo debate al respecto, uno a uno los Partidos Comunistas irán desaparecien­do de escena, más por impotencia interna que por represión externa.


Ramón García R.

ragarro2002@gmail.com

 

 Del libro Socialismo Peruano Hoy, de la página 248 a la 255



 

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