jueves, 20 de enero de 2022

POR QUÉ ROMERÍA A MARIÁTEGUI

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24. POR QUÉ ROMERÍA

 

Ahora ya ni en la paz de los sepulcros creo

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Si un 14 de junio JCM nacía a la vida física, un 16 de abril nacía a la inmortalidad. Y no obs­tante haber sufrido "no una sino muchas muer­tes" hasta ahora vive, vive combatiente, vive ago­nista como él mismo se calificara.

Fallecido JCM, salieron todavía tres números de su histórica revista Amauta (30, 31, 32), que ahora son testimonio irrecusable de la polariza­ción extrema ante su pensamiento y obra. Por un lado, la ardorosa defensa; por otro lado, la procaz retractación, el desmonte ignominioso. Para de­cirlo sin rodeos, la "tradicional romería” se ins­cribe en esta segunda línea.

En Amauta-30 (abril mayo), escribe el joven Moisés Arroyo Posadas su artículo Mariátegui, Ideó­logo Proletario. Pasaron años, lustros, décadas y don Moisés, viejo roble de sabia ancianidad, pudo sentir sano orgullo al constatar que su premonitoria ne­crología se había cumplido al pie de la letra.

Inicia su artículo MAP recordando una adver­tencia de Lenin, que en vida a los grandes hombres se les combate ciegamente, y a su muerte se preten­de convertirlos en iconos inofensivos. Y señala que "todos los intelectuales pequeño-burgueses, que sir­ven a la feudalidad tanto como al capitalismo, llora­rán su muerte pero no realizarán su obra”, y que "Estamos seguros que los intelectualoides tomarán lo formal y lo contingente de la obra de Mariátegui, estamos convencidos que hoy que ya no existe se­rán los primeros en desviar su pensamiento"

¡Palabras proféticas! En el mismo número, Ri­cardo Martínez escribe en página editorial que JCM “Comienza a imprimir en España su libro sobre la historia política del Perú hasta hoy, que viene a ser la segunda parte de SIETE ENSAYOS" Han pasado años, lustros, décadas y ahora la pu­blicación de la Correspondencia de JCM demues­tra que esa aseveración era total y absolutamente falsa. No se había enfriado aún el cadáver de JCM, y ya los detractores perpetraban premeditado la­trocinio contra su obra.

Ahora se sabe que JCM no alcanzó a enviar ningún original al exterior. Y como señala el aviso de interior de contraportada del mismo número de Amauta, JCM había editado o preparaba la edición de siete libros: La Escena Contemporá­nea, 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, El Alma Matinal y Otras Estaciones del Hombre de Hoy, Defensa del Marxismo, Ideolo­gía y Política, La Novela y la Vida, Invitación a la Vida Heroica.

Esta obra felizmente está ya prácticamente rescatada. La COC de JCM, editada por la familia Mariátegul-Chiappe es la mejor evidencia de ello. Pero no todo pudo ser habido. En el mismo nú­mero de Amauta sale en el interior de portada el siguiente aviso: “FOTOGRABADOS DE AMAUTA: Ofrecemos en venta los clisés utilizados en Amau­ta desde el primer número. La colección de la re­vista puede servir de pauta para la selección y para los pedidos de provincias que deberán especifi­car el N. de Amauta en que han aparecido y la leyenda que llevan” Así, el desmonte ignominioso no respetó ni los clisés amorosamente conserva­dos por JCM ¡desde el primer número!

Amauta-32 fue el último número, pero no por­que la reacción clausurara la revista sino porque la cerraron premeditadamente los romeristas pri­migenios. El número está fechado agosto-septiem­bre, pero fue retrasado hasta publicar un evento de noviembre. Trae dos artículos que ahora son implacables testimonios de parte.

Ricardo Martínez publica su artículo Partido Comunista y Lucha de Clases. Si el 20 de mayo había “defendido” el nombre de Partido Socialis­ta, el 14 de septiembre señala que “Con este artí­culo el Partido Comunista rompe el hielo del si­lencio conspirador que se hacía en torno suyo"; y avanza algunas consideraciones “mientras nues­tro Partido edita su Manifiesto y su órgano oficial" Firmaba así la partida de defunción, el requiescat in pace de la obra de JCM. El Programa del PSP y la revista Amauta quedan exprofesamente abandonados. Y de ellos no volvieron a hablar los romeristas sino para detractarlos.

Señala luego que el Partido Comunista es “fiel a las enseñanzas de Marx y Lenin”, y que “como sección de la III Internacional, está sometido a la disciplina de todos los Partidos Comunistas, cuya central reside en Rusia" Así, abiertamente margi­na las enseñanzas de JCM, y provocadoramente señala el sometimiento a un criterio internacional rechazando el internacionalismo basado en el cri­terio de “solidaridad y de colaboración efectivas en las relaciones de las organizaciones proleta­rias", como lo proponía JCM.

Pero eso no es todo. El artículo El Plenum con­vocado por la CGTP alaba el planteamiento de Eudocio Ravines, el "derecho de los indios no sólo a la reconquista de sus tierras sino también a disponer de sí mismos organizando sus respecti­vas repúblicas aymaras y keshwas”, tirando por la borda el planteamiento de JCM de luchar por un "Perú integral que en nosotros principia a con­cretarse y definirse”

Pero esto tampoco es todo. Finalizadas las se­siones "los asistentes al Plenum organizaron una romería a la tumba de Mariátegui, manifestando así una vez más la voluntad del proletariado de reivindicar para sí la memoria del camarada au­sente” Clausuró el Plenum Eudocio Ravines, "sien­do recibida su salutación con frenético entusias­mo” Era ya 5 de noviembre de 1930.

Así se inició el desmonte ignominioso. Han pasado años, lustros, décadas y hoy los actuales romeristas son hasta los mismos romeristas de ayer. No han cambiado ni de fraseario siquiera. En cada romería hay Ravines y Martínez al esco­ger. Están en su ambiente, el sepulcro. Están en su obra, la fabricación de iconos inofensivos. Mi­ren a ése, es Martínez redivivo; ya con sus acha­ques pero Martínez de cuerpo entero. ¿Y ese otro? Es Ravines de carne y hueso. Si no lo creen, ma­ñana mismo lo verán de regreso y al revés.

Pero al margen de ellos, los extra-romeristas y hasta anti-romeristas hacen también su obra. Moisés Arroyo escribe su contundente Defensa de Mariátegui, contra la torpe acusación de "popu­lista” que le endilgaban antes de ser calificado no menos torpemente de “soreliano” Guillermo Rouillon recopila perseverantemente la obra escrita, y ahí queda su monumental Bio-Bibliograjía de Mariátegui. Alberto Tauro codifica la célebre re­vista, y ahí queda Amciuta y su Injluencia. Gena­ro Carnero escribe Mariátegui, la Acción Escrita, de permanente actualidad. Ricardo Luna Vegas acuñó una voz de orden milimétricamente redac­tada: PREPARAR EL CENTENARIO [Cambio-51) Autor de seis libros acerca de JCM: su obra Ma­riátegui, Ensayo Biográfico, es una biografía "con­cisa y cabal” que tiene en esta consigna su mejor compendio, y que se cumplió con gran trascen­dencia.

Dejemos entonces que los muertos entierren a sus muertos, año tras año y cada año hasta el fin en su "tradicional romería” Para los que siguen por el Camino de Mariátegui, ¡Reivindicar el So­cialismo Peruano! es un imperativo categórico para cumplir sin dudas ni murmuraciones.



Ramón García R.

ragarro2002@gmail.com

 

 Del libro Socialismo Peruano Hoy, de la página 220 a la 224


 

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