martes, 18 de enero de 2022

POR QUÉ REUNIÓN DE BARRANCO

                                                                         -0-

 23.    POR QUÉ REUNIÓN DE BARRANCO

La Reunión de Barranco es un hito histórico excepcional en la lucha por la creación del Socia­lismo Peruano. Es el más importante evento polí­tico habido en el Perú hasta el presente. Sin em­bargo, no obstante que su importancia se acre­cienta de día en día, hasta ahora no es tratado en absoluto o apenas es mencionado tangencialmen­te. Pero, a poco que se le estudie se puede apre­ciar la inmensa lección que encierra. A quien la capte le cambiará por entero la imagen que tiene de la organización del proletariado peruano. Bien vale entonces iniciar su estudio aunque sea con una reseña de sus antecedentes, realización y con­secuentes, vigentes hasta el presente.

ANTECEDENTES

Tras el ensayo del 16 de septiembre de 1928. en la playa de la Herradura, a la altura del hasta ahora Salto del Fraile, el domingo 7 de octubre de 1928 se reunieron en Barranco, balneario del sur de Lima, nueve participantes, José Carlos Mariátegui, Ricardo Martínez de la Torre, Julio Portocarrero, Avelino Navarro, César Hinojosa, Fer­nando Borjas, Bernardo Regman, Luciano Casti­llo y Fernando Chávez León.

¿Quiénes eran los participantes? ¿Qué apor­taba cada cual a la causa? De primera impresión, sorprende que sólo tres de ellos figuren con sus escritos en Amanta, mientras que notorias per­sonalidades de la histórica revista no figuran en la reunión. Es que, por un lado, Amauta cumplió bien su papel de criba de la vanguardia; y, por otro lado, en la Reunión se ligaba teoría y praxis, la lucha por la interpretación y la lucha por la transformación de la realidad peruana. Y la im­presión es mayor cuando se constata que hasta estaba presente el internacionalismo proletario.

1.                    - Cuatro obreros

Julio Portocarrero (textil), Avelino Navarro (fe­rroviario), César Hinojosa (gráfico). Fernando Bor- jas (mosaista), formados en la prédica anarco-sin- diealista, templados en las beligerantes luchas por las 8 horas (1918) y por el abaratamiento de las subsistencias (1919), eran conocidos dirigentes de organizaciones tales como la Federación Tex­til, Federación de Obreros Ferroviarios. Federación Gráfica, Mosaístas Unidos, que con otras organi­zaciones como la Federación de Motoristas y Con- düctores, Federación de Choferes, Federación de Fideeros y Molineros, Federación Panaderos “Es- (rella del Perú", Federación de Yanacones, Socie­dad Unión Estibadores, Federación de Tripulan­tes y Cabotajes, y otras menores, formaban la Fe­deración Obrera Local, de la que José Carlos Ma- riátegui sacó muchos activistas ganándolos para el socialismo.

Julio Portocarrero.- De la Federación Textil de Vitarte, se había relacionado con José Carlos Mariátegui cuando La Razón apoyó al movimien­to obrero de 1919, y cuando las célebres confe­rencias sobre la Crisis Mundial, que dictó José Carlos Mariátegui en 1923-1924. Frecuentaba su domicilio, primero en Shell y luego en Washing­ton. Al salir de prisión después del “complot co­munista", fue comisionado junto con Armando Bazán para asistir al W Congreso de la Profintern (Moscú, abril de 1928). Regresó en agosto, vía París - Nueva York - Panamá - Callao, con importantes informes y relaciones.

Avelino Navarro.- De la Federación de Obre­ros del Ferrocarril Central, con la ruta Callao - Lima - Vitarte - Chosica - La Oroya - Huancayo relacionaba un sector importante del movimiento obrero-campesino del centro del país: y empal­mando con los portuarios chalacos aseguraba las relaciones internacionales por vía marítima. Visi­tante asiduo de la casa de José Carlos Mariátegui colaboraba con el transporte de Amauta. Cayó preso también en la represión de junio de 1927. En su domicilio se realizó la histórica Reunión.

César Hinojosa.- Antiguo dirigente de la Fede­ración Gráfica, con sede en el Malecón Rímac, se relacionó tempranamente con José Carlos Mariá­tegui en La Prensa, y luego en Nuestra Época y La Razón. Cayó en junio de 1927 en la reunión de la Editorial Obrera Claridad, que se realizaba en el local de la Federación Gráfica.

Fernando Borjas.- Por su oficio de mosaista (mosaicos, baldosines, mayólicas), no sujeto a horario fabril, tenía más libertad de desplazamien­to y relaciones. El 31 de diciembre de 1918, junto con Nicolás Gutarra, había caído detenido como miembro del Comité de Huelga en Apoyo a los Trabajadores de la Campiña de Huacho. Asisten­te a la Universidad Popular González Prada, vi­sitaba la casa de José Carlos Mariátegui. El 30 de enero de 1927 había actuado con Julio Portoca- rrero en una escenificación obrera, durante la Fies­ta de la Planta, en Vitarte. En su hoja de militan­te también figura su prisión en junio de 1927.

2.                    - Un vendedor ambulante

Bernardo Regman.- De origen judío rumano, emigrado por la Guerra Mundial, extrañamente figura en la Reunión de Barranco, pues aparente­mente no hay datos de su relación con José Car­los Mariátegui ni con el socialismo peruano. De él se sabe por una carta de Antonio Caballero Ca- barcas, de la Federación Obrera de Bolívar, Co­lombia, a José Carlos Mariátegui, del 23 de no­viembre de 1929, donde señala: “El camarada Bernardo Regman vino ayer a Calamar -población situada a orillas d^l Magdalena y unida a esta ciu­dad por ferrocarril- a conferenciar conmigo. Ha­blamos largamente sobre vuestra personalidad de escritor vanguardista. Me recomendó deciros que os envía un cordial abrazo” Caballero probable­mente conoció a José Carlos Mariátegui cuando pasó por Lima para asistir a las conferencias de Montevideo y Buenos Aires. (Calamar. no por el molusco cefalópodo marino sino por la etnia Ca­lamar!, que habitaba esa zona)

El ser vendedor ambulante le permitía a Reg­man desplazamientos por toda la ciudad e inclu­so al interior del país. Y el ser miembro de la colo­nia judía, muy activa en el movimiento social, le permitía mejores relaciones con el internaciona­lismo proletario. José Carlos Mariátegui cultivó sólidas relaciones con la colonia judía. La casa que habitaba, del Jr. Washington, pertenecía a la familia judía Bauer. Sus amigos José Iván Lerner, Miguel Adler, Noemí Müllstein, frecuentaban su domicilio, y traducían del ruso, alemán, rumano, para Amauta. Jacobo Hurwitz figura entre los fir­mantes de la carta de José Carlos Mariátegui so­bre el asunto Claridad (15 de enero de 1924); fue orador en la última conferencia de José Carlos Mariátegui (26 de enero de 1924), en el local de la Federación de Motoristas y Conductores; depor­tado a México, constituye con Nicolás Terreros y Esteban Pavletich la célula del Apra, en 1926; pero se separa de ella en julio de 1928 escribiendo “Por qué no estoy con el Apra", para afiliarse al Partido Socialista.

Es decir la presencia de Bernardo Regman in­dica la presencia del internacionalismo proletario en la histórica Reunión.           »

3.     - Dos universitarios

Entre los asistentes figuran también Luciano Castillo y Federico Chávez León. Ellos, con Án­gel Teodomiro Sánchez, figuran ya en Amauta-3 (noviembre de 1926) como firmantes por la Uni­versidad de Trujillo, de la Plataforma sostenida por la juventud revolucionaria del Perú en la orga­nización de la Federación de Estudiantes del Perú. Luciano Castillo pronunció un discurso en la Fies­ta de la Planta, el 30 de enero de 1927 en Vitarte. Y colaboraba con Amauta con artículos diversos.

4.     - Un agente de seguros

Ricardo Martínez.- Conoció a José Carlos Mariátegui en La Prensa. Empleado de la Compa­ñía de Seguros La Popular, ligada financieramen­te al grupo Prado, llegó a ser gerente de Amauta. y su director interino por enfermedad de José Carlos Mariátegui (abril de ¡928). Escribía fre­cuentemente en la revista.

5.                    - Un marxista convicto y confeso

José Carlos Mariátegui había señalado en 1923 que ‘‘con la revolución rusa ha comenzado la revolución social” Efectivamente, el estremeci­miento fue total en el mundo entero. Con este in­flujo, y nauseado de política criolla, se orientó re­sueltamente hacia el socialismo en 1918.

José Carlos Mariátegui nacía cuando Manuel González Prada publicaba Páginas Libres (1894) y Manuel González Prada fallecía cuando José Carlos Mariátegui publicaba Nuestra Época (1918). En verdad, eran una nueva época y una nueva generación las que se iniciaban con la Re­volución de Octubre. La época del socialismo en el mundo, y la primera generación socialista, mar­xista en el Perú.

En Amaula-16 (agosto de 1928), José Carlos Mariátegui república su artículo Manuel Gonzá­lez Prada. Con ello en verdad hacía el balance de una década trascendental dejada atrás. Todo el artículo es de excepcional valor, pero su clave está precisamente en este párrafo: "Negar peruanismo a su personalidad no es sino un modo de negar validez en el Perú a su protesta. Es un recurso simulado para descalificar y desvalorizar su re­beldía. La misma tacha de exotismo sirve hoy para combatir el pensamiento de vanguardia”

Esa década contrastó capitalismo y socialis­mo en el Perú de manera singular. No entre pen­samiento liberal y pensamiento socialista, sino di­rectamente entre dos socialismos, socialismo bur­gués y socialismo proletario. En el entierro de Manuel González Prada se enfrentaron ya cara a cara estas dos concepciones en las posiciones de Haya y Mariátegui. Una caduca, oirá renovadora. Haya desarrollaría en esa década la Federación de Estudiantes del Perú, las Universidades Po­pulares González Prada, Claridad y el Apra. Mariátegui, sus célebres Conferencias, Amauta y el Partido Socialista. Es decir, Haya desarrollaría su con­cepción de la Revolución Libertadora; Mariátegui su concepción de la Revolución Socialista.

 

 

Ramón García R.

ragarro2002@gmail.com

 

 Del libro Socialismo Peruano Hoy, de la página 196 a la 212


No hay comentarios:

Publicar un comentario