En la cumbre del G20 en China, el 4 y 5 de septiembre, los líderes mundiales hablarán de la salud de la economía mundial. Analizarán si el crecimiento será mayor o menor en 2017, si aumentarán los tipos de interés en EEUU, si China crecerá un punto más o menos. ¿Serán conscientes de la declinación irreversible del sistema mundial que representan?
©
Foto: Pixabay
El hecho fundamental es la declinación definitiva de la hegemonía de los Estados Unido, afirmación confirmada por los datos empíricos. El medidor clave para analizar el futuro de una economía es el crecimiento de la productividad, y en Estados Unidos, donde todo sucede primero, la caída de la productividad es la más grave de los últimos 30 años: en 2015 solo creció un 0,3%, y este año solo aumentaría 0,2%. Desde la posguerra hasta los años 70, la productividad creció a un ritmo del 3% anual, entre los 70 y los 90, cayó a la mitad, y ahora se licuó.
Para el especialista argentino Jorge Castro, la
razón del "virtual derrumbe de la eficacia productiva norteamericana"
es la caída estructural de su capacidad innovadora: menos empresas
nuevas, reducción de la fuerza de trabajo y crecimiento de la pobreza,
que alcanza al 15% de la población, lo cual dificulta la asimilación de
los inventos y el progreso educativo, según escribe en su columna
dominical del diario Clarín de Buenos Aires.
El
otro aspecto es la reducción cada vez mayor de la clase trabajadora
industrial estadounidense, la base de la generación de la riqueza. Esta
caída es producto no solo de las innovaciones tecnológicas y la
destrucción de puestos de trabajo, sino del aumento de la mortalidad,
debido al suicidio, las drogas y el alcohol: mientras que la mortalidad
en general cayó un 2% en los últimos 20 años del siglo pasado, la de la
clase trabajadora industrial blanca de entre 45 y 54 años, aumentó el
0,5% anual.
La fuerza industrial cayó de 17 millones a 11 millones de trabajadores en los últimos 15 años, lo que explicaría el éxito de Donald Trump
en los sectores más maltratados de la clase trabajadora blanca, pues
propone una economía más proteccionista, contra los inmigrantes y los
tratados de libre comercio. Un fenómeno similar al triunfo del Brexit, gracias al voto de los trabajadores ingleses más afectados por la crisis.Audio: "Necesitamos una segunda independencia de los poderes imperiales, hoy representados en el capitalismo financiero"
El desplazamiento de la fuerza de trabajo por la técnica y los robots no solo afecta a la clase obrera industrial: ahora el avance de la computación y la tecnología de la información va por la clase media y los sectores de servicios. Según el investigador Randall Collins, la tecnología de la información ha iniciado la segunda gran era de contracción de la fuerza de trabajo, pero, mientras que llevó dos siglos desplazar a la clase obrera, la sustitución de la clase media por la tecnología lleva dos décadas y avanza a pasos agigantados. Cuando las computadoras reemplacen a los vendedores en los supermercados, a los empleados bancarios y hasta a los gerentes, los estados se verán obligados a aumentar el empleo público y los subsidios al desempleo, haciendo sucumbir los presupuestos estatales. Este proceso, llevado a su extremo —Collins habla de tasas del 50 al 70% de desocupación en 2050—, es lo que llevaría a la crisis terminal del capitalismo.
Lea también: ¿Un futuro de robots y desempleo?
La otra cara del mismo fenómeno es el enorme
salto de la desigualdad social. En Estados Unidos, los ingresos del 1%
más alto aumentaron el 3,4% anual desde 1973, mientras que, para el
resto, crecieron 10 veces menos. Según datos de la Universidad de
Harvard, la concentración de la riqueza ha reducido un 20% el
crecimiento de EEUU en las últimas cuatro décadas.
uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu</div>es en infraestructura y construcción, en la actualidad muchos caminos, trenes, vías y edificaciones se encuentran sin uso. Los desequilibrios de la China —que representa el 17% de la economía mundial— enviarán marejadas de inestabilidad a todo el mundo, especialmente a nuestros países, que viven de vender materias primas al gigante asiático.
©
AP Photo/ Ng Han Guan
En la cumbre del G20, ¿se harán estas preguntas los líderes de las grandes potencias capitalistas, Barack Obama, Angela Merkel, Francois Hollande y Theresa May?
Fuente: Sputnik
No hay comentarios:
Publicar un comentario