viernes, 1 de octubre de 2021

Construcción de Perú Integral EL PAN DE CADA DÍA

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Construcción de Perú Integral

 

EL PAN DE CADA DÍA

 

  Cuando comienza el pan casero a ser el pan industrializado, masivo, comienza también la vía crucis del consumidor con respecto al alza de los precios del pan cotidiano. Es el pan de las grandes urbes que crecen como crece la explotación industrial y comercial y sus masivos consumidores, los mismos productores o trabajadores.

  En el Perú hemos vivido muchas escenas de alza como el temporal equilibrio en el precio del pan, que va de la mano con la depreciación de la moneda nacional a causa del alza del dólar, la moneda dominante del capital dominante.

  Partiendo concretamente del punto de vista de que “la economía nacional no es sino economía colonial, dependiente del capital transnacional”, nos pone en el poder de acercarnos a este problema, que hoy, una vez más, sacude los bolcillos ya famélicos del consumidor peruano.

  Detalles difundidos por los medios de comunicación avisan que el pan de 40 gramos, ahora, con el alza del precio del trigo importado en dólares, no solo se ha reducido en un número menos por un sol, sino se le está ofreciendo con solo 20 gramos de peso. Este mal no es de ahora, es de siempre. Ya el Amauta José Carlos Mariátegui denunciaba en su artículo “Economía colonial”, señalando que: “el capítulo más alto de nuestras importaciones es el de víveres y especies”, y seguido señala: “Un interés urgente y claro de la economía peruana exige desde hace mucho tiempo que el país produzca el trigo necesario para el pan de su población”; y le da una salida: “Uno solo de los llanos interandinos -que algunos kilómetros de ferrocarril y de caminos abrirían al tráfico- puede abastecer superabundamente de trigo, cebada, etc., a toda la población”08.01.1926 (COC-T-11, pág.129). En aquel entonces el Perú no pasaba de los 4 millones de habitantes. Hoy, está por encima de los 32 millones.

  La República que cancelara en el Perú con la independencia al viejo colonialismo feudad de España no canceló en el hecho económico, la situación de colonial de la economía nacional, que comenzó a depender del capital extranjero hasta nuestros días. Hoy, se sigue por esa misma ruta de economía colonial que señalara en su momento el Amauta JCM. Aún más. Se ha, hasta cuadruplicado. Su importación como comercialización en el mercado nacional están en manos privadas de esa burguesía compradora o intermediaria, que su parasitismo le obliga para seguir medrando, que, cuando el dólar dominante sube en su cotización superficial, todas las cosas de pan llevar suben de precio como baja más al fondo la depreciación de la moneda nacional. Es este un mal de siempre y las razones concretas del por qué están claramente señaladas por el Amauta JCM, más actual que nunca.

  El Perú siendo un país eminentemente agrícola desde sus orígenes, con el “pecado de la conquista” se inicia su DESAGRARIZACIÓN poniendo en su lugar el absurdo apelativo de “Perú, país minero” que solo sirve como un hecho flagrante de la DESINDUSTRIALIZACIÓN del país, que hasta hoy aguarda su solución en la reivindicación del TRABAJO, hoy un mendigo sentado en un banco de oro.

  Después de la pandemia, se siente con fuerza la hora de la pandemia bursátil. Más de un 70 % de desempleados bajo la horca de la informalidad. Un derroche de fuerzas productivas jamás visto hundidos en la miseria. Se silencia este hecho. Limitadamente circula que se han creado 230,000 ollas comunes para alimentar a más de 250,000 familias, y esto solo es lo que se apunta. He visto frente al Congreso abrirse un lugar donde decenas de mujeres y varones entre adultos, jóvenes, niños, hacer largas colas por un plato de comida; y a lo largo de las cuadras, sentados en las veredas comen de los platos descartables.

  Se difundió una noticia por las televisoras con la alusión del buen samaritano de una empresa privada que regalaba más de tres toneladas de alimentos -como ellos se refieren- a los desempleados o poblaciones vulnerables para sus ollas comunes, por razón de que esas mercaderías estaban próximo a su fecha de vencimiento, y que en lugar de votarlos a la basura, como siempre lo hacen todos los años, preferían regalárselo antes de que venza, a esas “poblaciones vulnerables”, es decir, al pueblo trabajador, productor.

  Como podemos apreciar, es la miseria masiva de los trabajadores por superproducción. Tanto ha producido el productor o trabajador, que no puede consumir y que solo tiene a la mano el “recurseo” como la prolongación de una muerte anunciada. Algo insólito, que solo tiene una explicación: crisis terminal del capitalismo como barbarie.

  Por eso, ¿se necesita más razones convincentes para darse en cuerpo y alma a la PREPARACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN PARA EL CAMBIO SOCIAL?

 

Héctor Félix Damián

29.09.21

 

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

 

1 de octubre 2021

 

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