Cuestión agraria, reforma agraria REFORMA AGRARIA EN Y PARA EL SIGLO XXI

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Cuestión agraria, reforma agraria

 

REFORMA AGRARIA EN Y PARA EL SIGLO XXI

 

Michel Azcueta*

 

Cómo pasa el tiempo…!! Hace 52 años, en agosto de 1069, pocas semanas después de que el Presidente Velasco firmara la Ley de Reforma Agraria, estuve presente en la entrega a los campesinos y obreros de la propiedad de la Hacienda Laredo, en La Libertad, una de las más famosas y productivas del país. Un acto histórico para muchos, con lágrimas, abrazos y esperanza en un ambiente de verdadera fiesta popular… algo nuevo ocurría en el país. Me pregunto si se sintió lo mismo en el Cusco en el momento de la firma por el Presidente Castillo de la ley de la ya llamada “segunda Reforma Agraria”.

Son muy pocos los que dudan de la necesidad de una Ley para dinamizar la agricultura, introduciendo las reformas absolutamente necesarias para elevar no solo la producción agrícola y alimenticia sino, de forma urgente y especial, elevar el nivel de vida de campesinos y agricultores en las diferentes zonas del país. Junto con los cinco o más puntos señalados por el Presidente Castillo, creo que es importante colocar la Reforma Agraria en el contexto nacional e internacional del Siglo XXI, reconociendo los cambios, unos buenos y otros malos pero todos ellos existentes y presentes en la realidad nacional. Voy a señalar algunos que, en mi opinión, hay que considerar para no fracasar en el intento.

En primer lugar, los cambios en la propia población, objeto de la nueva Reforma Agraria. El Perú, como toda América Latina, se ha urbanizado a gran velocidad, creciendo las ciudades en detrimento de las zonas rurales, por lo que ha disminuido el número de familias campesinas y, de manera especial, el número de jóvenes que desean permanecer en sus pueblos y caseríos, manteniéndose un índice de pobreza extrema permanente que, como todos reconocen, necesitan ayudas y asistencia más allá de las mejoras que se van a introducir en el trabajo y la producción agrícolas. La conectividad territorial y tecnológica debe considerarse como prioridad.

En segundo lugar, cambios en los ejes productivos de la costa, de la sierra y de la Amazonía, acompañados de cambios en el tipo de inversión y en la utilización de las tecnologías hablando siempre de la agricultura, aparte de los productos tradicionales como la papa, el café, el maíz, la palta, el mango, el plátano orgánico, etc. ahora también pesan los espárragos, las alcachofas, el orégano, la uva, la páprika y otros destinados, principalmente, a la exportación y no al consumo nacional.

¿Cómo se va a tratar este cambio en la Reforma Agraria?

Un tercer cambio muy importante a considerar es la actual asociatividad entre campesinos y agricultores. La debilidad institucional, que es un mal nacional, está presente en el campo, en las comunidades campesinas, en las cooperativas agrícolas y demás organizaciones totalmente debilitadas. Y sin institucionalidad democrática y representativa es muy difícil lograr objetivos de mediano y largo plazo, por lo que dudo que el anunciado “gabinete especial” anunciado por el Presidente pueda llegar a funcionar, más allá de reuniones para la foto o burocráticas sin fin alguno. Mejor es que siga como responsable el Ministerio de Agricultura con amplios poderes para cumplir su nueva misión y contribuir al fortalecimiento de cada una de las organizaciones propias de campesinos y agricultores.

Son algunos puntos, entre otros, para profundizar. Lo concreto, lo obligatorio es avanzar en una Reforma Agraria en y para el Perú del Siglo XXI. No nos equivoquemos otra vez.

 

*ex Alcalde de Villa El Salvador

De: michel azcueta <colectivociudadano@hotmail.com>

Date: mar, 5 oct 2021 a las 10:40

To: Colectivo Perú Integral <cperuintegral@gmail.com>

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SALUDOS.

MICHEL AZCUETA.

 

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 8 de octubre 2021