Enrique
Muñoz Gamarra (especial para ARGENPRESS.info)
Ciertamente, el 03 de septiembre
de 2013, quedó grabado para siempre en los anales de la historia universal como
un día histórico. Ese día el grupo de poder mundial de Washington comprendió
que ya no era más el gendarme internacional de años atrás, pues, sencillamente,
se sintió abatido, en ese momento, para reaccionar al derribo de sus dos
misiles balísticos disparados contra Damasco desde su base militar de Rotta
(España) por la defensa antiaérea rusa instalada en esa región.
Hay que acentuar como es debido
este hecho y observarla como parte de la derrota militar estadounidense en
Siria, graficada, sobre todo, en que los nuevos parámetros de la guerra aérea
ya no son los mismos que los que había en la crisis de Kosovo en 1999. Veamos
lo que dice la prensa internacional a este respecto: “De los 3.000 metros de
altitud en aquella época, el nivel de seguridad ha pasado a los 10.000 metros
en Siria, o incluso a los 14.000 o 15.000, según las configuraciones” (1).
Esto, incluso fue aceptado por el
ex ministro de asuntos militares de Israel sionista, Ehud Barak, cuando dijo
que la situación en Siria había debilitado a Estados Unidos a nivel mundial.
"Los acontecimientos de las recientes semanas en Siria han debilitado a
Estados Unidos en todo el mundo", manifestó Barak en una entrevista
concedida a la cadena televisiva Bloomberg” (2).
Por eso es muy importante este
hecho (interceptación y destrucción, de los dos misiles balísticos disparados
desde Rotta, por las defensas antiaéreas de Rusia y Siria) que ha llevado al
cierre de una fase, la primera, de la coyuntura histórica que se vive desde
2008 y en el que los elementos esenciales, fueron y continúan siendo, la gran
Depresión económica, la bancarrota de la economía estadounidense, el ascenso
económico de China y una reacción político-militar muy fuerte de Rusia y China
desde finales de 2011.
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