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A IMPORTANCIA DE LA JUVENTUD REBELDE Y CONSCIENTE EN LA LUCHA DE UNIDAD POPULAR, RUMBO A LA JORNADA NACIONAL DEL 19 DE JULIO.
Escribe: Erick Braga.
El
Perú atraviesa en estos momentos por una profunda y grave crisis
política-social, económica y cultural, estamos a merced de un régimen de
gobierno totalmente anti democrático e ilegitimo, nacida no del voto
popular y las urnas electorales, sino de un golpe de estado
parlamentario, violando sus normas constitucionales y el reglamento
del congreso de la república, gestándose desde un principio todo un
cerco de aniquilamiento y complot político contra el gobierno del
presidente Pedro Castillo, legitimante elegido en la contienda electoral
del 2021.
No
obstante los errores y las supuestas limitaciones de Pedro Castillo
como gobernante del Perú, nadie puede negar que este golpe parlamentario
estuvo signado y dirigido desde sus inicios por el racismo
político-económico de los grupos de poder y las fuerzas oligarcas que
han gobernado el País durante más de 200 años y que hoy al ver
amenazados sus intereses económicos por un gobierno popular de
orientación de izquierda, hicieron hasta lo imposible para lograr su
caída, sin embargo en ese intento desesperado por el poder cometieron
crasos errores, ante el cual no hay forma legal y constitucional que
pueda evitar la liberación y restitución del presidente Pedro Castillo.
Es
estos momentos de lucha por la liberación nacional y de unidad popular
contra las fuerzas políticas oligarcas de derecha y de todas aquellas
mafias económicas-políticas que gobiernan el País en una santa alianza
de saqueo, corrupción y deterioro total de la sociedad, se hace
necesario que la juventud rebelde y consciente se ponga al lado de las
luchas del pueblo y los trabajadores, para contribuir en los
preparativos de la jornada nacional de lucha del 19 de julio, con su
vitalidad y su espíritu de lucha a los procesos de cambio y
transformación social que el Perú reclama en este instante.
Estamos
ante el gobierno del tercer periodo del narco-fujimontesinismo, el
estado y sus instituciones han sido tomados por asalto, por bandas
delincuenciales políticas afines a esta dictadura cívico militar
fascista. Necesitamos hoy más que nunca que la juventud universitaria,
los institutitos, colegios, barrios, asentamientos humanos, sindicatos,
campesinos, artistas, movimiento indígena y todas las juventudes de las
organizaciones políticas, asuman el compromiso y el rol histórico de
defender la patria, la vida y la democracia del País tal y como lo
hicimos en la década del 90 contra la dictadura.
Necesitamos
volver hacia la práctica constante con la que muchos compañeros de
izquierda en ese entonces, no solamente solíamos publicar artículos,
análisis, reflexiones y otros escritos de gran contenido
político¬-social¬-comunicacional a nivel de redes y grupos diversos que
conjugaban la teoría y la praxis política de cara a la realidad y la
crisis política que vivía el País, sino que a su vez tratamos de
desarrollar ciertos niveles de organización y tejido social de
resistencia, lucha y combatividad, en medio de toda la represión y la
persecución que se daba ese momento de la historia.
Desde
las aulas universitarias y aún más allá o fuera de estas, se percibía
una juventud consciente y rebelde en su lucha por la patria, la vida y
la democracia; coordinando acciones concretas de movilización social,
eventos artísticos y una serie de manifestaciones políticas, sociales y
culturales, que considero, lograron marcar el despertar y el derrotero
de una nueva generación de vanguardia, llamada a irrumpir frente a la
puerta de la historia y a convertirse en una de las columnas más
importantes de la lucha político-social en contra de la tiranía de un
gobierno nefasto y genocida.
Escenario
político-social contemporáneo de lucha contra el Neoliberalismo, que
nació con la dictadura de Alberto Fujimori y su apócrifa constitución de
1993, generando desde sus inicios (1990) hasta ahora, el devenir de
gobiernos Neoliberales (1990 – 2023), de parches, crisis y reformas con
una profunda deformación de la sociedad peruana, vista en sus
instituciones y estructuras sociales, derivando en una obscura y
prolongada crisis económica de un País capitalista,
periférico-dependiente, primario exportador con insondables brechas
sociales que en lo que va de más de 30 años de modelo económico, no han
logrado resolverse hasta ahora, por el contrario éstas se han
profundizado cada vez más, dando lugar a una situación de crisis
generalizada: Moral, política, social y cultural de nuestro País.
Este
tipo de análisis eran parte de la discusión política que señalaban
nuestros puntos de vista sobre la coyuntura política de ese entonces,
estableciéndose fraternalmente una especie de corriente de opinión a
nivel nacional e internacional aún sin conocernos directamente. Desde el
sur, el centro, el norte y el oriente del País se levantaban voces y
liderazgos juveniles, que, al momento de los encuentros en eventos
importantes sobre derechos humanos, situación política nacional e
internacional, crisis del modelo Neoliberal, sumado a importantes
jornadas de lucha y conversatorios, principalmente en la ciudad de Lma y
en otras ciudades, estos tomaban un carácter totalmente aleccionador.
Pues
era super reconfortante y una experiencia única poder intercambiar
ideas y pensamientos libertarios diversos con compañeros jóvenes de
diferentes partes del Perú. En aquel entonces muchos de nosotros éramos
dirigentes estudiantiles, desde la representatividad de nuestras
organizaciones políticas estudiantiles, hasta los órganos de gobierno,
los centros federados y las federaciones universitarias, espacios de los
que fui parte, durante mi formación profesional en la facultad de
Ingeniería en ciencias forestales de la Universidad Nacional de la
Amazonía Peruana.
Como
resultado de una práctica política de redes, espacios y acciones de
lucha a nivel nacional, en medio de la ebullición social de luchas
incesantes en las calles, barrios y aulas universitarias, iba
fecundándose poco a poco movimientos políticos-sociales-espontáneos de
gran arraigo y espíritu juvenil, con la solvencia moral-política de
importantes luchadores sociales y militantes de izquierda, comprometidos
con el devenir de una sociedad mejor, con la salvedad de contar siempre
con ciertos niveles de seguridad en los niveles de comunicación, para
evitar infiltraciones o malos entendidos, manteniendo una formación y un
discurso claro de referencias y paradigmas históricos totalmente
relevantes a los procesos de cambio y transformación social, pues
nuestra lucha era en defensa del País, contra una banda de delincuentes y
corruptos que habían convertido al Perú en su botín de guerra, estafa y
saqueo.
Hoy,
en los tiempos de comunicación satelital de telefonía e internet a
partir de una serie de aplicativos, que hace que la información y las
imágenes sean cada vez más interactivas y veloces, es necesario que los
procesos de lucha a nivel nacional en lo que respecta al trabajo de
organización de las juventudes, no solo se conozcan e interconecten a
nivel de redes tal y como se llevó a cabo la lucha anti laboral pulpín,
generando códigos de comunicación y acciones concretas de lucha, sino
que a su vez de lugar a una prensa alternativa que desarrolle conciencia
en toda la población, conformándose círculos concéntricos de
comunicación, información y acciones efectivas de lucha en
intersecciones barriales, asentamientos humanos, etc. En esta tarea es
importante el concurso de las juventudes universitarias, institutos,
barrios, organizaciones sociales, gremiales, culturales y políticas,
comprometidos en los procesos de cambio y transformación social, siendo
el reto en estos instantes llevar adelante la jornada nacional de lucha
del 19 de julio.
Iquitos, 17 de junio del 2023.
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