Han
transcurrido 141 años de tradición republicana, desde la Creación Política de
la Provincia de Antabamba (20.08.1872). Pero, los pueblos de la provincia, han
sido poblados desde hace miles de años, donde se formaron altas culturas, altas
civilizaciones. Las pruebas son la existencia de restos arqueológicos, la
existencia de vestigios de pueblos antiguos en todo el territorio antabambino,
que muestran el proceso milenario de su existencia, de lucha por la
sobrevivencia y diálogo con la naturaleza para esa sobrevivencia. Parte de su
milenaria existencia, está la época de la influencia de la tradición incaica y
preincaica, y la influencia de la tradición colonial (1532-1821)
Es
necesario hacer un balance y determinar baja la influencia de qué tradición,
los pueblos de la provincia han logrado todo lo que tienen hasta la fecha.
El
hombre primitivo se diferenciaba muy poco de cualquier otra especie. Todo
animal se alimenta de lo que encuentre, se comunica así sea a gritos con sus
congéneres, y descansa donde lo coja el cansancio. Los seres humanos que ahora
tienen este nivel de vida (desempleados, parias, lumpen), están degradados a su
animalidad primaria.
Cuando
el hombre avanzó en su evolución y alcanzó su dignidad social, dejó la caverna
y construyó vivienda apropiada, cubrió su desnudez con vestido decente, y sacó
tiempo a la jornada para el juego y la recreación. Pero, la realidad actual ¿no
está indicando acaso que en 141 años de vida republicana, el poblador
antabambino aún no ha resuelto sus necesidades básicas, no cuenta con una vivienda
y vestido dignos ni tiempo para la recreación)
El
pleno empleo, la capacitación laboral, el cuidado de la salud, son el
prerrequisito para el progreso de los pueblos. Pero, en los pueblos de la
provincia cunde el desempleo, el analfabetismo, la insalubridad.
En
estos últimos años estamos viviendo un nuevo momento de asedio en contra de las
comunidades campesinas. Se trata de una verdadera avalancha de la actividad
minera que está poniendo en riesgo los territorios comunales y sus recursos.
Ante esta nueva realidad, se hace más urgente que nunca la unidad de los
comuneros y comunidades campesinas para asumir la defensa de sus intereses.
Por
otro lado, se dice que en el Perú no hay identidades indígenas, que no existen
indígenas. Muchos analistas afirman que Perú no es como Bolivia o Ecuador, pues
aquí solamente hay campesinos. El propio presidente de la República, Ollanta
Humala, ha dicho hace poco en una entrevista que las comunidades campesinas en
el Perú son comunidades agrarias y no comunidades indígenas. Por lo tanto, no
podrían ser objeto de la aplicación de la Ley de Consulta Previa, pues son
comunidades agrarias, de agricultores campesinos, no de indígenas. Al sostener
esta tesis, el presidente oculta y confunde de manera deliberada, con la
finalidad de limitar el alcance de la Ley de Consulta a los pueblos amazónicos,
borrando del mapa a miles de comunidades andinas.
Felizmente,
organizaciones como el Centro Social Antabamba (con ocasión
de la celebración de su Cincuenta Aniversario Institucional), vienen asumiendo
el desafío de construir horizontes comunes que nazcan de las propias luchas de
base, y aporten a esa agenda de la forma más amplia posible. Simplemente
estamos en el inicio, en el comienzo de un nuevo período de luchas comunitarias
e indígenas, que responden a la situación concreta de la Provincia de Antabamba
de estos tiempos. Por eso es muy importante aglutinarnos, a pesar de todos los
problemas y dificultades. En muchos sitios retorna desde cero la vieja lucha
por la solidaridad, por la defensa de lo colectivo y de lo comunitario.
Domingo
Suárez Soria
17
de agosto 2013
17:56 pm
-.o0o.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario