Por: Félix Atilio Rivera Alarcón
Oh, mujer combativa tu lucha, nos enardece
y nos llama vencer opresiones
conquistar
mañanas de amor y justicia.
Tú
cantaste y combatiste con Carlota y Teodomira
por
un Perú libre, de hombres y mujeres
con
pan
justicia
y
libertad.
Tus
huellas fueron de coraje y constancia,
tus
gritos de volcán
tu
vida fue consecuente
por
eso tu muerte heroica
tus
puños alzados
tu
cuerpo retorcido entre abismos
nos
incita a seguir luchando por el pueblo
por
tus pobres madres
tus
barrios
y
el hambre de los trabajadores.
Oh,
Vilma del pueblo
Ahora
que tu sangre brama en silencio
danos
aliento
señálanos
el camino del caminante
ayúdanos
en la rebelión
para
doblegar al mandamás
para
entregar nuestra vida
por
este Perú prisionero
por
esta patria iracunda
que
es más hermosa
que
las bombas
las
metralletas
y
los misiles del mundo.
Vilma,
madre invencible
valerosa
dirigente popular
prometemos
seguir tu ejemplo
ahora
ya puedes dormir tranquila
y
descansar en los campos
de
hierbas y retamas
soñando
siempre con un Perú
donde
algún día resurgirán
los
campos verdes
los
niños jugarán alegremente
los
obreros sonreirán
los
buenos aires soplarán
al
lado de los proletarios
y
los mártires invencibles del pueblo.
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