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Día Mundial de la democracia
¿EXISTE DEMOCRACIA REAL EN EL
ORDEN MUNDIAL OBLIGATORIO DE EE.UU.?
Publicado 15 septiembre 2019
Este 15 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la
Democracia, forma de organización de la mayoría de los Estados sobre la
cual existen muchas interrogantes.
La concepción estricta y casi universal, delimita que la democracia
refiere al estándar organizativo del que se nutren los Gobiernos a
través de la participación directa del pueblo y sus representantes.
Sin embargo, existen administraciones que le atañen a la
democracia un carácter de dominio económico, político, social, humano y
mediático de sus privilegios sobre otros en mayor grado de
vulnerabilidad.
Tal es el caso del Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.), cuyo sistema de control es casi totalitario y que sus hacedores definen como
Orden Mundial Obligatorio, según aseguran expertos historiadores y políticos.
EE.UU. a lo largo de su historia política se ha mostrado como un
referente global de la democracia, sin embargo, su sistema se aleja del
precepto básico democrático de la toma de decisiones por todos y para
todos.
En este sentido, los escritores estadounidenses, Martin Gilens, y
Banjamin Page, colaboradores de la Universidad de Princeton y de la
Universidad Northwestern, respectivamente, acotaron en una de sus
publicaciones conjuntas que en esta nación norteamericana
"las élites siempre salen mejor paradas que la clase media en la toma de
decisiones políticas".
"Si la democracia significa la respuesta del gobierno a lo que
quieren las mayorías de ciudadanos, presentamos pruebas contundentes de
que en los últimos años, Estados Unidos no ha sido muy democrático en
absoluto", afirmaron en una entrevista para un
medio local estadounidense.
La elección antidemocrática en EE.UU.
Las elecciones en verdaderas democracias permiten a sus
ciudadanos dar rienda a la elección secreta y directa de sus dirigentes y
representantes, esta realidad no se aplica a la celebración de los
procesos electorales en EE.UU. pues su
sistema de dos niveles rasga la elección directa.
Es por ello que en los comicios de EE.UU. los electores
escogen a los denominados compromisarios, quienes posteriormente escogen
al nueve jefe de Estado y vicepresidente, sustentados en el Colegio
Electoral estadounidense.
Esta nación norteamericana se jacta de su fortaleza democrática
pero violenta los estatutos más elementales de una democracia real y
legal.
De acuerdo con los acercamientos teóricos de diversos expertos,
la democracia del pueblo para el pueblo debe concebir la responsabilidad
civil, los modelos democráticos, la descentralización, los valores
democráticos, la garantía de derechos y bienestar
común, la participación política y el principio constitucional como
ingredientes elementales de esta organización.
Por: TeleSUR - jm – JGN
Comentario de Antonio Bernal
Hay 3 tipos de democracia, a saber:
DEMOCRACIA REPRESENTATIVA-
El primer aspecto, el de la democracia política o democracia
representativa se refiere fundamentalmente al régimen político y pone el
acento en la libertad de elegir gobernantes y en los derechos civiles
de todos los ciudadanos. Esta democracia, que se autoproclama gobierno
del pueblo, puede ser, y de hecho así ocurre en el caso de la democracia
burguesa, una democracia que favorece a los
sectores minoritarios de la población, por eso algunos la llaman
democracia representativa o formal, ya que en nombre de ese pueblo se
favorece sólo a una minoría. En ella existen ciudadanos de primera y de
segunda categoría.
DEMOCRACIA REAL-
El segundo aspecto se expresa en la democracia real, sustancial o
social, cuyo propósito fundamental es la búsqueda de la solución a los
problemas
más sentidos por la población: pan, tierra, trabajo, educación, salud, vivienda,
todas cosas que permiten avanzar hacia una sociedad más igualitaria. En
la práctica esta forma de democracia puede ser ejercida por un sistema
político que no funcione
a la manera tradicional de la democracia representativa en occidente.
DEMOCRACIA PARTICIPATIVA-
Y el tercer aspecto se expresa en la democracia participativa. El
proyecto de sociedad de la izquierda: el socialismo, debe combinar estos
tres tipos de democracia.
Además de poner en práctica transformaciones sociales profundas
que tiendan hacia una igualdad social cada vez mayor (democracia real o
social), no puede prescindir de un sistema de representación ciudadana.
No se trata de propugnar la abolición de la
democracia representativa, o participación delegada, en nombre de una
participación directa, que lejos de excluirla vendría a complementarla y
enriquecerla.
No se puede gobernar sin delegar las tareas de gobierno en
representantes del pueblo. La democracia directa es viable a nivel
local, en comunidades pequeñas, pero no puede ser ejercida a nivel
nacional, salvo en casos excepcionales (plebiscito, referéndum).
Por ello estimo valiosas todas las reflexiones que se refieren a
los aspectos técnicos de la representatividad, o lo que yo denominaría:
“la técnica de la representatividad”, que buscan asegurar una
representatividad real y un sistema de control de los
representantes por los electores. La izquierda debe preocuparse de que
las corrientes minoritarias estén representadas y protegidas a nivel del
estado, siempre que no atenten contra los intereses nacionales, por
supuesto.
La nueva sociedad debe tener también instrumentos para defenderse
de la demagogia de las campañas electorales burguesas en que se promete
todo y se cumple muy poco o nada, y por ello debe plantearse como un
principio básico de esa representatividad la
búsqueda de mecanismos de revocabilidad para poder sustituir a los
representantes cuando éstos han dejado de cumplir el mandato de sus
electores.
A esto debe unirse también la necesidad de poner límite a los
mandatos otorgados por el propio pueblo, para evitar lo que ha ocurrido
en la mayor parte de los países socialistas -mandatos casi de por vida-,
algo absolutamente extraño al pensamiento de
los clásicos del marxismo que veían la función burocrática como algo
transitorio debido a su carácter rotativo. Limitar los mandatos implica
evitar el trauma que significa remover a un cuadro dirigente de su
cargo: trauma moral, familiar, social, porque toda
remoción, al no estar contemplada en ningún reglamento, es vista como
una sanción.
TeleSUR, 15 de sept. 2019
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
19 de septiembre de 2019
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