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Nuestra América Nativa. Colombia
ALGO ESTÁ PASANDO EN COLOMBIA
Por Pancho
Algo está pasando en Colombia y se lo debemos a Duque.En 14
meses, el presidente, ha destruido lo que a Uribe le costó más de 20
años en construir.
Durante mucho tiempo, Uribe, utilizando todos los medios y
mecanismos posible, logró construir una idea que inculcó en la mente de
muchos colombianos, de que él era un elegido por la Divina providencia,
de que representaba la salvación del país, para
llegar allí, se alió con lo más corrupto y delincuencial de la vida
política y social de Colombia, traicionó a sus amigos, eliminó de la
vida política a todo el que se le atravesó, se puso al servicio de
narcotraficantes y políticos corruptos, vendió el país
a multinacionales y gobiernos extranjeros, se juntó con gente sin
principios y sin ética, se rodeo de delincuentes y al final, logró que
medio país se creyera que un nuevo enviado de Dios había aterrizado
sobre este pedazo de planeta.
Necesitó Uribe, 8 años de gobierno para terminar de corromper lo
que quedaba sin contaminar, militarizó el país, llenó a pueblos y
veredas de tumbas anónimas, vendió las más rentables empresas del
Estado, destruyó lo poquito de dignidad que nos quedaba
y cuando él, Uribe, creía que su tarea estaba terminada, apareció
Duque.
Verdad que Duque es un inepto, que nada le funciona, que sus
ministros ni lo consultan ni se consultan, que se odian entre si, que
son más mediocres que él, que no logran salir de un escándalo para
meterse en otro, que los gobernantes de los países vecinos
no l
l papel de Duque en el deterioro acelerado de la
imagen de Uribe, si este gobiern
Colombia no tiene timonel, a Duque no lo obedece nadie, el da un
discurso pero sus ministros radican proyectos que van en contravía de lo
que él dice; el gobierno, está integrado por personajes al servicio de
los terratenientes, de los banqueros, de
las multinacionales, del FMI y del Banco Mundial, son personas sin
ningún arraigo con los colombianos, a los que la suerte del país les
importa muy poco, provenientes de una clase oligárquica sin
sentimientos, sorda a los sucesos que pasan en los países vecinos
y que piensan que Colombia está compuesta por ciudadanos conformistas a
los que se les puede tratar como esclavos. Y no se han dado cuenta, que
en Colombia se comienza a generar una indignación popular que se
organiza y se manifiesta y que esos ciudadanos,
en su mayoría jóvenes, no creen ya, en el cuento de la predestinación
de Uribe y comienzan a bajarlo de su pedestal. Solo en 14 meses, su
imagen ha sufrido tal deterioro que ha entrado en un proceso
irreversible, el mesías, comienza a morir lentamente, será
un proceso largo y todavía producirá mucho dolor y mucho mal, pero no
tiene regreso y en eso, la incompetencia del gobierno de Duque jugará un
papel decisivo.
Uribe y uribismo.
Claro que hay que diferenciar entre Uribe y uribismo. Uribe es un
personaje criminal, malévolo, lleno de odio y resentimiento, que sueña
con vivir en un país rodeado de alambradas. El uribismo es una
ideología, una manera de concebir al mundo y al país.
Racistas, xenófobos, fanáticos, que utilizan la religión como un
pretexto para imponer sus ideas clericales, proimperialistas, con ideas
feudales, de mentalidad traqueta, que se une y convive con los
delincuentes, con los corruptos, con los violadores.
Esa mentalidad, está viva, ahí; encontró en Uribe su vocero, su
representante y lo subió a un pedestal y el desmorone de su ídolo, no le
afecta mayormente, está a la espera que aparezca otro líder que
promueva sus ideas.
El uribismo, es una corriente ideológica más difícil de derrotar y
si Colombia quiere entrar al mundo de los países civilizados, modernos,
deberá superar esa mentalidad paraca y traqueta que nos corroe.
Superar esta Uribe noche, no será obra de la improvisación y el
expontáneismo, será necesario una propuesta política democrática,
popular, moderna, que actualmente no existe, necesitamos construir una
propuesta propia, coherente, y que represente a esos
miles y miles de jóvenes y adultos que hoy salieron a la calle pero que
no se sienten representados en los paridos políticos alternativos o
progresistas.
Ese divorcio que existe entre movimientos sociales y movimientos
políticos debería preocuparnos, hacernos preguntar por qué esa gente que
se moviliza no cree en nosotros, por qué no nos vota, por qué no nos
apoya; por qué si se movilizan para rechazar
a un mal gobierno, no se movilizan para elegir a un buen gobierno.
Será porque los partidos políticos alternativos y progresistas se
diferencian muy poco de los partidos de la derecha. Será porque los
dirigentes alternativos o progresistas que resultan elegidos resultan
más corruptos que los de la derecha. Será porque
no tenemos propuestas políticas realmente
diferentes
a la de los políticos de la derecha. Será porque no hacemos política
para beneficio del pueblo sino para nuestro propio beneficio.
Algo está pasando en Colombia y los sectores progresistas y
democráticos nos debemos pellizcar y construir una propuesta que sea
realmente interesante y que represente a esos miles y miles de
colombianos que quieren trabajar por un país mejor, más incluyente,
más solidario, moderno, más humano.
De: El Zancudo <elzancudocolombia@gmail.com>
para: "corroncho52@yahoo.es" <corroncho52@yahoo.es>
fecha: 21 nov. 2019 20:02
asunto:
En Colombia está pasando algo
enviado por:
gmail.com
firmado por:
gmail.com
Importante según el criterio de Google
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
27 de noviembre de 2019
o no fuera tan inepto, tan incapaz,
habría sido más difícil desmontar esa idea de elegido que rodeaba a
Uribe, en estos 14 meses, el país se ha venido al
garete.
Nuestra América Nativa. Colombia
ALGO ESTÁ PASANDO EN COLOMBIA
Por Pancho
Algo está pasando en Colombia y se lo debemos a Duque.En 14
meses, el presidente, ha destruido lo que a Uribe le costó más de 20
años en construir.
Durante mucho tiempo, Uribe, utilizando todos los medios y
mecanismos posible, logró construir una idea que inculcó en la mente de
muchos colombianos, de que él era un elegido por la Divina providencia,
de que representaba la salvación del país, para
llegar allí, se alió con lo más corrupto y delincuencial de la vida
política y social de Colombia, traicionó a sus amigos, eliminó de la
vida política a todo el que se le atravesó, se puso al servicio de
narcotraficantes y políticos corruptos, vendió el país
a multinacionales y gobiernos extranjeros, se juntó con gente sin
principios y sin ética, se rodeo de delincuentes y al final, logró que
medio país se creyera que un nuevo enviado de Dios había aterrizado
sobre este pedazo de planeta.
Necesitó Uribe, 8 años de gobierno para terminar de corromper lo
que quedaba sin contaminar, militarizó el país, llenó a pueblos y
veredas de tumbas anónimas, vendió las más rentables empresas del
Estado, destruyó lo poquito de dignidad que nos quedaba
y cuando él, Uribe, creía que su tarea estaba terminada, apareció
Duque.
Verdad que Duque es un inepto, que nada le funciona, que sus
ministros ni lo consultan ni se consultan, que se odian entre si, que
son más mediocres que él, que no logran salir de un escándalo para
meterse en otro, que los gobernantes de los países vecinos
no lo consideran el Presidente de Colombia, pero, se necesita mucha
audacia para en solo 14 meses echar por tierra lo que a su jefe le costó
tanto esfuerzo construir.
El mito uribista
Lo primero que este paro ha demostrado, es que el cuento de que
Colombia era un país uribista, es un mito, o por lo menos, es una idea
que comienza a esfumarse, especialmente, la idea de que Medellín es una
ciudad uribista, es un mito que comienza a
desaparecer, los miles y miles de personas que salieron a marchar en
Medellín, hoy 21 de noviembre de 2019, demuestran que en Medellín, los
antiuribistas, somos más; porque este paro, estaba programado contra
Uribe y sus métodos criminales,
contra la corrupción, contra el mal gobierno.
Es determinante el papel de Duque en el deterioro acelerado de la
imagen de Uribe, si este gobierno no fuera tan inepto, tan incapaz,
habría sido más difícil desmontar esa idea de elegido que rodeaba a
Uribe, en estos 14 meses, el país se ha venido al
garete.
Colombia no tiene timonel, a Duque no lo obedece nadie, el da un
discurso pero sus ministros radican proyectos que van en contravía de lo
que él dice; el gobierno, está integrado por personajes al servicio de
los terratenientes, de los banqueros, de
las multinacionales, del FMI y del Banco Mundial, son personas sin
ningún arraigo con los colombianos, a los que la suerte del país les
importa muy poco, provenientes de una clase oligárquica sin
sentimientos, sorda a los sucesos que pasan en los países vecinos
y que piensan que Colombia está compuesta por ciudadanos conformistas a
los que se les puede tratar como esclavos. Y no se han dado cuenta, que
en Colombia se comienza a generar una indignación popular que se
organiza y se manifiesta y que esos ciudadanos,
en su mayoría jóvenes, no creen ya, en el cuento de la predestinación
de Uribe y comienzan a bajarlo de su pedestal. Solo en 14 meses, su
imagen ha sufrido tal deterioro que ha entrado en un proceso
irreversible, el mesías, comienza a morir lentamente, será
un proceso largo y todavía producirá mucho dolor y mucho mal, pero no
tiene regreso y en eso, la incompetencia del gobierno de Duque jugará un
papel decisivo.
Uribe y uribismo.
Claro que hay que diferenciar entre Uribe y uribismo. Uribe es un
personaje criminal, malévolo, lleno de odio y resentimiento, que sueña
con vivir en un país rodeado de alambradas. El uribismo es una
ideología, una manera de concebir al mundo y al país.
Racistas, xenófobos, fanáticos, que utilizan la religión como un
pretexto para imponer sus ideas clericales, proimperialistas, con ideas
feudales, de mentalidad traqueta, que se une y convive con los
delincuentes, con los corruptos, con los violadores.
Esa mentalidad, está viva, ahí; encontró en Uribe su vocero, su
representante y lo subió a un pedestal y el desmorone de su ídolo, no le
afecta mayormente, está a la espera que aparezca otro líder que
promueva sus ideas.
El uribismo, es una corriente ideológica más difícil de derrotar y
si Colombia quiere entrar al mundo de los países civilizados, modernos,
deberá superar esa mentalidad paraca y traqueta que nos corroe.
Superar esta Uribe noche, no será obra de la improvisación y el
expontáneismo, será necesario una propuesta política democrática,
popular, moderna, que actualmente no existe, necesitamos construir una
propuesta propia, coherente, y que represente a esos
miles y miles de jóvenes y adultos que hoy salieron a la calle pero que
no se sienten representados en los paridos políticos alternativos o
progresistas.
Ese divorcio que existe entre movimientos sociales y movimientos
políticos debería preocuparnos, hacernos preguntar por qué esa gente que
se moviliza no cree en nosotros, por qué no nos vota, por qué no nos
apoya; por qué si se movilizan para rechazar
a un mal gobierno, no se movilizan para elegir a un buen gobierno.
Será porque los partidos políticos alternativos y progresistas se
diferencian muy poco de los partidos de la derecha. Será porque los
dirigentes alternativos o progresistas que resultan elegidos resultan
más corruptos que los de la derecha. Será porque
no tenemos propuestas políticas realmente
diferentes
a la de los políticos de la derecha. Será porque no hacemos política
para beneficio del pueblo sino para nuestro propio beneficio.
Algo está pasando en Colombia y los sectores progresistas y
democráticos nos debemos pellizcar y construir una propuesta que sea
realmente interesante y que represente a esos miles y miles de
colombianos que quieren trabajar por un país mejor, más incluyente,
más solidario, moderno, más humano.
De: El Zancudo <elzancudocolombia@gmail.com>
para: "corroncho52@yahoo.es" <corroncho52@yahoo.es>
fecha: 21 nov. 2019 20:02
asunto:
En Colombia está pasando algo
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27 de noviembre de 2019
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